lunes, 24 de agosto de 2020

El duelo


Vivir la muerte de un ser querido es probablemente una de las cosas más difíciles por las que pueda pasar un ser humano.

La experiencia es única y distinta para cada persona y ninguna pérdida es comparable a otra, por lo que cada doliente siente y expresa su dolor de una sola manera, la suya.
Este proceso de incorporar a la vida cotidiana la ausencia definitiva de un ser querido está claramente influido por la cultura, las creencias y las reglas sociales.

Hay cuatro fases secuenciales:
1.      Experimentar pena y dolor.
2.     Sentir miedo, ira, culpabilidad y resentimiento.
3.     Experimentar apatía, tristeza y desinterés.
4.     Reaparición de la esperanza y reconducción de la vida.

En el duelo se pueden presentar una gama muy amplia de manifestaciones normales:
·      Físicas: pérdida de apetito, alteraciones del sueño, pérdida de energía y agotamiento y diversas quejas somáticas (algunas relacionadas con la enfermedad que tuvo el fallecido).
·      Conductuales: agitación, llanto, cansancio y aislamiento.
·      Cognitivas: pensamientos obsesivos acerca del fallecido, baja autoestima.
·      Autorreproches, sensación de indefensión, desesperanza, sensación de irrealidad y problemas con la memoria y la concentración.
·      Afectivas: tristeza, desesperación, ansiedad, culpa, enfado y hostilidad, incapacidad para disfrutar de las cosas agradables y sentir placer, soledad.

A veces se asocia a problemas de salud como depresión, ansiedad generalizada, crisis de angustia, abuso de alcohol o psicofármacos. Y el duelo prolongado, a un aumento de la mortalidad por suicidio y eventos cardiovasculares, y a una mayor demanda de apoyo sanitario.

El apoyo más importante que una persona recibe después de sufrir una pérdida proviene de amigos y familiares, pero en caso de dificultades para superar la pérdida, puede ser útil el apoyo terapéutico. El periodo de duelo permite a la persona superar la pérdida, vivir sin la persona fallecida e independizarse emocionalmente de ella, tomar decisiones por sí mismo, establecer nuevas relaciones, siendo capaz de superar los momentos más críticos como celebraciones familiares, cumpleaños o fechas significativas.

Las estrategias de apoyo psicológico o médico buscan ayudar a la persona a superar este proceso, haciendo posible hablar de la persona fallecida y reconocer si hay emociones mínimas o exageradas alrededor de la pérdida, con vivencias de culpa, rabia u otros sentimientos negativos.

Entre las técnicas terapéuticas que pueden utilizarse en este proceso de adaptación a la ausencia de la persona querida, se encuentran:
·      Anticipación de fechas y situaciones. Algunas fechas (aniversario de la muerte, cumpleaños, Navidades, Todos los Santos, etc.) son especiales, y con ellas llegarán nuevos tirones de dolor que sorprenden y desmoralizan, por lo que conviene tenerlas en cuenta para adelantarse si están por venir, adivinando o imaginando como se vivirán, o averiguar el impacto y la estela que han dejado atrás si ya han ocurrido.
·      Toma de decisiones, solución de problemas y adquisición de habilidades. A veces la persona en duelo tiene un auténtico bloqueo cognitivo mezclado con miedo, ya que su mundo se le ha venido abajo y todo puede ser extremadamente peligroso. En esta situación, a veces, la toma de decisiones resulta difícil o es necesario adquirir habilidades que ejercía la persona fallecida (arreglo de un enchufe, cambiar una bombilla, ir al banco, etc.).
·      Concretar los problemas, generar alternativas, elegir una opción, ponerla en marcha y evaluar resultados.
·      La narración de un hecho trágico lo desdramatiza en parte. El relato pormenorizado y redundante de la muerte es catártico, lava, purga, abre la espita de la emoción y además libera, ordena y estructura el pensamiento. Casi hace de la muerte una parte de nosotros mismos, la normaliza y ayuda a superarla.
·      Hablar de retazos de vida pasada, extraerlos del viejo archivo de la memoria y actualizarlos. Los vínculos son ahora distintos, pero perviven. Puede hacer nuevas amistades, ilusionarse con los nietos, la vida... Sin miedo, nunca se va a olvidar porque el olvido es imposible.
·      Prescripción de tareas concretas e individualizadas que comprometen al doliente y le obligan en su consecución.
·      Realizar ejercicio físico con unas pautas determinadas, consiguiéndose, además -por el efecto dominó y casi sin querer- cambios en otros hábitos de vida del doliente, y sobre todo evitando maneras de afrontar su pérdida, claramente perjudiciales: abusar del alcohol, del tabaco, del vídeo, de la televisión, del juego, etc.
·      Hablar de los sueños y de las presencias visuales, auditivas, táctiles... Es conveniente hablar de ellos y del significado que tienen para el doliente.
·      Utilización de psicofármacos. En el duelo normal sólo deben tomarse fármacos para trastornos concretos y durante un tiempo limitado y ocasional, con el fin de evitar medicalizar el duelo. Los antidepresivos son totalmente ineficaces frente a la tristeza del duelo si no existe depresión.
·      Debe alejarse de estilos de afrontar las dificultades claramente perjudiciales, como son los 'compensadores químicos' que utilizan sustancias para curar su dolor y su impotencia como alcohol, nicotina, pastillas... O conductas repetitivas y compulsivas del tipo 'trabajo adicto', jugador de máquinas, etc. que anclen el dolor y lo narcoticen por la repetición.

