lunes, 8 de julio de 2024

Qué es la insuficiencia venosa y cómo convivir con ella

 

Introducción

La insuficiencia venosa es un trastorno crónico en las venas de las piernas que dificulta la circulación normal de la sangre. Es una enfermedad muy frecuente que afecta aproximadamente al 63% de las mujeres y al 36% de los hombres.

Mientras que las arterias se encargan de transportar la sangre desde el corazón al resto de tejidos, las venas son las responsables de devolver la sangre del resto del cuerpo hasta el corazón. Para poder realizar su función, las venas poseen unas válvulas en el interior de sus paredes que permiten que el flujo de sangre sea siempre hacia arriba, es decir, desde las piernas hacia el corazón. En la insuficiencia venosa, las venas pierden su capacidad de retornar la sangre hacia el corazón, a menudo debido a un mal funcionamiento de las válvulas (Fig. 1). Esto provoca que la sangre se acumule dentro de las venas de las piernas, dilatándose de tal forma que pueden ser visibles y/o palpables en forma de varices. Si esta situación progresa, la sangre puede empezar a filtrarse hacia fuera de las venas y acumularse en las piernas y tobillos produciendo una hinchazón típicamente conocida como retención de líquido o edema. Esto puede acabar dañando la piel y produciendo úlceras en las piernas. 

  

La mayoría de las personas padecen síntomas leves (por ejemplo varices, pesadez de piernas, hinchazón) y por ello es una enfermedad a menudo infravalorada. Sin embargo, en fases avanzadas puede afectar seriamente la calidad de vida de las personas, por lo que es importante detectar los casos de insuficiencia venosa y poner remedio para evitar que la enfermedad empeore.

¿Cuáles son las causas?

Los factores que favorecen la aparición de insuficiencia venosa son:

·      Edad avanzada. A mayor edad, más probabilidad de desarrollar insuficiencia venosa.

·      Herencia genética. Es habitual que las personas con insuficiencia venosa tengan antecedentes en su familia.

·      Sexo femenino. La hormona progesterona de las mujeres debilita las paredes de las venas.

·      Embarazo. A medida que avanza la gestación, el útero y el feto comprimen las venas abdominales, dificultando el retorno de sangre de las venas de las piernas.

·      Sedentarismo. Al caminar, contraemos los músculos de las piernas lo que a su vez, ayuda a las válvulas de las venas en su función de retorno de la sangre. Por consiguiente, un estilo de vida sedentario o realizar habitualmente actividades que implican estar muchas horas de pie o sentado, aumentan el riesgo de insuficiencia venosa.

·      Sobrepeso. Al igual que en el embarazo, dificulta el retorno de la sangre por la compresión de las venas.

·      Haber tenido un coágulo en una de las venas de la pierna (conocido como trombosis venosa profunda).

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?

·      Sensación de hinchazón o pesadez en las piernas. Es especialmente frecuente en mujeres y suele empeorar justo antes de la menstruación.

·      Picor, generalmente alrededor de los tobillos.

·      Dolor o calambres en las piernas.

·      Presencia de varices. Pueden ser desde pequeñas dilataciones venosas a cordones venosos palpables.

·      Oscurecimiento de la piel de los tobillos o enrojecimiento o eczema. En fases avanzadas, pueden aparecer úlceras.

Estos síntomas se caracterizan por:

·      Empeorar al final del día y en épocas calurosas como el verano.

·      Empeorar tras estar mucho rato de pie o sentado.

·      No mejorar con la toma de analgésicos o antiinflamatorios convencionales.

¿Cómo se diagnostica la insuficiencia venosa? 

Tu médica o médico diagnosticará la insuficiencia venosa principalmente a través de la valoración de tus síntomas y con una exploración física.

Además ,pueden solicitar pruebas complementarias como la ecografía o una resonancia magnética de los vasos sanguíneos del cuerpo (angioresonancia) para saber concretamente qué venas están afectadas.

