jueves, 14 de junio de 2018

Consejos y recomendaciones para el verano


Nuestro organismo posee un sistema de termo-regulación por el cual nuestra temperatura corporal no se modifica con la temperatura ambiente.

Cuando hace un calor intenso nuestro organismo necesita un mayor esfuerzo de adaptación para mantener esa temperatura constante.

Vamos a enumerar algunos consejos que nos pueden servir de ayuda para evitar los efectos que las altas temperaturas tienen sobre nuestra salud:
·         Beber un mínimo de 2 litros de agua diarios y evitar las bebidas alcohólicas ya que producen deshidratación.
·         Un baño o una ducha nos pueden aliviar el calor de una manera rápida y efectiva.
·         En casa debemos mantener las persianas y ventanas cerradas durante la jornada diurna cuando la temperatura exterior es más elevada y abrir a última hora de la tarde.
·         El ejercicio físico es fundamental para un estilo de vida saludable durante todo el año ya que nos ayuda a prevenir muchas enfermedades crónicas, favorece el control del peso, disminuye la tensión arterial y el colesterol, fortalece los huesos y los músculos, ayuda a regular el sueño, etc, pero en estos meses de calor se debe realizar siempre evitando las horas centrales del día, siendo lo más recomendado o a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
·         Debemos usar ropa ligera y de color claro y protegernos la cabeza con gorras o sombreros.
·         El cazado en esta época del año debe de ser cómodo y transpirable.
·         El descanso nocturno puede alterar el sueño. Para evitar esto debemos ventilar bien la habitación antes de ir a la cama, podemos darnos una ducha antes de acostarnos y muy importante, no hacer cenas muy copiosas

Cuidados en la exposición al Sol
Tomar el Sol tiene algunos efectos beneficiosos para nuestra salud como por ejemplo, producción de Vitamina D, mejora algunas afecciones cutáneas. Pero la exposición continuada y excesiva a los rayos solares puede tener consecuencias negativas sobre nuestra salud tanto a corto plazo (quemaduras, insolaciones…) como a largo plazo (envejecimiento prematuro, lesiones en la piel, manchas, melanoma…). Por ello debemos tomar algunas precauciones tales como:
·         No tomar el sol en las horas centrales del día incluso en los días nublados.
·         Proteger el cuerpo mediante sombrillas, gorras y sombreros.
·         Usar gafas de sol que absorban el 100% de las radiaciones ultravioleta. Muy importante que las gafas sean homologadas ya que se ha demostrado que es más dañino llevar unas gafas de mala calidad que no llevarlas.
·         Debemos aplicar siempre sobre nuestra piel cremas solares con un factor adecuado a nuestra piel (nunca inferior a 15). Se debe aplicar 30 minutos antes de la exposición al sol y replicarlo después de bañarnos, de sudar en exceso o cada 2-3 horas.
·         También debemos proteger los labios con barras de protección solar.

Cuidados en la alimentación
·         En esta época del año debemos intensificar las medidas preventivas para no contraer intoxicaciones alimentarias. Durante el verano se consume más cantidad de alimentos crudos y del mismo modo el calor favorece la proliferación de gérmenes en los alimentos.
·        Tanto las frutas como el agua en estos días son la hidratación perfecta.
·         Debemos incluir en nuestra dieta frutas, verduras y recetas frías tipo gazpacho y sopas frías, son más apetecibles y coincide en que también son más saludables, en lugar de plata grasos y muy elaborados.
·         Nunca debemos dejar alimentos perecederos a temperatura ambiente (leche, carne, aves, pescado…) por lo que debemos llevarlos a la nevera inmediatamente después de haberlos comprado.
·         Consumir siempre agua potable o embotellada.
·         Las frutas y verduras deben lavarse bien con abundante agua corriente.
·         Hay que intentar que el tiempo que transcurre entre la preparación y el consumo del alimento sea el mínimo posible, sobre todo si contiene huevo.

Fuente: Activa

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