jueves, 25 de febrero de 2021

Qué son las cataratas y cuándo hay que operarlas

 

La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino por opacidad o enturbiamiento que dificulta progresivamente la visión.

El cristalino es la lente natural del ojo, situada detrás de la pupila. En las personas jóvenes presenta una transparencia y una elasticidad completas, mientras que, con los años, el cristalino pierde estas características y aparece la catarata. Sin tratamiento, la catarata es un problema oftalmológico importante y causa de un gran número de casos de ceguera en el mundo. Por eso es tan importante que te impliques en su detección y tratamiento.

¿Cuáles son las causas?

La causa más común de la catarata es el envejecimiento, es la llamada catarata senil. Este tipo de catarata suele tener una evolución muy lenta y empieza a ser evidente a partir de los 60 años, mientras que es raro que aparezca antes de los 45 años.

Alrededor de la mitad de los mayores de 80 años han consultado con su especialista en oftalmología por la pérdida de visión causada por una catarata o han sido operados por este problema.

Sin embargo, existen otros tipos de catarata, menos frecuentes:

·         Catarata congénita. Puede aparecer en recién nacidos o durante los primeros años de la infancia. Suele ser hereditaria o causada por enfermedades infecciosas o inflamatorias que la madre ha padecido durante el embarazo.

·         Catarata traumática. Se puede dar cuando una persona sufre una lesión ocular (traumatismo o lesión ocular) de cualquier tipo y sin que importe la gravedad de esta. Puede aparecer a cualquier edad y suele tener una evolución muy rápida.

·         Catarata secundaria. Se asocia a otras enfermedades como la diabetes, el glaucoma o el desprendimiento de retina, entre otros. También se relaciona con la radioterapia o con el tratamiento crónico con corticosteroides, que se emplean en enfermedades como el asma o la artritis.

¿Qué factores de riesgo son más importantes?

·         Tener casos en familiares de primer grado (hermanos/as, padres y madres, etc.).

·         Padecer enfermedades como la diabetes.

·         Haber sufrido una lesión (traumatismo ocular) o haber pasado por una cirugía ocular.

·         Haber pasado mucho tiempo bajo el sol sin gafas de sol, es decir, sin protección ocular frente a los rayos ultravioleta (UV).

·         Tabaquismo.

·         Obesidad.

·         Hipertensión arterial (tensión arterial alta).

·         Enfermedades oculares como la uveítis (inflamación intraocular).

·         Tratamiento con radioterapia, sobre todo en la mitad superior del cuerpo.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?

Como hemos explicado en párrafos anteriores, la pérdida de transparencia y elasticidad del cristalino produce una pérdida de visión que se desarrolla progresivamente. El resultado de este proceso es que puedes acostumbrarte a esta pérdida de visión y no notar los cambios en la visión hasta que esté muy avanzada. Aun así, la pérdida de visión es diferente en cada persona, y mientras algunas no se dan cuenta de los cambios porque se producen muy lentamente, otras los perciben con rapidez.

Es necesario que te mantengas alerta ante una serie de cambios que indican el desarrollo de la catarata como, por ejemplo:

·         Visión borrosa. Tu visión es turbia, como si vieras a través de una niebla o de un parabrisas de coche sucio, empañado o con polvo.

·         Sensibilidad a la luz. Te molesta la luz.

·         Ves los colores apagados, como si hubieran perdido su intensidad, o con un tono amarillento.

·         Visión doble. Ves dos imágenes en lugar de una.

·         Tienes dificultades para ver bien de noche y ves halos de luz alrededor de los focos luminosos, como faros de coche o farolas.

¿Cómo se diagnostica la catarata?

El diagnóstico de la catarata se hace en base a los síntomas que explicamos en la consulta de oftalmología y a los antecedentes familiares y personales de la persona afectada, pero también con la exploración ocular que realiza el especialista en su consulta.

Esta exploración consiste, básicamente, en el estudio de la agudeza visual lejana binocular (de los dos ojos a la vez) y de cada ojo por separado. Se suele completar con una exploración del fondo del ojo y de la retina con el oftalmoscopio, y con la medición de la presión intraocular con el tonómetro, para descartar el glaucoma.

¿Cuál es el tratamiento para la catarata?

