La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino por opacidad o enturbiamiento que dificulta progresivamente la visión.
El cristalino es la lente natural del ojo, situada detrás de la pupila. En las personas jóvenes presenta una transparencia y una elasticidad completas, mientras que, con los años, el cristalino pierde estas características y aparece la catarata. Sin tratamiento, la catarata es un problema oftalmológico importante y causa de un gran número de casos de ceguera en el mundo. Por eso es tan importante que te impliques en su detección y tratamiento.
¿Cuáles son las causas?
La causa más común de la catarata es el
envejecimiento, es la llamada catarata senil. Este tipo de catarata suele tener
una evolución muy lenta y empieza a ser evidente a partir de los 60 años,
mientras que es raro que aparezca antes de los 45 años.
Alrededor de la mitad de los mayores de 80 años
han consultado con su especialista en oftalmología por la pérdida de visión
causada por una catarata o han sido operados por este problema.
Sin embargo, existen otros tipos de catarata,
menos frecuentes:
·
Catarata congénita. Puede
aparecer en recién nacidos o durante los primeros años de la infancia. Suele
ser hereditaria o causada por enfermedades infecciosas o inflamatorias que la
madre ha padecido durante el embarazo.
·
Catarata traumática. Se
puede dar cuando una persona sufre una lesión ocular (traumatismo o lesión
ocular) de cualquier tipo y sin que importe la gravedad de esta. Puede aparecer
a cualquier edad y suele tener una evolución muy rápida.
·
Catarata secundaria. Se
asocia a otras enfermedades como la diabetes, el glaucoma o el desprendimiento
de retina, entre otros. También se relaciona con la radioterapia o con el
tratamiento crónico con corticosteroides, que se emplean en enfermedades como
el asma o la artritis.
¿Qué factores de riesgo son más
importantes?
·
Tener casos en
familiares de primer grado (hermanos/as, padres y madres, etc.).
·
Padecer
enfermedades como la diabetes.
·
Haber sufrido
una lesión (traumatismo ocular) o haber pasado por una cirugía ocular.
·
Haber pasado
mucho tiempo bajo el sol sin gafas de sol, es decir, sin protección ocular
frente a los rayos ultravioleta (UV).
·
Tabaquismo.
·
Obesidad.
·
Hipertensión
arterial (tensión arterial alta).
·
Enfermedades
oculares como la uveítis (inflamación intraocular).
·
Tratamiento
con radioterapia, sobre todo en la mitad superior del cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
Como hemos explicado en párrafos anteriores, la
pérdida de transparencia y elasticidad del cristalino produce una pérdida de
visión que se desarrolla progresivamente. El resultado de este proceso es que
puedes acostumbrarte a esta pérdida de visión y no notar los cambios en la
visión hasta que esté muy avanzada. Aun así, la pérdida de visión es diferente
en cada persona, y mientras algunas no se dan cuenta de los cambios porque se
producen muy lentamente, otras los perciben con rapidez.
Es necesario que te mantengas alerta ante una
serie de cambios que indican el desarrollo de la catarata como, por ejemplo:
·
Visión
borrosa. Tu visión es turbia, como si vieras a través de una niebla o de un
parabrisas de coche sucio, empañado o con polvo.
·
Sensibilidad a
la luz. Te molesta la luz.
·
Ves los
colores apagados, como si hubieran perdido su intensidad, o con un tono
amarillento.
·
Visión doble.
Ves dos imágenes en lugar de una.
·
Tienes
dificultades para ver bien de noche y ves halos de luz alrededor de los focos
luminosos, como faros de coche o farolas.
¿Cómo se diagnostica la catarata?
El diagnóstico de la catarata se hace en base a
los síntomas que explicamos en la consulta de oftalmología y a los antecedentes
familiares y personales de la persona afectada, pero también con la exploración
ocular que realiza el especialista en su consulta.
Esta exploración consiste, básicamente, en el
estudio de la agudeza visual lejana binocular (de los dos ojos a la vez) y de
cada ojo por separado. Se suele completar con una exploración del fondo del ojo
y de la retina con el oftalmoscopio, y con la medición de la presión
intraocular con el tonómetro, para descartar el glaucoma.
¿Cuál es el tratamiento para la catarata?
