jueves, 21 de abril de 2022

Trastornos del sueño y vigilia más comunes

 

Los Trastornos del Sueño pueden ser algo que nos genere mucho malestar o incluso que afecte de manera grave nuestra vida. Por eso, vamos a dedicar la entrada de hoy a hablar sobre ellos. Comentaremos cuáles son los trastornos más comunes, cuáles son sus síntomas y cuál es el tratamiento más frecuente.

¿Qué son los trastornos del sueño?

Los trastornos del sueño son aquellos trastornos que están relacionados con dormir. Pueden estar relacionados con problemas para iniciar el sueño, problemas para mantener el sueño, dormir mucho o incluso quedarse dormido en situaciones inadecuadas.

Estos trastornos suelen tener consecuencias negativas en la vida de las personas. Además, son bastante prevalentes. Tal y como podemos leer en un documento de la Asociación Española de Neurología, entre el 20 y el 48% de los adultos españoles tiene algún problema para iniciar o mantener el sueño. Además, por lo menos el 10% cumple criterios para ser diagnosticado de un trastorno de sueño.

Como los trastornos de sueño son diferentes entre ellos, vamos a comentar cada uno de ellos en el siguiente apartado.

Tipos de trastornos de sueño

Para describir los trastornos usaremos el DSM-5, el último manual diagnóstico de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA).

Es importante destacar que los síntomas de todos los trastornos que se describirán a continuación, causan malestar en alguna de las áreas importantes del funcionamiento de la persona como, por ejemplo: laboral, educativo, académico, social, etc.

Insomnio

Este es, quizás, el más conocido de todos. Está relacionado con problemas para dormirse, problemas para mantenerse dormido o con despertarse pronto y no poder volver a dormirse.

Para que se pueda realizar el diagnóstico los problemas descritos anteriormente, deben ocurrir durante, por lo menos, tres noches a la semana durante tres meses.

La prevalencia de este trastorno en adultos es de entre el 6 y el 10%. Además, entre el 10 y el 20% de las personas que son tratadas en atención primaria cumplen criterios para su diagnóstico y entre el 40 y el 50% de las personas diagnosticadas tienen también otro trastorno mental.

Hipersonmnia

Si el anterior estaba relacionado con dormir poco, en este caso estaríamos hablando de todo lo contrario. Se trata de un trastorno en el que, habiendo dormido al menos 7 horas, se presentan los siguientes síntomas: caerse de sueño, dormir durante al menos 9 horas y sentir que no se ha descansado y problemas para estar despierto después de haberse despertado de manera brusca.

Como en el caso anterior, para que se pueda realizar el diagnóstico los problemas descritos anteriormente, deben ocurrir durante, por lo menos, tres noches a la semana durante tres meses.

En cuanto a la prevalencia, entre el 5 y el 10% de las personas que acuden a una clínica del sueño con estos síntomas obtienen un diagnóstico de hipersomnia. En cuanto a la población general, se estima que el 1% de la población mundial cumpliría criterios.

Narcolepsia

Es uno de los más visibles, ya que las personas se quedan dormidas de repente y sin poder evitarlo. Para poder diagnosticarlo se tienen que producir periodos recurrentes en los que la persona no puede evitar dormir o echarse en la siesta y esto suele ocurrir varias veces al día. Además, en algunos de los episodios se debe perder el tono muscular para poder diagnosticarlo.

También deben tener bajos niveles de hipocretina y polisomnografía con latencia del sueño REM de menos de 15 minutos.

En este caso, la prevalencia es de entre el 0.02 y el 0.04% de la población mundial. Como podemos ver, es el menos prevalente de los tres.

Apnea del sueño

Es un trastorno del sueño relacionado con la respiración. En este caso, puede ser de diferentes tipos: hipoapnea obstructiva del sueño o apnea central del sueño. Lo que ocurre en ambos trastornos es que la persona deja de respirar durante un periodo determinado de tiempo. El periodo de tiempo que se pasa sin respirar, puede ser variable desde unos segundos hasta unos minutos.

Parasomnias

Se trata de afecciones que ocurren cuando estamos durmiendo. Las más comunes son:

·      Trastornos del despertar del sueño no REM. Ocurren cuando las personas no se llegan a despertar del todo y presentan sonambulismo o terrores nocturnos.

·      Trastorno de pesadillas. Las personas sueñan cosas desagradables y recuerdan lo que han soñado. Normalmente los sueños son relativos a sentir que su vida está amenazada. Suelen ocurrir durante la segunda mitad del sueño y causan malestar.

·      Trastorno del comportamiento del sueño REM. Las personas se despiertan y realizan vocalizaciones o movimientos.

·      Síndrome de las piernas inquietas. Se caracteriza por la necesidad de mover las piernas con urgencia.

Conclusión

Como hemos mencionado, existen diferentes tipos de trastornos del sueño y todos ellos pueden causar deterioro significativo del funcionamiento de alguna de las áreas de la persona. Es decir, para poder diagnosticar alguno de estos trastornos es necesario que la vida diaria de las personas se vea afectada.

Además, en todos los casos se debe tener en cuenta que el diagnóstico debe realizarse suponiendo que el sueño se produce en una situación satisfactoria. En otras palabras, por ejemplo, para realizar el diagnóstico de insomnio es necesario que la persona tenga unas condiciones favorables para dormirse.

También se debe tener en cuenta en casi todos los casos que no se puede realizar el diagnóstico de los trastornos anteriores si la persona está consumiendo algún tipo de sustancia (drogas) o medicamentos. En el caso de que sea así, se deberá realizar el siguiente diagnóstico: "trastorno del sueño inducido por sustancias/medicamentos".

Relacionado con lo anterior, es importante tener en cuenta que algunos medicamentos o sustancias pueden producir alteraciones del sueño. Por ejemplo, los ansiolíticos pueden producir hipersomnia.

También es necesario considerar que, es normal que una persona presente un trastorno del sueño y a la vez otro trastorno mental como, por ejemplo, ansiedad o depresión y que son un tipo de trastorno bastante prevalente.

 

Fuente: Psiquion


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