miércoles, 13 de octubre de 2021

Reflujo gastroesofágico

 

El esófago es un conducto que transporta la comida desde la boca hasta el estómago. El reflujo gastroesofágico, comúnmente llamado ardor de estómago, se produce cuando un músculo situado al final del esófago no se cierra adecuadamente. Eso permite que el contenido del estómago regrese hacia el esófago y lo irrite. ¿Cuáles son los síntomas de esta patología? ¿Qué remedios para aliviar los síntomas carecen de evidencia científica? ¿Qué consejos sí pueden ser de utilidad?

Los pacientes con reflujo pueden experimentar una sensación de acidez o quemazón en el pecho.

El esófago se une al estómago por una válvula o esfínter llamado esfínter esofágico inferior (o cardias), que permite el paso de la comida para cerrarse posteriormente. En caso de que no funcione bien y no cierre tras la entrada de la comida, permitirá que el contenido gástrico (que es ácido), ascienda al esófago.

Este ascenso puede ocurrir de forma ocasional, sin embargo, cuando ocurre de forma frecuente o hay un daño en la mucosa esofágica, se considera una patología conocida como enfermedad por reflujo gastroesofágico. Esta enfermedad afecta a aproximadamente un 15% de la población mundial. Puede estar potenciada por otras alteraciones anatómicas como la hernia de hiato y condiciones físicas como el aumento del peso corporal o una alimentación inadecuada.

Sus síntomas son la pirosis (sensación de acidez o quemazón en el centro del pecho y que se extiende en dirección al cuello) y la regurgitación (la comida o los líquidos regresan de nuevo a la boca especialmente al agacharse o al tumbarse). Este trastorno también puede provocar tos, carraspera, ronquera matutina y disfagia (dificultad para tragar). Además, esta enfermedad predispone a la aparición de erosiones o úlceras en el esófago (esofagitis).

No hay evidencias de que la leche, el bicarbonato o el zumo de limón alivien los síntomas del reflujo.

En internet también abundan múltiples trucos que en teoría pueden ayudar a aliviar los síntomas del reflujo gástrico. Una de cada cinco personas recurre a remedios caseros, como el bicarbonato o tomar leche, para solucionar síntomas relacionados con el reflujo esofágico como la acidez.

Pero muchos de estos remedios carecen de evidencia científica. Ni la ingesta de leche ni de bicarbonato o zumo de limón curan el reflujo. De hecho, tomar zumo de limón puede estimular la producción de ácidos del sistema digestivo.

Muchas personas, sobre todo de países con un sistema sanitario muy débil, se inclinan por métodos rudimentarios, como tomar leche, o tomar determinadas plantas, como tratamiento alternativo, pero: los remedios caseros o naturales carecen de evidencia científica para la cura del reflujo.

La leche parece provocar un alivio momentáneo de la acidez de estómago, pero también estimula la producción de ácido por ello, la sensación de acidez regresa tras un período corto de tiempo.

Un estudio indica que el consumo de leche entera, baja en grasa o desnatada produce un aumento de la secreción de ácido gástrico.

¿Cómo aliviar los síntomas del reflujo gastroesofágico?

Si se tiene reflujo, puede ser aconsejable limitar o eliminar el consumo de algunos alimentos. Por ejemplo, sería conveniente retirar de la dieta o limitar mucho los alimentos picantes o muy especiados o los que contienen una excesiva cantidad de grasa (por ejemplo, la mayonesa, la mantequilla, los alimentos fritos o los embutidos). También se aconseja hacer varias comidas al día de poca cantidad y dejar pasar dos horas entre que cenas y te acuestas. Además de disminuir el consumo de alcohol, té y café.

Más allá de la alimentación, ¿qué otros remedios y consejos pueden ser de utilidad? Se aconseja dejar de fumar, perder peso y hacer ejercicio moderado. La obesidad se asocia con un aumento significativo del riesgo de padecer los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Se aconseja además elevar el cabecero de la cama unos 30º con tacos de madera. Al hacerlo se alivia la pirosis nocturna y las alteraciones del sueño asociadas.

 

Fuente: DKVSalud


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