La catarata no desaparece ni mejora espontáneamente,
de manera que la única solución es la cirugía. La intervención quirúrgica
consiste en la extracción del cristalino opacificado con catarata y su
sustitución por una lente intraocular (LIO) que permitirá enfocar correctamente
las imágenes en la retina. Esta lente intraocular se personaliza para cada
persona y para cada ojo. La exploración del especialista es necesaria para
decidir sus características. La mayoría de los pacientes recupera una buena
visión tras la cirugía, aunque algunas personas necesitan utilizar gafas para
conseguir una visión perfecta.
¿Qué complicaciones pueden darse tras la
operación?
En algunas ocasiones pueden aparecer
complicaciones en función del estado de la catarata, de la morfología del ojo,
etc. Por ello es importante que planteemos a nuestro profesional las dudas que
tengamos.
Algunas de las posibles complicaciones son:
·
Problemas para
enfocar bien (defectos de refracción).
·
Sensación de
cuerpos extraños en el campo visual.
·
Lagrimeo.
·
Opacidad de la
cápsula posterior del ojo (cápsula en forma de saco dónde se implanta la lente
intraocular).
¿Cuándo debo operarme la catarata?
En la actualidad, los especialistas recomiendan
operar la catarata cuando tu agudeza visual disminuya un 30 - 40%. En general,
se recomienda que te operes cuando tu calidad de vida se vea afectada por la
pérdida de visión e interfiera con las tus actividades básicas diarias, como
conducir, leer o ver la televisión.
La catarata no es un problema de salud urgente,
por lo que no precisa de una cirugía inmediata, excepto en casos muy
especiales. Debes acudir al especialista en oftalmología, que valorará el
momento más oportuno para operarte, de acuerdo con tus condiciones
particulares, el grado de pérdida de visión y las limitaciones de tu vida
diaria.
¿Qué debo hacer para cuidarme si tengo
cataratas?
Antes de la operación debes evitar los factores
de riesgo de desarrollo de catarata y para tener una buena salud visual:
·
Presta
atención a los cambios de la visión asociados con el desarrollo de la catarata.
·
En el
exterior, usa gafas de sol con filtro para protegerte de la radiación
ultravioleta.
·
Evita hábitos
como el tabaco.
·
Mantén bajo
control la diabetes, si la padeces.
·
Evita el
consumo de corticosteroides y, en caso de tenerlos prescritos, habla con tu profesional
de salud para saber si puede sustituirlos por otros similares.
·
Acude a la
consulta del especialista en oftalmología para la revisión periódica de la
visión.
Después de la operación:
·
Sigue los
consejos de los profesionales para mantener una buena salud visual.
·
Acude a la
consulta del especialista en oftalmología para la revisión periódica de la
visión.
·
Recuerda que
debes estar alerta ante los cambios en la visión. Es necesario para detectar
otras enfermedades como glaucoma, desprendimiento de retina, etc.
¿Cuándo tengo que solicitar atención
médica?
·
Si experimento
cambios en la visión antes de los 45 años. Estos pueden deberse a una
complicación causada por una enfermedad o un traumatismo (lesión) que requieren
de la evaluación del especialista.
·
Los cambios en
mi visión aparecen de forma brusca y repentina.
¿Cómo puedo mejorar mi calidad de vida?
·
Es conveniente
que te hagas una revisión oftalmológica cada 2 años a partir de los 40 años y
cada año a partir de los 65.
·
Cuida tus ojos
con unas gafas de sol que te protejan de los rayos ultravioleta. Asesórate en
tu óptica de confianza.
·
No fumes.
·
Utiliza luces
blancas y más brillantes para leer y para otras actividades. Si lo necesitas,
puedes usar una lupa para ver mejor las letras más pequeñas.
·
No conduzcas
de noche si las luces te deslumbran o ves halos alrededor de los focos
luminosos.
·
Mantén la
diabetes bien controlada, con ayuda de tu profesional de salud.
·
Usa gafas o
lentes de contacto apropiadas para corregir tu visión. Consulta anualmente con
tu especialista en oftalmología para revisar la graduación de tus gafas o
lentillas.
·
No uses gotas
u otros tratamientos que anuncien que "disuelven" la catarata sin
cirugía. No existen otros tratamientos efectivos para la catarata aparte de la
cirugía.
·
Come vegetales
de hoja verde, frutas, nueces y otros alimentos saludables con propiedades
antioxidantes. Pide a tu profesional de la salud que te oriente en función de
tu estado de salud.
Fuente: Fisterra
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