Debe solicitarse atención especializada en caso de:
·      Estilos de afrontar los problemas abiertamente autolesivos a corto o largo plazo (exceso de consumo de drogas, alcohol, ludopatías, obsesiones...).
·      Aparición de problemas de salud mental asociados: fobias, crisis de angustia, etc.
·      No superación del duelo: aparente ausencia de duelo, cronificación...

  
Fuente: Clínica Universidad de Navarra

viernes, 21 de agosto de 2020

Los pediatras insisten en la necesidad de mantener una vigilancia permanente de los menores ante el auge de las piscinas hinchables.


Las pequeñas dimensiones de piscinas hinchables y portátiles pueden conducir a un exceso de confianza. Por ello, se recuerda la necesidad de mantener contacto visual continuo con los niños durante su baño o cuando están cerca del agua para prevenir accidentes que pueden tener fatales consecuencias.

Los pediatras recuerdan la importancia de mantener la vigilancia constante durante los baños de los niños para prevenir ahogamientos, un mensaje en el que insisten especialmente a raíz de la elevada demanda de piscinas hinchables y portátiles que ha traído consigo la pandemia por coronavirus.

Los accidentes por ahogamiento siguen siendo una causa importante de morbimortalidad entre los pequeños, con una incidencia estimada de 1,5 casos por cada 100.000 habitantes y año.

Los ahogamientos de menores se dan con mayor frecuencia en piscinas, especialmente aquéllas de uso particular debido a la falta de supervisión o por distracciones por parte de los adultos, pudiendo evitarse en el 80 por ciento de los casos mediante una supervisión constante.

Ante la proliferación este verano de las piscinas de uso doméstico, los pediatras insisten en la necesidad de no confiarse cuando el menor está en el agua o cerca de ésta, incluso si apenas hay profundidad.

Frente a las piscinas grandes que cuentan con socorristas y donde solemos mantener la alerta, las pequeñas dimensiones de las piscinas hinchables y portátiles pueden provocar una relajación en esa vigilancia. Sin embargo, apenas dos centímetros de agua en el fondo de un cubo y menos de dos minutos son suficientes para que un bebé pueda ahogarse, y hay que tener en cuenta que los niños se ahogan en silencio, no gritan pidiendo ayuda como los adultos.

La consecuencia más devastadora de estos accidentes es, evidentemente, el fallecimiento del niño, pero no debemos olvidar las secuelas neurológicas, que pueden ser muy importantes, y en este sentido el tiempo de actuación es fundamental.

El riesgo de ahogamiento, es mayor en menores con discapacidad física o mental o cuando presentan problemas como epilepsia o arritmias cardiacas.

Se alerta del peligro que supone en este sentido el consumo de alcohol en menores de edad, ya que el 25 por ciento de los ahogamientos de adolescentes están relacionados con dicho consumo.

