martes, 26 de julio de 2016

Abuelos canguro: Claves para cuidar de tus nietos



Con motivo de la celebración del día de los abuelos queremos desde este blog felicitarles y darles algunos consejos para facilitar la tarea de cuidar de los nietos.
Hoy en día, cada vez son más los abuelos que cuidan de forma habitual a sus nietos. Es esencial que la relación esté basada en el cariño y en el respeto mutuo. Los niños adoran a sus abuelos y ellos se sienten rejuvenecer al poder formar parte de sus vivencias, educación y crecimiento.

Los abuelos y abuelas antes han sido padres (y, por supuesto, lo siguen siendo), pero los conocimientos y patrones educativos que se practicaban hace décadas distan mucho de los actuales. El “porque yo lo digo” o el autoritarismo del cabeza de familia han dado paso a una educación en la que reina el diálogo, la comprensión y el apoyo mutuo.

Por este motivo, es primordial que los abuelos se reciclen en todos estos aspectos para asumir la tarea de cuidar de sus nietos de la mejor forma posible:

·         Habla con ellos: Una forma de comunicación con los nietos clara, fluida y cercana va a propiciar que las relaciones entre ambos sean satisfactorias para las dos partes. Los niños ven al abuelo como un referente y disfrutan de sus charlas e historias. No te cortes a la hora de contar “batallitas” a tus nietos, cuéntales cómo eran las cosas cuando eras pequeño, a qué jugabas… A tu nieto les encantará escucharlo y se sentirá más identificado contigo, al saber que el abuelo también fue niño. Pero no te olvides de escucharle, él seguro que también tiene mucho que contarte.
 
·         Apóyales: Tus nietos deben saber que el abuelo y la abuela están ahí para echarles una mano y aconsejarles sobre sus dudas o problemas cotidianos. Pero respeta que sean ellos quienes tomen sus decisiones, no elijas por ellos. Aumentarás su independencia. No te preocupes si se equivoca, es parte del aprendizaje.
 
·         Establece las reglas con los padres: Entre los padres y los abuelos debe haber una comunicación fluida. Ambas partes deben ser conocedoras de las normas impuestas a los nietos, y mantener un criterio común. De otro modo, el niño percibirá reglas contradictorias, se sentirá desorientado y no sabrá a quién debe hacer caso.
 
·         Pon límites: Hay que inculcar a los nietos que estar con los abuelos no significa “hacer lo que les dé la gana”. Las normas que los abuelos pacten con los padres (la hora de acostarse, cuándo hacer los deberes, qué tienen que comer...), tienen que ser respetadas en todos los casos.
 
·         Involúcrate en su salud: No se trata de que te conviertas en el médico de la familia, pero siempre resultará de gran utilidad conocer algunas formas de proceder si tus nietos se ponen enfermos mientras están contigo, en especial si son bebés. Si acompañas a los padres en alguna de sus visitas al pediatra, podrás consultarle cómo debes actuar ante determinadas situaciones.
 
·         Dales ejemplo: Los niños imitan todo lo que hacen los adultos. Si no quieres que tu nieto haga algo, tampoco lo hagas tú. Evita fumar y beber delante de él, cuida la higiene al máximo, sigue las normas de educación vial y respeta el medio ambiente.
 
·         ¡Y quiéreles mucho!: Los niños adoran a sus abuelos, pero es importante que vosotros también les hagáis ver lo mucho que les queréis. Las muestras de cariño no deben faltar. A los niños les transmitirás seguridad y confianza en sí mismos al saberse queridos.
 
Cuídate tú también
Estar a cargo de tus nietos tiene que ser una actividad placentera, nunca convertirse en una carga o en una labor que nos supere.

No te sobrecargues de tareas. Haz lo que puedas. Si las cosas se te van de las manos, coméntalo con los padres de tus nietos.

Mira por tu propia salud. Es importante, igualmente, que cuides tu salud y que acudas a tus controles periódicos con el médico.

Reserva tiempo para ti. No dejes tu vida de lado por cuidar de tus nietos. Organiza tu tiempo para poder seguir practicando las actividades que hacías antes y no dejes de descansar cuando lo necesites.



jueves, 21 de julio de 2016

Cómo hablar con tu hijo sobre sexo



¿De dónde vienen los bebés? Cuando un niño formula esta pregunta, algunos padres se ponen nerviosos y recurren al cuento de la cigüeña. Error. Los pequeños curiosos no tardan en buscar otras respuestas que los confunden aún más. La sexualidad nunca debe ser un tema tabú en casa. Aquí tienes las claves para hablar de forma clara y sin tapujos con tus hijos.

Si los niños nacieran con un manual de instrucciones debajo del brazo, más de un padre estaría agradecido.