¿Cuál es el tratamiento para la insuficiencia venosa?

·      Fármacos flebotónicos. Son medicamentos derivados de extractos vegetales, como los flavonoides o el Ginko biloba. Su eficacia es moderada y varía mucho de persona a persona. La médica o el médico los suele prescribir en personas con síntomas de insuficiencia venosa y, tras dos o tres meses de tratamiento, valora su eficacia y la necesidad o no de seguir recetándolos.

·      El tratamiento quirúrgico tiene un doble objetivo: reparar las válvulas venosas defectuosas y eliminar las venas visibles que han quedado dilatadas. Es una cirugía que suele hacerse con anestesia local y de forma ambulatoria que no requiere ingresar en el hospital.

¿Qué debo hacer para cuidarme si tengo varices?

·      Mantén una vida diaria activa y realiza actividades físicas como caminar. Con cada paso que das se contraen los músculos de las piernas, y esto ayuda a bombear la sangre hacia el corazón y evita que se acumule en las venas de las extremidades inferiores. Solamente con que camines a paso ligero unos 10-15 minutos de forma regular ya es beneficioso.

·      Realiza ejercicios específicos para mejorar la circulación venosa.

·      Durante el día, descansa un par o tres de veces con las piernas levantadas. Por la noche, eleva unos 15 cm los pies de la cama (no lo hagas si padeces insuficiencia cardiaca).

·      Date duchas con agua fría y masajea con el chorro desde los pies hasta las ingles. El frío tiene un efecto antiinflamatorio a la vez que provoca que las venas se estrechen, evitando que la sangre se acumule en ellas.

·      Evita los ambientes calurosos y la exposición prolongada al sol. No te depiles con cera caliente.

·      Usa medias compresivas específicas para la insuficiencia venosa (hacen más presión en la parte baja de la pierna que en la parte alta para favorecer la circulación hacia arriba).

·      Aplícate masajes de drenaje o que te los den (son aquellos que incluyen movimientos ascendentes desde los tobillos hacia la ingle).

·      Evita la ropa muy apretada que dificulta la circulación venosa.

·      Sigue una alimentación sana y equilibrada para evitar el sobrepeso.

·      Mantén la piel limpia e hidratada, ya que la retención de líquido en las piernas puede acabar dañando la piel.

·      Si vas a realizar un viaje de larga duración, trata de levantarte y mueve las piernas e hidrátate para reducir el riesgo de sufrir el síndrome de la clase turista.

¿Cuándo tengo que solicitar atención médica?

·      Si tienes varices y te duelen.

·      Si los síntomas empeoran a pesar de tomar las medidas de prevención.

·      Si aparece dolor o hinchazón repentinos en la pierna.

·      Si aparece fiebre, enrojecimiento o úlceras en la pierna.

¿Cómo puedo mejorar mi calidad de vida?

Las personas que sufren de insuficiencia venosa crónica pueden ver reducida su calidad de vida en fases avanzadas, no sólo por el impacto en su salud física sino también en la esfera emocional, dado que puede llegar a ser incapacitante, afectar en aspectos estéticos, y alterar las actividades diarias Cuando padecemos una condición de salud crónica que altera nuestra vida diaria, esto nos puede producir ansiedad y depresión. Por eso es importante poner en marcha una serie de acciones que contribuyen positivamente a tu bienestar:

·      Cuida tu dieta. Evitar el sobrepeso es muy importante en esta enfermedad. Además, sentir que favoreces tu salud puede hacer que te sientas mejor.

·      Sal de casa e incluye actividad física, como por ejemplo caminar. No solo mejora tu circulación sanguínea, sino también el aspecto psicológico y emocional.

·      No dejes de hacer aquello que te gusta, aunque tengas que adaptarlo a tu estado de salud.

·      Mantén una red social de apoyo. Es importante compartir tus preocupaciones y pedir ayuda si lo necesitas. Cuenta con tus familiares y amistades.

  

Fuente: Fisterra


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