viernes, 31 de mayo de 2019

Ictus, 120.000 casos anuales en España


El ictus o infarto cerebral es la segunda causa de muerte en España y la primera en las mujeres, con unos 120.000 casos anuales, ha informado la asociación Freno al Ictus.

Conocer los síntomas del ictus hace la diferencia.
El ictus es un accidente cerebrovascular que se produce cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene; es también la primera causa de discapacidad adquirida y la segunda de demencia.

Datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) señalan que, del total de casos anuales, un 50 por ciento quedan con secuelas incapacitantes o fallecen.

El daño cerebral que produce un ictus depende en gran medida del tiempo que dura el trastorno y de la zona que se haya visto más afectada.

Saber identificar los síntomas para acudir cuando antes al hospital puede ayudar a mejorar significativamente el pronóstico de la enfermedad, señala la asociación Freno al ictus, y añade: “Cada minuto cuenta, una de las claves para el éxito en la atención es la rapidez en la detección de los síntomas”.

Los síntomas del ictus aparecen de forma brusca e inesperada y los más comunes son las dificultades para hablar o entender, la pérdida repentina de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo y la alteración de la simetría facial, así como los problemas de visión y dolor de cabeza muy intenso.

La gran mayoría de los pacientes -informa Freno al ictus- suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas y con solo experimentar uno de ellos, incluso si son reversibles o transitorios, ya es motivo de urgencia.

Hipertensión arterial, diabetes, niveles de colesterol altos, tabaquismo, obesidad, problemas de corazón, vida sedentaria y consumo de alcohol, entre otros, son los factores de riesgo mas frecuentes en un ictus.

La edad es otro factor de riesgo, ya que la incidencia de esta patología aumenta a partir de los 60-65 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.

En los últimos años, señalan los expertos desde hace tiempo, ha aumentado considerablemente la incidencia de ictus en adultos jóvenes, debido, en gran parte, a los estilos de vida de la sociedad.

Según la información facilitada por la citada asociación, el 90 por ciento de los casos de ictus o infarto cerebral pueden llegar a evitarse con una adecuada prevención de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable, tanto en personas que no lo han sufrido nunca como para evitar que se repita.

El hecho de haber sufrido un ictus aumenta el riesgo de padecer un segundo episodio.



 Fuente: EfeSalud 

martes, 14 de mayo de 2019

Chupete


El uso de chupetes conlleva tanto beneficios como riesgos.

En general, ¿es recomendable que los bebés los usen o no?
El uso de chupetes conlleva tanto beneficios como riesgos. Uno de los inconvenientes del uso de chupete durante el sueño en niños de menos de un año, es que puede interferir con el establecimiento de una lactancia materna adecuada y disminuir la duración de la misma. Sin embargo, estudios recientes descartan que el chupete disminuya la duración de la lactancia materna.

¿Cuáles son sus principales beneficios?
Los dos principales beneficios demostrados de los chupetes son la disminución de la estancia de los niños prematuros en los hospitales y del riesgo de muerte súbita infantil.

¿Tienen algún riesgo derivado de su mal uso o abuso?
Los riesgos asociados al uso del chupete, especialmente en el caso de un uso prolongado, son los efectos negativos que se producen sobre la salud dental.

En lo referente al riesgo de lesiones, la utilización “inadecuada” de los chupetes puede provocar asfixia.

¿Hay formas y materiales mejores o peores para el chupete? ¿Cómo elegir el más apropiado?
Hay diferentes tipos de chupetes, de látex, de silicona y con tetinas con distintas formas (redondeadas, simétricas). En general, todos valen si se ajustan a la norma europea EN 1400:2002. Los expertos que han elaborado este documento ya han elegido los materiales, formas y dimensiones más adecuadas y seguras para los chupetes.

Las principales recomendaciones de seguridad son:
·         Los chupetes deben ser lo suficientemente sólidos como para que no se separen en pequeñas partes con las que el niño pueda atragantarse o asfixiarse. Tampoco deberían llevar pegatinas o etiquetas.
·         No se debe comprar el chupete con una cadena o cinta, ya que si son largas tienen riesgo de estrangulación. “Nunca hay que llevar el chupete colgando de una cinta colocada alrededor del cuello”. Los chupetes con cuerda corta y con una pinza enganchada a la ropa del niño tienen menos riesgo. No obstante, las pinzas también pueden soltarse de la ropa y provocarle asfixia.
·         El disco donde está anclada la tetina debe tener agujeros de ventilación.

¿Compensa ir cambiando de chupete a medida que el niño crece?
No es necesario cambiar de chupete, aunque a partir de la aparición de los primeros dientes algunos pediatras recomiendan chupetes de látex, porque son más resistentes.

¿Cuándo empezar y cuándo quitar el chupete al niño?
En niños amamantados se recomienda ofrecer el chupete a partir de que esté establecida claramente la lactancia materna, generalmente tras el primer mes de vida.
En niños alimentados con biberón, se puede utilizar el chupete desde los primeros días de vida.

Es recomendable retirar el chupete al llegar el año de edad. El síndrome de muerte súbita del lactante es excepcional por encima de esta edad, así que a partir de ese momento no tiene ningún beneficio evidente, además, puede aumentar el riesgo de padecer otitis media. La utilización de chupete a partir de los 2 años de edad se asocia con problemas en los dientes (mala posición y alteración de la mordida).

¿Cómo se deben limpiar y conservar?
Los chupetes se pueden lavar con agua y jabón y aclararlos con agua del grifo abundante para que no quede ningún resto. Cuando estén secos y mientras no se usen, es recomendable guardarlos en una caja para evitar que se llenen de polvo.

Los chupetes suelen deteriorarse con el tiempo. Hay que comprobar su estado con asiduidad y sustituirlos si se aprecia algún cambio en su consistencia, una fisura, un agujero o cualquier otro signo de deterioro.

¿Es cierto que hay bebés a los que no les gustan? ¿Tiene algún sentido intentar ‘forzar’ a un bebé para que le guste el chupete?
Sí.
No todos los bebés tienen los mismos gustos. En este caso no hay que empeñarse en que lo utilicen.


Fuente: AePap