Tener dolor de espalda es común a partir de los
10 años. Tanto, que en España el 51% de los chicos y el 69% de las chicas de
entre 13 y 15 años ya han padecido dolor de espalda. Frente a esta situación,
la mejor solución es moverse para tener una espalda sana. De hecho, los
estudios científicos demuestran que la actividad física y evitar o reducir la
duración del reposo en cama en caso de dolor, constituyen las medidas más
efectivas para prevenir las dolencias de la espalda desde la edad infantil.
Por eso, los expertos insisten: para tener una
espalda sana es fundamental adquirir hábitos saludables desde la infancia, como
practicar ejercicio de manera regular. Cuanto antes interioricemos esos
hábitos, mejor cuidaremos la salud de nuestra espalda. Y la mejor edad para
hacerlo es entre los 6 y los 10 años.
Cómo prevenir el dolor de espalda
Para tener una espalda sana y prevenir el dolor hay que tener en cuenta varios aspectos:
1. Moverse es la mejor prevención. La práctica de actividad física de cualquier
tipo es el primer consejo para prevenir el dolor de espalda y tener una espalda
sana. Incorporar la actividad física y el deporte a las rutinas desde la
infancia reducirá la aparición de estas dolencias.
2. Higiene postural. Los niños y adolescentes, como los adultos,
también se ven obligados a pasar largos periodos de tiempo sin moverse, muchas
veces frente a una pantalla. En esos casos, es imprescindible cuidar la
postura, mantener la pantalla a la altura de los ojos, cambiar de postura
frecuentemente y levantarse cada 50-60 minutos, aunque sea sólo para dar unos
pasos.
3. Postura adecuada para dormir en un
colchón adecuado. A la hora
del descanso, se aconseja dormir de lado o boca arriba y evitar hacerlo boca
abajo. La cama, además, debe tener un tamaño adecuado que permita al niño
moverse libremente mientras duerme y, en contra de la creencia popular, los
colchones de firmeza intermedia han demostrado científicamente ser mejores que
los muy firmes.
4. En caso de dolor, consulta al
médico y mantén la actividad. Si surgen dolores o molestias, es necesario consultar al médico. Una
vez confirmado que se trata de un dolor originado en la espalda, hay que evitar
el reposo en cama o acortarlo tanto como sea posible. Bastan 48 horas de
inactividad para que comience a reducirse el tono muscular, lo que prolonga la
duración del episodio doloroso y aumenta el riesgo de que repita en el futuro.
En vez de hacer reposo, es mejor mantener el mayor grado de actividad que el
dolor permita.
Además de todo esto también hay que tener en
cuenta que es necesario reducir el peso de las mochilas (no deben superar el
10% del peso del niño) y llevarla correctamente:
·
Si es de
ruedas mucho mejor.
·
Si no lo es:
llevarla sobre los dos hombros, ajustada a la cintura para que no se mueva y
que coincida con el centro de gravedad de los niños, más hacia la zona lumbar,
más bajo que en los adultos.
¿Cómo enseñamos a nuestros hijos a tener
una espalda sana?
Para que los niños aprendan los conocimientos
fundamentales para mantener su espalda sana, se ha puesto en marcha un año más
la Campaña de Prevención de las Dolencias de la Espalda entre los escolares
españoles, impulsada por la Organización Médica Colegial (OMC) y la Red
Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE), en colaboración
con la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos
(CEAPA) y con el apoyo de la Fundación ASISA. Esta iniciativa la lidera el Dr.
Francisco Kovacs, de la Unidad de la Espalda Kovacs del Hospital Universitario
HLA-Moncloa y director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la
Espalda (REIDE).
El Tebeo de la Espalda (enlace al
fichero pdf) enseña a cuidarla de
manera fácil y atractiva las medidas más eficaces para prevenir las posibles
dolencias de la espalda y reducir su impacto y duración, así como los hábitos
más saludables. Las pruebas científicas demuestran la efectividad de la
distribución del Tebeo entre los escolares de menos de 12 años.
Recuerda:
·
Realizar
actividad física de manera habitual.
·
Cuidar la
postura cuando se utilizan dispositivos electrónicos.
·
Si aparece el
dolor evitar el reposo completo y realizar el grado de actividad que permita el
dolor.
Fuente: Asisa
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