Otra recomendación a tener en cuenta es la de no confiar en exceso en flotadores o manguitos que pueden proporcionar una falsa sensación de seguridad e incluso ser la propia causa del ahogamiento, por lo que debe mantenerse la vigilancia cuando el menor utilice este tipo de elementos. Asimismo, ha recomendado enseñar a nadar a los niños cuanto antes y, finalmente, ha aconsejado a los adultos la formación en aspectos básicos de reanimación cardiopulmonar (RCP).

Cómo actuar
En caso de ahogamiento hay que actuar según la denominada conducta PAS (proteger, avisar, socorrer). Aunque lo fundamental es la prevención del accidente, si éste sucede lo primero que se debe hacer es proteger a la persona accidentada poniéndola en un lugar seguro, avisar de inmediato a los servicios de emergencia y, una vez hecho esto, socorrer.

Se debe sacar a la víctima del agua lo antes posible y con cuidado, estabilizando cuello y columna porque a veces el ahogamiento está motivado por una caída previa. Si el menor no respira hay que abrir la vía aérea e iniciar maniobras de RCP básica, empezando con cinco respiraciones de rescate (ventilación boca-boca nariz en lactantes y boca-boca pinzando la nariz en niños mayores).

Si no hay pulso, se procederá a iniciar masaje cardiaco alternando 15 compresiones torácicas con dos respiraciones de rescate. En caso de ahogamiento en agua, se debe evitar la maniobra de Heimlich (compresiones abdominales que se aplican en caso de atragantamiento y ahogo por la entrada de un cuerpo extraño a la vía respiratoria) debido al riesgo de aspiración.


Fuente: Hospital Universitario de Guadalajara


viernes, 14 de agosto de 2020

Consejos ante una ola de calor


Quiénes deben estar protegidos especialmente del calor?
1.      Las personas mayores, discapacitadas y los niños menores de 5 años.
2.     Las personas con enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, cardiopatía, obesidad, alcoholismo).
3.     Las personas que tomen alguna medicación habitualmente.
4.     Las personas que realizan trabajos físicos intensos o deporte al aire libre cuando hay temperaturas elevadas.
5.     Ante cualquier duda consulte a los profesionales sanitarios.

¿Qué efectos produce el exceso de calor?
·         Calambres, por pérdida de sales.
·         Agotamiento: malestar, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, sed intensa.
·         Deshidratación: decaimiento y sensación de postración.
·         Golpe de calor: nauseas, vómitos, dolor de cabeza, piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal por encima de 40º, inestabilidad al andar, mareos, pudiendo llegar a tener convulsiones y coma.

¿Cómo protegerse del calor?
·         Evite salir de casa durante las horas centrales del día (entre las 12 del mediodía y las 6 de la tarde).
·         Beba más líquidos, sin esperar a tener sed. Sobre todo agua y zumos de fruta ligeramente fríos.
·         Evite comidas copiosas, tome verduras y frutas. Coma menos cantidad y más veces al día. No tome comidas calientes ni abuse de las bebidas alcohólicas.
·         Reduzca la actividad física.
·         Descanse con frecuencia a la sombra.
·         Use ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros, sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares.
·         Permanezca en espacios ventilados o acondicionados.
·         Cuando esté en la casa, utilice las habitaciones más frescas.
·         Durante el día baje las persianas y cierre las ventanas; ábralas por la noche para ventilar.
·         Mantenga los alimentos en el frigorífico y vigile siempre las medidas higiénicas de conservación.
·         Cuando estacione el coche no deje en el interior a niños ni ancianos con las ventanillas cerradas.
·         Ayude a las personas que puedan estar en mayor riesgo de sufrir los efectos del calor.

¿Qué hacer ante una persona con un golpe de calor?
·         Llame a emergencias sanitarias al 112.
·         Coloque al enfermo en un lugar a la sombra.
·         Quítele ropa para airearle.
·         Si está consciente, colóquele con la cabeza ligeramente elevada y ofrézcale abundante agua.
·         Refrésquele con agua fría o hielo, sobre todo la cara y axilas. No le meta en la bañera para enfriarle.
·         Si está inconsciente colóquele tumbado de lado, con las piernas flexionadas.
·         Nunca dé líquidos a una persona inconsciente.


miércoles, 12 de agosto de 2020

Cuidados de la dermatitis de la mano


¿Qué deberíamos saber?
Para acelerar la curación y prevenir las recaídas de la dermatitis de las manos debe seguir las siguientes instrucciones:
1.      Para el lavado de las manos: Use agua templada y jabón sin ningún perfume, sin alquitrán y sin azufre (tipo Oilatum, Dermopan, Avenamit, Surgrasse de Roc o cualquier jabón de glicerina). Emplee poco jabón y aclare las manos totalmente. Séquelas con una toalla de algodón limpia, sin olvidar el secado entre los dedos. También puede hacer la higiene mediante Cetaphyl loción, sin agua.
2.     Los anillos pueden retener sustancias irritantes, por lo que debe quitárselos cuando realice trabajos domésticos y siempre que vaya a lavarse las manos.
3.     No toque nunca los detergentes sin guantes, ni siquiera para ponerlos en la lavadora o el lavaplatos. Tenga en cuenta que los vasitos de medida suelen estar impregnados de detergente por fuera. Evite también el contacto al máximo con otros agentes de limpieza (limpiametales, limpiacristales, ceras y abrillantadores de suelos, muebles, coches, ...), así como con disolventes tipo petróleo, benzol, aguarrás, amoníaco, acetona, tricloroetileno, etc.
4.     Evite la manipulación de productos de peluquería: champú, tintes capilares, lociones, etc. Sobre todo en periodos agudos de la dermatitis hágase lavar el pelo por otra persona o utilice guantes de plástico fino de un solo uso.
5.     Sin guantes no debe pelar patatas, ni partir verduras, fundamentalmente ajo, cebolla, tomates y cítricos.
6.     Es conveniente tener siempre en la cocina una bolsa de guantes de plástico transparentes y desechables, de un solo uso, y utilizarlos tanto para la manipulación y cortado de verduras como para el lavado de platos y ropas y el manejo de cualquier producto. Cuando vaya a emplear estos guantes durante un tiempo prolongado es conveniente que se aplique una crema de protección de manos tipo Crema de manos de AVENE, Vasenol o Atrix. Si uno de estos guantes se agujereara, cámbielo; es peor llevarlos de esta manera que no llevar nada. Para fregar la vajilla, lavar a mano y todo aquello que no pueda hacer con los guantes de plástico, utilice guantes de goma con otros de algodón debajo, o bien guantes de goma forrados por dentro (tipo Dermoprotectores DERMATHEA, de venta en farmacias).
7.     Proteja sus manos de la sequedad y fisuras debidas al frío.
8.     Recuerde que la resistencia a la piel está disminuida al menos durante 4 o 5 meses después de haber desaparecido la dermatitis aguda, por lo que aunque esté completamente curada, conviene que siga observando estas instrucciones.


Fuente: tuotromedico

miércoles, 5 de agosto de 2020

Geles hidroalcohólicos: no todos protegen igual frente al coronavirus



No todos los geles hidroalcohólicos protegen igual frente al coronavirus, hay que tener en cuenta la concentración de alcohol, entre el 70 y 90%, y ante qué microorganismos nos protegen. Estas son las recomendaciones de la Organización Colegial de Enfermería.

Estamos preocupados porque los ciudadanos están comprando y utilizando algunos geles que no sirven frente al virus y su uso les da una falsa sensación de seguridad que puede llegar a exponerlos al COVID-19, con las consecuencias fatales que esto puede llegar a suponer.

El número de contagios no cesa y, como sanitarios que hemos estado en primera línea de la pandemia, no queremos que se repita una crisis igual que la que hemos vivido en estos últimos meses. Por ello, queremos recordar que seguir las recomendaciones sanitarias pueden prevenir los rebrotes.

La higiene de manos con hidrogel debe hacerse cuando no se disponga de agua limpia y jabón, después de tocar cualquier superficie que pueda estar contaminada ya sea dentro de domicilio o en la calle.

Cómo elegir el más adecuado

Precauciones con los geles hidroalcohólicos
Durante la aplicación de estos geles se debe tener especial cuidado y evitar aplicarlos en zonas sensibles o dañadas de la piel o mucosas.

Además, hay que recordar que se caracterizan por tener un alto porcentaje de etanol y por tanto son inflamables, por lo que deben estar alejadas de focos de calor como: llamas abiertas, chispas o cualquier fuente de ignición; y evitar fumar inmediatamente después de usarlos o en lugares donde estén almacenados.

Cómo desinfectarse las manos correctamente






Fuente: Organización Colegial de Enfermería