Controla la
frecuencia cardíaca y las concentraciones de colesterol, mantiene la
temperatura corporal, influye en el funcionamiento intestinal, la memoria y el
peso corporal. Cuando la tiroides falla, casi todo el cuerpo se ve afectado.
Pero, ¿cómo saber que no va bien?
La glándula
tiroides es un pequeño órgano que se localiza en la parte anterior del cuello.
Su importancia deriva de la producción de hormonas tiroideas, fundamentalmente
tiroxina. Estas hormonas regulan el metabolismo e influyen en casi todas las
células del organismo y son necesarias para controlar las funciones de todos
los órganos de nuestro cuerpo. Entre otras muchas funciones controlan la
frecuencia cardíaca, las concentraciones de colesterol, mantienen la
temperatura corporal, influyen en el funcionamiento intestinal, la memoria y al
determinar la rapidez con que los alimentos se transforman en energía influyen
en el peso corporal, la fuerza muscular, los nervios y el nivel energético.
Los tres
problemas de tiroides más comunes son el hipotiroidismo, el hipertiroidismo y
los nódulos tiroideos y, aunque cada uno de estos afecta el cuerpo de forma
diferente, tienen algunos síntomas en común que nos permiten ponernos en
alerta.
Síntomas del hipotiroidismo
La producción
de hormonas tiroideas puede estar disminuida por diferentes motivos, siendo el
hipotiroidismo la enfermedad más frecuente de la glándula tiroides. Casi el 8%
de la población tiene hipotiroidismo.
Los síntomas
pueden ser muy variados. Los más frecuentes son:
·
Debilidad.
·
Calambres
musculares.
·
Cansancio.
·
Somnolencia.
·
Retraso
psicomotor.
·
Disminución de
la memoria.
·
Concentración
deficiente.
·
Olvidos.
·
Mal humor.
·
Sordera.
·
Depresión.
·
Aumento de
peso por retención de líquidos.
·
Infertilidad.
·
Estreñimiento.
·
Alteraciones
en los ciclos menstruales.
·
Disminución de
la frecuencia del latido cardíaco.
·
Intolerancia
al frío.
·
Piel seca.
·
Caída del
cabello.
·
Hinchazón de
párpados.
·
Ronquera y tos
o faringitis persistentes.
Síntomas del hipertiroidismo
Si, por el
contrario, se tiene demasiada hormona tiroidea en la sangre, el cuerpo trabaja
más rápidamente. Estaríamos ante un caso de hipertiroidismo.
El 2% de las
mujeres adultas padece hipertiroidismo. Los síntomas más frecuentes son:
·
Nerviosismo.
·
Debilidad.
·
Sudoración
excesiva.
·
Intolerancia
al calor.
·
Palpitaciones.
·
Insomnio.
·
Pérdida de
peso.
·
Diarreas.
·
Temblor de
manos.
·
Fatiga.
·
Molestias
oculares.
·
Ansiedad.
·
Alteraciones
menstruales.
Síntomas de los nódulos tiroideos
Además de las
alteraciones hormonales, el tiroides puede presentar a menudo nódulos. El
nódulo tiroideo es la manifestación más común de las enfermedades tiroideas,
tanto benignas como malignas. Es más frecuente en mujeres y su incidencia se
eleva conforme avanza la edad. Se calcula que hasta un 30% de la población puede
padecer un nódulo tiroideo, aunque solo en un 7% es palpable.
La mayoría de
los nódulos tiroideos son benignos, aunque alrededor del 5- 15% pueden ser un
cáncer de tiroides, dependiendo de la edad, sexo, antecedentes de irradiación,
antecedentes familiares o personales. Los síntomas son:
·
Un bulto en el
cuello.
·
Dolor en la
parte frontal del cuello que algunas veces alcanza hasta los oídos.
·
Ronquera u
otros cambios en la voz que persisten.
·
Dificultad
para respirar.
·
Tos constante.
·
Problemas de
deglución.
En España se
diagnostican 3.000 cánceres de tiroides nuevos cada año. Afortunadamente, con
el tratamiento adecuado, su pronóstico puede ser bueno.
Diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades de Tiroides
El diagnóstico
y tratamiento de las enfermedades tiroideas debe realizarse en grupos
multidisciplinares con experiencia. La asociación de clínicos (endocrinos),
ecografistas, citólogos para realizar punciones y cirujanos es fundamental para
obtener los mejores resultados. Es la única forma de que, por ejemplo, los
17.000 tiroides que se operan al año en España tengan la indicación de cirugía
adecuada para obtener los mejores resultados.
Fuente: EfeSalud
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