Antes de hablar sobre estos temas, es importante que apartemos cualquier prejuicio ideológico o religioso y nos sepamos adaptar al carácter y madurez del pequeño. No es lo mismo un niño de ocho años que una adolescente de 15.

En cualquier caso, la idea es “facilitar la vida de nuestros hijos en lugar de complicársela” y “hacerles ver que siempre estaremos ahí como la fuente más fiable de información y apoyo cuando lo necesiten”.

Las toneladas de datos equívocos que circulan en internet o los compañeros de clase no siempre son los más indicados para resolver las dudas del niño. Por eso, ¿quién mejor que nosotros para asumir el rol de educadores sexuales? Y si no tenemos los conocimientos suficientes, la psicóloga propone consultar una enciclopedia que nos ayude a entender conceptos “para después adaptarlos al nivel de comprensión del niño mediante metáforas”.

Es muy pequeño y ya tiene dudas
No importa. Jamás se deben dejar sin resolver. Si hacemos oídos sordos a su consulta, “el niño buscará la solución en otras fuentes que podrían manipularlo, confundirlo o contarle una versión para la que no está preparado”. No conviene dar la información antes de tiempo, pero tampoco retardar la respuesta.

Es imprescindible tener cuidado con lo que hacemos y decimos en todo momento, porque el pequeño observa e imita desde que nace. Somos su modelo a seguir. Para consolidar el aprendizaje se aconseja reforzar sus conductas positivas con algún incentivo y no ignorar las inapropiadas: educar no sólo es aportar conocimiento, sino también “fomentar que se adquieran buenos hábitos o relaciones sociales correctas”.

¿Vergüenza? ¿Por qué?
El sexo es lo más natural del ser humano. No hay motivos para sentirse cohibido al hablar del tema o rechazar cualquier muestra de apertura. Que nuestros hijos consideren la sexualidad como un tabú familiar no les va a ayudar.

Podéis ocultarles la verdad, pero no por ello van a dejar de resolver sus dudas o sus problemas, ni van a evitar practicar sexo cuando se lo pida el cuerpo. Lo más adecuado es quitarles de la cabeza todas las leyendas urbanas que circulan por la red o por su grupo de amigos. Es la mejor manera de prevenir embarazos no deseados y contagios de enfermedades de transmisión sexual en el futuro.

Inteligencia emocional
En un mundo donde el exceso de información, la competitividad y el estrés tienen un papel protagonista, un niño que haya recibido educación emocional estará más preparado para ‘salir de la burbuja’ de papá y mamá. La empatía, la asertividad o la autocrítica son algunas cualidades tan importantes como la capacidad de hablar de sexo sin prejuicios. Si los padres trabajan estos aspectos, los pequeños crecerán en valores.

“La casa debe ser el refugio que da apoyo a los niños para expresar lo que sienten sin miedo a ser rechazados o criticados”.

Diez consejos para no olvidar
·         La educación se basa en un desarrollo equilibrado entre el cuerpo y la mente. Por ello hay que alimentar a los niños física e intelectualmente: con deporte y actividades culturales, por ejemplo.

·         Los padres deben educar en un sentido integral, en todos los aspectos. Mejor no delegar facetas de la educación en los abuelos, la escuela o los amigos. Si lo hacemos, podemos llevarnos desagradables sorpresas.

·         Los niños no se traumatizan con el sexo si les transmitimos amor y naturalidad. Al contrario: la prohibición, coacción, ocultación o muestra del sexo como algo sucio y pecaminoso genera traumas y rebeldía.

·         No hay nadie como los padres para saber cuándo su hijo está preparado para tener relaciones sexuales sanas, siempre que lo conozcan bien y la comunicación sea fluida.

·         Hay que saber poner límites para que los hijos no tengan relaciones sexuales sin estar preparados. Si les inculcamos valores y una educación sexual sana y realista desde pequeños, no hace falta imponer nada.

·         Abordar un problema a tiempo evita males mayores. Si esperamos, el resultado será peor.

·         Los niños crecerán con seguridad si hay una buena comunicación desde la infancia. Será su guía para enfrentarse a la vida y prevenir riesgos en las relaciones sexuales.

·         La cercanía con los hijos es imprescindible. Hay que aguantar el ‘chaparrón’ de la rebeldía propia de la adolescencia. En momentos cruciales, recordarán las palabras y buen criterio de sus padres.

·         No hay que meterles miedo en temas de sexualidad, pero deben saber que existen riesgos. Conocer es prevenir.

·         Si hay problemas, debemos estar ahí para ayudarles. Hacer que se sientan culpables sólo aporta temor y más dolor del que ya les causa esa situación de por sí.

Fuente: EFESalud