La catarata no desaparece ni mejora espontáneamente, de manera que la única solución es la cirugía. La intervención quirúrgica consiste en la extracción del cristalino opacificado con catarata y su sustitución por una lente intraocular (LIO) que permitirá enfocar correctamente las imágenes en la retina. Esta lente intraocular se personaliza para cada persona y para cada ojo. La exploración del especialista es necesaria para decidir sus características. La mayoría de los pacientes recupera una buena visión tras la cirugía, aunque algunas personas necesitan utilizar gafas para conseguir una visión perfecta.

¿Qué complicaciones pueden darse tras la operación?

En algunas ocasiones pueden aparecer complicaciones en función del estado de la catarata, de la morfología del ojo, etc. Por ello es importante que planteemos a nuestro profesional las dudas que tengamos.

Algunas de las posibles complicaciones son:

·         Problemas para enfocar bien (defectos de refracción).

·         Sensación de cuerpos extraños en el campo visual.

·         Lagrimeo.

·         Opacidad de la cápsula posterior del ojo (cápsula en forma de saco dónde se implanta la lente intraocular).

 ¿Cuándo debo operarme la catarata?

En la actualidad, los especialistas recomiendan operar la catarata cuando tu agudeza visual disminuya un 30 - 40%. En general, se recomienda que te operes cuando tu calidad de vida se vea afectada por la pérdida de visión e interfiera con las tus actividades básicas diarias, como conducir, leer o ver la televisión.

La catarata no es un problema de salud urgente, por lo que no precisa de una cirugía inmediata, excepto en casos muy especiales. Debes acudir al especialista en oftalmología, que valorará el momento más oportuno para operarte, de acuerdo con tus condiciones particulares, el grado de pérdida de visión y las limitaciones de tu vida diaria.

¿Qué debo hacer para cuidarme si tengo cataratas?

Antes de la operación debes evitar los factores de riesgo de desarrollo de catarata y para tener una buena salud visual:

·         Presta atención a los cambios de la visión asociados con el desarrollo de la catarata.

·         En el exterior, usa gafas de sol con filtro para protegerte de la radiación ultravioleta.

·         Evita hábitos como el tabaco.

·         Mantén bajo control la diabetes, si la padeces.

·         Evita el consumo de corticosteroides y, en caso de tenerlos prescritos, habla con tu profesional de salud para saber si puede sustituirlos por otros similares.

·         Acude a la consulta del especialista en oftalmología para la revisión periódica de la visión.

Después de la operación:

·         Sigue los consejos de los profesionales para mantener una buena salud visual.

·         Acude a la consulta del especialista en oftalmología para la revisión periódica de la visión. 

·         Recuerda que debes estar alerta ante los cambios en la visión. Es necesario para detectar otras enfermedades como glaucoma, desprendimiento de retina, etc.

¿Cuándo tengo que solicitar atención médica?

·         Si experimento cambios en la visión antes de los 45 años. Estos pueden deberse a una complicación causada por una enfermedad o un traumatismo (lesión) que requieren de la evaluación del especialista.

·         Los cambios en mi visión aparecen de forma brusca y repentina.

¿Cómo puedo mejorar mi calidad de vida?

·         Es conveniente que te hagas una revisión oftalmológica cada 2 años a partir de los 40 años y cada año a partir de los 65.

·         Cuida tus ojos con unas gafas de sol que te protejan de los rayos ultravioleta. Asesórate en tu óptica de confianza.

·         No fumes.

·         Utiliza luces blancas y más brillantes para leer y para otras actividades. Si lo necesitas, puedes usar una lupa para ver mejor las letras más pequeñas.

·         No conduzcas de noche si las luces te deslumbran o ves halos alrededor de los focos luminosos.

·         Mantén la diabetes bien controlada, con ayuda de tu profesional de salud.

·         Usa gafas o lentes de contacto apropiadas para corregir tu visión. Consulta anualmente con tu especialista en oftalmología para revisar la graduación de tus gafas o lentillas.

·         No uses gotas u otros tratamientos que anuncien que "disuelven" la catarata sin cirugía. No existen otros tratamientos efectivos para la catarata aparte de la cirugía.

·         Come vegetales de hoja verde, frutas, nueces y otros alimentos saludables con propiedades antioxidantes. Pide a tu profesional de la salud que te oriente en función de tu estado de salud.

 

Fuente: Fisterra


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