miércoles, 2 de noviembre de 2016

Infección por el Virus del Papiloma Humano II




¿Cuándo debe realizarse una citología cervical o una prueba del VPH y cuál es su significado?
Tanto la citología como la prueba VPH se utilizan en los programas de prevención del cáncer de cuello de útero.

La citología se ha utilizado clásicamente en mujeres a partir de los 25 años repitiendo la prueba cada tres años.

Recientemente, se ha incorporado la prueba VPH en la prevención del cáncer de cuello de útero ya que es más sensible que la citología (mayor capacidad de detección) y permite alargar con seguridad el intervalo entre pruebas hasta 5 años. Dado que la infección por el VPH es muy frecuente en mujeres jóvenes y en estos casos casi siempre transitoria, la prueba VPH únicamente debe realizarse a partir de los 30 años.

Un resultado anormal de la citología (SIL/CIN) o una prueba VPH positiva para virus de alto riesgo significa que usted puede ser portadora de una lesión premaligna del cuello de útero, por lo que deberá ser sometida a un estudio más detallado que permita confirmar esta sospecha (ver punto7). Si no tiene infección por VPH y la citología es negativa, el riesgo de tener lesiones premalignas es prácticamente nulo por lo que puede seguir sus controles rutinarios.

¿Cómo se diagnostica una lesión precancerosa o un cáncer de cuello de útero?
Las mujeres con resultados anormales en la citología o prueba de VPH deben ser evaluadas mediante los siguientes estudios:

Colposcopia:
Consiste en explorar el cuello del útero mediante una lente a bajo aumento llamado “colposcopio” que permite examinar el cuello del útero con mayor precisión. Tras aplicar una serie de líquidos, las lesiones premalignas del epitelio se hacen visibles por lo que podemos observar su tamaño y localización exacta. Esta prueba no suele producir molestias adicionales a las que pueda producir la toma de la citología.

Biopsia del cuello del  útero:
El diagnóstico definitivo de la existencia de una lesión premaligna del cuello del útero requiere en general la realización de una biopsia.

Si la colposcopia visualiza alguna alteración en el cuello de útero sugestiva de lesión, su ginecólogo realizará una pequeña biopsia del área anormal. Para ello, se utilizan unas pinzas especiales que obtienen un pequeño fragmento de tejido. Este procedimiento suele realizarse sin ningún tipo de anestesia y en la mayoría de casos la molestia es escasa y tolerable.

El análisis de la biopsia permite obtener el diagnóstico definitivo. Este diagnóstico es esencial para definir en qué casos será necesario tratar o simplemente realizar controles periódicos según el grado y características de la lesión y la paciente.

¿Qué otras lesiones precancerosas o cáncer puede causar el VPH?
El cuello del útero es la parte del organismo en la que se producen con mayor frecuencia lesiones precancerosas y cáncer relacionadas con el VPH.

Con menor frecuencia el virus infecta otros epitelios y mucosas del área ano- genital y orofaríngea y puede producir lesiones precancerosas y cáncer en vulva, vagina, ano, boca, garganta y pene.

A diferencia de lo que ocurre en el cuello del útero, el cáncer de otras localizaciones no siempre está relacionado con el VPH. Así, en el caso de los cánceres de orofaringe, por ejemplo, se asocian con mayor frecuencia a tabaco y alcohol, que a la infección por VPH.

¿Cómo se trata la infección VPH o las lesiones asociadas al virus?
Actualmente no existe tratamiento médico específico para la infección VPH. La infección deberá ser eliminada por el sistema inmune de cada mujer, desapareciendo la mayoría de ellas sin causar ningún problema.

Sí existen varios tipos de tratamiento que permiten destruir o extirpar las lesiones producidas por este virus, todos ellos igual de efectivos:

Extirpación de la lesión: el área anormal es extirpada cortando un fragmento de tejido del cuello del útero en forma de cono (conización cervical). Habitualmente se utiliza un procedimiento electroquirúrgico que permite cortar el tejido de forma similar a un bisturí eléctrico.

Destrucción de la lesión: se trata de destruir el tejido afectado por la lesión precancerosa. Esta destrucción puede realizarse mediante congelación (crioterapia) o vaporización (aplicando un láser).

Tanto la extirpación como la destrucción de las lesiones se consideran tratamientos conservadores ya que permiten que el cuello del útero, tras su curación, se regenere en gran medida sin impacto en la salud reproductiva de la mujer y por tanto en su capacidad para quedar embarazada. Sólo cuando estos tratamientos se realizan sobre una amplia área lesional o cuando se repiten porque reaparece la lesión, pueden repercutir en la capacidad reproductiva.

¿Cómo se puede prevenir la infección por VPH?
    1.     Administrarse la vacuna frente al VPH. Las vacunas protegen de forma muy eficaz frente a los principales tipos de VPH que causan enfermedades y además son muy seguras.

·         Todas las vacunas comercializadas incluyen los tipos de VPH 16 y 18 causantes del 70% de los cánceres de cuello de útero y una proporción significativa de los cánceres de vulva, vagina, ano y orofaringe.

·         La protección frente a otros tipos se consigue, en parte por la protección cruzada (que significa que la vacuna protege frente a otros tipos de VPH que no están incluidos en la vacuna) o mediante la fabricación de nuevas vacunas que incluyen otros tipos de VPH-AR (concretamente los VPH 31, 33, 45, 52 y 58).

La vacuna previene de la infección pero no afecta a la eliminación de un virus existente en el momento de la vacunación. A pesar de ello, la vacuna también puede ser útil en mujeres que han tenido relaciones o han estado expuestas al VPH ya que a diferencia de lo que ocurre con otras infecciones, el antecedente de una infección previa no protege completamente frente a la adquisición de nuevas infecciones por estos mismos tipos de VPH.

    2.    Utilizar el preservativo. El preservativo protege en gran medida de la infección. Sin embargo, incluso con un uso correcto, la protección no es completa debido a que el área protegida por el preservativo es limitada y toda la piel de la región perineal es potencialmente infecciosa. La correcta utilización del preservativo ha de- mostrado una reducción significativa en la incidencia tanto de   verrugas genitales o condilomas como de lesiones premalignas. Además, el preservativo protege frente a otras infecciones de transmisión sexual, como el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana), y frente a un posible embarazo no deseado

Factores que favorecen la eliminación del virus
    1.     No fumar. El consumo de tabaco disminuye la capacidad del sistema inmune para eliminar la infección VPH. El tabaquismo favorece la persistencia de la infección y por tanto incrementa el riego de aparición de lesiones premalignas.

    2.    Dejar de tomar anticonceptivos orales. Diversos estudios encuentran un mayor riesgo de persistencia del VPH, así como mayor incidencia de lesiones premalignas y cáncer de cérvix, entre las mujeres que han utilizado durante muchos años anticonceptivos hormonales orales. Este riesgo disminuye tras dejar el tratamiento. Por el contra- rio, el uso del dispositivo intrauterino (DIU) no incrementa dicho riesgo o incluso lo disminuye. Consulte con su médico antes de tomar una decisión sobre el método anticonceptivo más apropiado.


Fuente: AEPCC

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