sábado, 23 de octubre de 2021

Fascitis plantar

 

La fascitis plantar es una de las causas más comunes de dolor de talón. Implica la inflamación de una banda gruesa de tejido que atraviesa la planta del pie y conecta el hueso del talón con los dedos de los pies (fascia plantar).

La fascitis plantar comúnmente causa dolor punzante que suele aparecer con los primeros pasos en la mañana. A medida que te levantas y te mueves, el dolor normalmente disminuye, pero puede retornar después de largos períodos de estar de pie o cuando te pones de pie después de estar sentado.

La fascitis plantar es más común en los corredores. Las personas con sobrepeso y las que usan zapatos con soporte inadecuado también tienen un mayor riesgo de padecer fascitis plantar.

Síntomas

La fascitis plantar generalmente causa un dolor lacerante en la planta del pie cerca del talón. Por lo general, el dolor es más intenso al dar los primeros pasos después de despertarse, aunque también puede ser desencadenado por estar de pie durante mucho tiempo o al levantarse después de estar sentado. El dolor suele empeorar después del ejercicio, no durante este.

Causas

La fascia plantar tiene la forma de un arco, que sostiene el arco del pie y absorbe el choque al caminar. Si la tensión y el estrés aplicado en este arco se vuelven demasiado grandes, pueden ocurrir pequeños desgarros en la fascia. Los estiramientos y desgarros repetitivos pueden irritar o inflamar la fascia, aunque la causa sigue siendo incierta en muchos casos de fascitis plantar.

Factores de riesgo

Aunque la fascitis plantar puede presentarse sin una causa obvia, algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta afección. Por ejemplo:

·         Edad. La fascitis plantar es más común entre los 40 y 60 años de edad.

·         Ciertos tipos de ejercicio. Las actividades que ejercen mucha presión sobre el talón y los tejidos adheridos, como las carreras de larga distancia, el ballet y la danza aeróbica, pueden contribuir a la aparición de la fascitis plantar.

·         Mecánica del pie. Los pies planos, un arco alto o incluso un patrón anormal de caminar pueden afectar la forma en que se distribuye el peso cuando estás de pie y pueden poner más tensión en la fascia plantar.

·         Obesidad. El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre la fascia plantar. 

·         Ocupaciones que te mantienen de pie. Los trabajadores de fábrica, los maestros y otras personas que pasan la mayor parte de sus horas de trabajo caminando o de pie sobre superficies duras pueden dañar la fascia plantar.

Complicaciones

Ignorar la fascitis plantar puede provocar dolor crónico en el talón que dificulta sus actividades regulares. Cambiar la manera de caminar como una forma de aliviar el dolor de la fascitis plantar puede provocar problemas en los pies, las rodillas, la cadera o la espalda.

Diagnóstico

La fascitis plantar se diagnostica con base en los antecedentes médicos y el examen físico. Durante el examen, el médico revisará si hay áreas de sensibilidad en el pie. La ubicación del dolor puede ayudar a determinar su causa.

Estudios de diagnóstico por imágenes

Por lo general, no es necesario realizar pruebas. Tu médico podría sugerirte una radiografía o una resonancia magnética para asegurarse de que otro problema, como una fractura por estrés, no te esté causando dolor.

Algunas veces, una radiografía muestra un pedazo de hueso que sobresale (espolón) del hueso del talón. En el pasado, a menudo se creía que estos espolones óseos eran responsables del dolor en el talón y se extirpaban quirúrgicamente. Pero muchas personas que tienen espolones óseos en los talones no tienen dolor en el talón.

Tratamiento

La mayoría de las personas que tienen fascitis plantar se recupera en unos meses con un tratamiento conservador, que incluye reposo, aplicación de hielo en el área dolorosa y estiramiento.

Medicamentos

Los analgésicos como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve) pueden aliviar el dolor y la inflamación causados por la fascitis plantar.

Terapias

Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, o el uso de dispositivos especiales pueden aliviar los síntomas. Por ejemplo:

·         Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede enseñarte una serie de ejercicios para estirar la fascia plantar y el tendón de Aquiles, y para fortalecer los músculos de la parte inferior de las piernas. Un terapeuta también podría enseñarte a vendarte con cinta deportiva para brindar apoyo a la planta del pie.

·         Férulas nocturnas. El fisioterapeuta o el médico podrían recomendarte que uses una férula que estire la pantorrilla y el arco del pie mientras duermes. Esto mantiene la fascia plantar y el tendón de Aquiles en una posición extendida durante la noche para facilitar el estiramiento.

·         Ortopedia. Tu médico podría prescribir plantillas ortopédicas (órtesis) prefabricadas o hechas a medida para ayudar a distribuir la presión que se ejerce sobre el pie de manera más uniforme.

Cirugía u otros procedimientos

Si las medidas más conservadoras no están funcionando después de varios meses, el médico podría recomendarte lo siguiente:

·         Inyecciones. Inyectar medicamentos esteroides en el área sensible puede proporcionar alivio temporal del dolor. No se recomiendan las inyecciones múltiples porque pueden debilitar la fascia plantar y posiblemente causar su ruptura. Mediante el uso de las imágenes por ultrasonido, se puede inyectar plasma rico en plaquetas obtenido de la propia sangre del paciente para promover la cicatrización de los tejidos.

·         Terapia de ondas de choque extracorporales. En este procedimiento, se dirigen ondas sonoras al área del dolor de talón para estimular la recuperación. Generalmente se usa para la fascitis plantar crónica que no ha respondido a tratamientos más conservadores. Algunos estudios muestran resultados prometedores, pero no han demostrado ser consistentemente efectivos.

·         Reparación ultrasónica del tejido. Utiliza imágenes por ultrasonido para guiar una sonda similar a una aguja hacia el tejido dañado de la fascia plantar. Utilizando energía de ultrasonido, la punta de la sonda vibra rápidamente para romper el tejido dañado, que luego se succiona.

·         Cirugía. Algunas personas requieren cirugía para separar la fascia plantar del hueso del talón. Generalmente es una opción solo cuando el dolor es severo y otros tratamientos han fallado. Se puede hacer como un procedimiento abierto o a través de una pequeña incisión con anestesia local.

Estilo de vida y remedios caseros

Para reducir el dolor de la fascitis plantar, prueba estos puntos de cuidado personal:

·         Mantén un peso saludable. El peso extra puede aumentar la tensión en la fascia plantar.

·         Escoge zapatos con buen apoyo. Compra zapatos con tacones de bajos a moderados, suelas gruesas, buena plantilla ortopédica y amortiguación adicional. No camines descalzo.

·         No uses zapatos deportivos desgastados. Reemplaza tus zapatos deportivos viejos antes de que dejen de proporcionar soporte y amortiguar tus pies.

·         Cambia de deporte. Prueba un deporte de bajo impacto, como nadar o andar en bicicleta, en lugar de caminar o trotar.

·         Aplica hielo. Aplica una bolsa de hielo cubierta de tela sobre el área de dolor durante 15 minutos tres o cuatro veces al día. La aplicación de hielo puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.

·         Estira los arcos. Los ejercicios caseros simples pueden estirar la fascia plantar, el tendón de Aquiles y los músculos de la pantorrilla.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario