jueves, 21 de diciembre de 2017

Cuidados del catarro común



El catarro común es una infección vírica del aparato respiratorio, que normalmente cursa sin fiebre y se manifiesta con inflamación de las vías respiratorias superiores: nariz, garganta, traquea, laringe, senos nasales y oído.

Se ha observado que aparecen tres momentos de mayor incidencia del catarro: uno en otoño (comenzando con el inicio del colegio), otro en invierno y en la primavera.

No existe un tratamiento específico para la causa del catarro común, dado que está causado por numerosos tipos y cepas de virus.



·         Se aconseja lavarse bien las manos y utilizar pañuelos desechables.
·         El lavado frecuente de las manos constituye una clara medida preventiva del catarro.
·         Tápese la nariz al toser y al estornudar para evitar contagios.
·         Evite los ambientes cargados.
·         Evite el tabaco.
·         Evite los cambios bruscos de temperatura.
·         Protéjase del frío.
·         Beba gran cantidad de líquidos para que las secreciones nasales sean más fluidas.
·         Mantenga las vías respiratorias húmedas. Puede ser conveniente humidificar el ambiente y realizar inhalaciones de vapor.
·         En niños pequeños, suele ser útil el hacer lavados de las fosas nasales con suero fisiológico.

Tratamiento sintomático
·         Si aparece fiebre, cefalea, malestar general, es conveniente tomar paracetamol, ácido acetilsalicílico o ibuprofeno.
·         NO ES NECESARIO EL USO DE ANTIBIÓTICOS, ya que se trata de una enfermedad vírica y no bacteriana.
·         Descongestionantes nasales: se emplean fármacos alfa-adrenérgicos o simpaticomiméticos que actúan reduciendo la congestión nasal y facilitando la ventilación nasal. Pueden administrarse por vía tópica (por la nariz) o por vía sistémica.
·         Descongestionantes tópicos: efedrina, fenilefrina, fenoxazolina, tramazolina, oximetazolina, xilometazolina, etc. Los descongestionantes nasales por vía tópica tienen menos efectos a nivel sistémico pero pueden dar lugar al efecto rebote, es decir, cuanto más medicamento se use, mayor congestión nasal.
·         Descongestionantes sistémicos: efedrina, fenilpropanolamina, pseudoefedrina. Los descongestionantes nasales por vía sistémica tienen la ventaja de que la duración de su acción es mayor y producen menos irritación local. No producen efecto rebote, pero tienen la desventaja de que provocan efectos a nivel sistémico, como puede ser un aumento de la presión arterial, aumento de la glucosa, etc.
·         En el proceso catarral pueden darse dos tipos de tos: la tos improductiva o seca y la tos productiva, que ayuda a eliminar la mucosidad y, por lo tanto, no es conveniente suprimirla, a no ser que sea tan molesta que impida el sueño o realizar una actividad normal. Es necesario beber abundantes líquidos para facilitar la salida del moco y, en ocasiones, se pueden tomar fármacos mucolíticos y fármacos expectorantes. En el caso de que la tos sea seca e improductiva, se pueden utilizar fármacos antitusígenos que inhiban, a nivel central, el reflejo de la tos.

Fuente: Clínica Universidad de Navarra

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