domingo, 24 de mayo de 2020

Qué es la dispareunia femenina y cómo tratarla


La dispareunia es el dolor en la zona genital o de la pelvis que sienten algunas mujeres durante o después de la penetración o al introducir cualquier objeto en la vagina, como juguetes sexuales o tampones. Aunque algunos hombres también pueden padecer dispareunia, es mucho menos frecuente y, debido a que sus características, son distintas y no va a tratarse en esta guía.

La dispareunia femenina afecta hasta un 20% de las mujeres sexualmente activas, y además de alterar sus relaciones sexuales, altera en gran medida su salud, sus relaciones sociales y su calidad de vida. Es más frecuente entre los 20 y 29 años y en la menopausia, momento en que hasta un 40% de las mujeres pueden padecer dispareunia.

A pesar de afectar a muchas mujeres, la dispareunia es un problema poco conocido de la salud femenina. Sin embargo, debemos tener presente que las relaciones sexuales se asocian con placer y disfrute y no debemos normalizar el dolor. El primer paso en el tratamiento de la dispareunia es compartir el problema y buscar ayuda en la consulta del especialista en ginecología.

¿Cuáles son las causas?
 La dispareunia tiene causas físicas y psicológicas, y a menudo es una combinación de ambas:
·         Causas psicológicas:
o   Incapacidad para relajarse y disfrutar.
o   Experiencias previas negativas.
o   Incapacidad para excitarse y lubricación insuficiente.

·         Causas físicas. Son muy diversas, y depende de dónde se localice el dolor:
o   Dolor superficial. Puede deberse a problemas de lubricación, ya sea por falta de estimulación, o por factores hormonales, especialmente durante la menopausia o la lactancia. También puede tener como causa un aumento de la sensibilidad de la vulva, que hace que se sienta dolor ante estímulos que no deberían ser dolorosos. Otros desencadenantes pueden ser infecciones en la vagina, en las glándulas de Bartolino o en el tracto urinario, espasmos incoluntarios de la musculatura de la vagina (vaginismo). Finalmente, las lesiones en la zona genital.
o   Dolor profundo. A causa de infecciones que llegan hasta el cuello del útero, las trompas de Falopio o los ovarios produciendo inflamación y dolor en la pelvis, también llamada enfermedad inflamatoria pélvica. Endometriosis o crecimiento anormal del tejido que recubre el útero por dentro (endometrio) en otras partes de los genitales internos. Después del parto. Tumores o quistes en los ovarios, la pelvis, etc. Cicatrices tras una infección, operación quirúrgica, episiotomías (incisión quirúrgica durante el parto), etc.

 Rara vez se trata de una anomalía congénita.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
El síntoma de la dispareunia es el dolor al intentar la penetración, durante el coito o después de la relación sexual. Puede ser agudo, punzante, ardiente, tipo cólico o como un calambre.

Puede aparecer de repente o progresivamente, y desde la primera relación sexual o tras haber tenido relaciones sexuales no dolorosas.

Puede notarse como superficial, en los genitales externos, o profundo, como en el interior de la pelvis, como algo que golpea en el interior.

Las emociones también afectan a la percepción del dolor: la ansiedad, el miedo, el estado de ánimo, etc., pueden hacer que el dolor se experimente con más intensidad y mayor duración. Además, el miedo a sentir dolor o la propia sensación de dolor suelen tensar y contraer los músculos pélvicos que rodean la vagina, lo que aumenta el dolor.

¿Cómo se diagnostica la dispareunia?
El diagnóstico de la dispareunia lo realiza la propia persona cuando en la consulta del médico o médica de familia o del especialista en ginecología explica que tiene dolor durante las relaciones sexuales.

Encontrar la causa exacta puede ser más difícil. Para ello el especialista te puede preguntar cómo es tu dolor, tu historia sexual, si has tenido infecciones, tu historia ginecológica, tus métodos anticonceptivos, etc.

También te puede realizar una exploración física ginecológica y solicitar las pruebas complementarias que se consideren apropiadas para confirmar la causa de la dispareunia.

El abordaje por parte de tu profesional también debe incluir a evaluación psicológica, incluso si encuentra una causa física.

¿Cuál es el tratamiento para la dispareunia?
El tratamiento de la dispareunia va a depender de su causa. En algunos casos se puede tratar la causa física de la dispareunia; por ejemplo con cirugía para corregir anomalías o antibióticos para eliminar algunas infecciones.

Sin embargo, en la mayoría de casos, el tratamiento de la dispareunia no se dirige a la causa sino que trata de reducir los síntomas.

Tratamientos sintomáticos: 
·         Lubricantes vaginales, con base de agua o silicona.
·         Estrógenos vaginales (en crema, gel, óvulos, anillo vaginal) para reducir la sequedad vaginal durante la menopausia.
·         Hidratantes vaginales para combatir la sequedad vaginal.
·         Fármacos por vía oral.
·         Otros tratamientos como inyecciones de anestésico local + cortisona; infiltraciones con toxina botulínica; cremas de lidocaína tópica antes de la penetración; láser; dilatadores progresivos vaginales.

También se pueden realizar distintas terapias (consulta previamente si puedes realizarlas):
·         Ejercicios de Kegel para tener mayor control de la musculatura pélvica y evitar que se tense (ver vídeo en el apartado “Más información”).
·         Relajación del suelo pélvico mediante fisioterapia o estiramientos.
·         Terapia cognitivo-conductual o terapia de conciencia plena (mindfulness).

Teniendo en cuenta que a menudo en la dispareunia influyen factores psicológicos, es muy importante que busques apoyo en un especialista en psicología o sexología para abordar la parte psicológica de la dispareunia.

¿Qué debo hacer para cuidarme si tengo dispareunia?
·         El primer paso para reducir el dolor de la dispareunia es compartir este problema con tu pareja sexual, para encontrar formas de mantener unas relaciones sexuales placenteras y sin dolor. Así:
·         Utiliza modos alternativos para el placer mutuo que no impliquen penetración, utilizando las manos, la boca o un vibrador, por ejemplo.
·         Dedica más tiempo al juego erótico previo, que mejorará vuestra complicidad y deseo, pero también será beneficioso para aumentar la lubricación de tu vagina.
·         Programa un momento para el sexo, con tiempo suficiente y sin prisas ni ansiedad.
·         Informa a tu pareja de dónde, cuándo y cómo te duele, y qué actividades o posturas sexuales te son más placenteras.
·         Antes de las relaciones sexuales: vacía la vejiga, toma un baño relajante, que te hagan un masaje.
·         Después de la penetración, si hay dolor, puedes aplicar hielo envuelto en un paño, durante unos 10 minutos.
·         Emplea lubricantes vaginales antes del coito, preferiblemente con base de agua. Los lubricantes a base de aceite o vaselina pueden dañar los preservativos de látex.
·         En caso de dolor superficial, puedes emplear una pomada anestésica unos minutos antes de la penetración, o realizar un baño de asiento con agua caliente para relajar la musculatura de la zona genital.
·         En caso de dolor profundo, es recomendable buscar una postura alternativa para el coito, por ejemplo, ponte encima, lo que te permitirá controlar mejor la profundidad de la penetración.

¿Cómo puedo mejorar mi calidad de vida?
La dispareunia tiene un gran impacto en la vida sexual de las mujeres que la sufren, y puede repercutir en su estado emocional y psicológico, y en sus relaciones. Para hacerle frente:
·         No renuncies a tu vida sexual. Compartiendo tus necesidades y preocupaciones con tu pareja sexual puedes encontrar la forma de mantener relaciones sexuales placenteras. También puedes acudir a un especialista en sexología para que te ayude en este proceso.
·         Comparte tus preocupaciones con tus personas de confianza. Todavía hay mucho tabú alrededor del sexo, y todas aquellas situaciones que salen de la “normalidad” pueden producir vergüenza y frustración. Intercambiar experiencias con tus amistades te puede hacer sentir liberada, así como ayudarte a ver cómo de diversa es la sexualidad.

Os dejamos este video con unos ejercicios de suelo pélvico:


Fuente: Fisterra



martes, 12 de mayo de 2020

¡Feliz Día de la Enfermería 2020!


Si hay un sector laboral que está sufriendo más que ningún otro la crisis del coronavirus ese el de los profesionales sanitarios y hoy se celebra el Día Internacional de la Enfermería.

Cada día a las 20:00 horas, miles de personas se asoman a sus ventanas, terrazas y balcones para aplaudir a todos los profesionales que están dejándose la piel para sacar adelante al país ante la emergencia sanitaria causada por el coronavirus. Se ha instaurado como rutina en medio del confinamiento.

Es un emotivo reconocimiento por el esfuerzo que realizan cada día estos trabajadores. Si hay un sector laboral que está sufriendo más que ningún otro la crisis del coronavirus ese el de los profesionales sanitarios. Médicos, enfermeros, cuidadores, auxiliares, celadores, administrativos… trabajan sin descanso desde hace días en hospitales y centros de salud abarrotados y, en muchas ocasiones, en condiciones lamentables.

En circunstancias más normales ya es una profesión de riesgo que requiere paciencia y fortaleza, por ello, el 12 de mayo se celebra el Día internacional de la Enfermera, con ocasión del aniversario del nacimiento de Florence Nightingale, considerada precursora de la enfermería profesional moderna.

Como este día es un reconocimiento a su ardua labor, te dejamos una serie de frases reflexivas para compartir en esta especial jornada.

"Un hospital nunca será seguro para los pacientes si no es seguro para las enfermeras, si no pueden alzar su voz, cuidar de los enfermos y usar sus conocimientos, habilidades y destrezas", Tilda Shalof.

"Las enfermeras tienen esa manera única e insaciable de cuidar de otros, lo que es una gran fortaleza y a la vez una debilidad", Dr. Jean Watson.

"Le debo mi éxito a esto: nunca di ni acepté una excusa", Florence Nightingale.

"No se trabaja de enfermera, se es enfermera", Gisela Pou.

"Nuestro trabajo es amortiguar la tristeza y celebrar el deber cada día, mientras solo hacemos nuestro trabajo", Christine Belle.

"Si salvas una vida eres un héroe, pero si salvas 100 vidas eres una enfermera", anónimo.

"Las enfermeras son la hospitalidad del hospital", Carrie Latet.

"Un hospital nunca será seguro para los pacientes si no es seguro para las enfermeras, si no pueden alzar su voz, cuidar de los enfermos y usar sus conocimientos, habilidades y destrezas", Tilda Shalof.

"La empatía es la esencia de una enfermera", Jean Watson.

"No era así de fuerte cuando comencé. La enfermería me hizo fuerte", Tilda Shalof.

"Una enfermera siempre nos dará esperanza; es un ángel con estetoscopio", Carrie Lalet.

"Las enfermeras son ángeles con zapatos cómodos" anónimo.

"La enfermería es como una manía, una fiebre en la sangre, una enfermedad incurable que una vez contraída no se puede curar. Si no fuera así, no habría enfermeros", Monica Dickens.





Hoy celebramos 300 entradas


Queremos celebrar con todos vosotros esta entrada número 300. 

¡Uffff cómo pasa el tiempo! Son muchos los días que he escrito para poder compartir estos artículos o entradas con la intención de animaros a cuidar un poco más de vuestra salud, espero haberlo conseguido, yo me he divertido con ello, espero que os gusten los contenidos.