Nuestro
organismo posee un sistema de termo-regulación por el cual nuestra temperatura
corporal no se modifica con la temperatura ambiente.
Cuando hace un
calor intenso nuestro organismo necesita un mayor esfuerzo de adaptación para
mantener esa temperatura constante.
Vamos a enumerar
algunos consejos que nos pueden servir de ayuda para evitar los efectos que las
altas temperaturas tienen sobre nuestra salud:
·
Beber un
mínimo de 2 litros de agua diarios y evitar las bebidas alcohólicas ya que
producen deshidratación.
·
Un baño o una
ducha nos pueden aliviar el calor de una manera rápida y efectiva.
·
En casa
debemos mantener las persianas y ventanas cerradas durante la jornada diurna
cuando la temperatura exterior es más elevada y abrir a última hora de la
tarde.
·
El ejercicio
físico es fundamental para un estilo de vida saludable durante todo el año ya
que nos ayuda a prevenir muchas enfermedades crónicas, favorece el control del
peso, disminuye la tensión arterial y el colesterol, fortalece los huesos y los
músculos, ayuda a regular el sueño, etc, pero en estos meses de calor se debe
realizar siempre evitando las horas centrales del día, siendo lo más
recomendado o a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
·
Debemos usar
ropa ligera y de color claro y protegernos la cabeza con gorras o sombreros.
·
El cazado en
esta época del año debe de ser cómodo y transpirable.
·
El descanso
nocturno puede alterar el sueño. Para evitar esto debemos ventilar bien la
habitación antes de ir a la cama, podemos darnos una ducha antes de acostarnos
y muy importante, no hacer cenas muy copiosas
Cuidados en la exposición al Sol
Tomar el Sol
tiene algunos efectos beneficiosos para nuestra salud como por ejemplo,
producción de Vitamina D, mejora algunas afecciones cutáneas. Pero la exposición
continuada y excesiva a los rayos solares puede tener consecuencias negativas
sobre nuestra salud tanto a corto plazo (quemaduras, insolaciones…) como a
largo plazo (envejecimiento prematuro, lesiones en la piel, manchas,
melanoma…). Por ello debemos tomar algunas precauciones tales como:
·
No tomar el
sol en las horas centrales del día incluso en los días nublados.
·
Proteger el
cuerpo mediante sombrillas, gorras y sombreros.
·
Usar gafas de
sol que absorban el 100% de las radiaciones ultravioleta. Muy importante que
las gafas sean homologadas ya que se ha demostrado que es más dañino llevar
unas gafas de mala calidad que no llevarlas.
·
Debemos
aplicar siempre sobre nuestra piel cremas solares con un factor adecuado a
nuestra piel (nunca inferior a 15). Se debe aplicar 30 minutos antes de la
exposición al sol y replicarlo después de bañarnos, de sudar en exceso o cada
2-3 horas.
·
También
debemos proteger los labios con barras de protección solar.
Cuidados en la alimentación
·
En esta época
del año debemos intensificar las medidas preventivas para no contraer
intoxicaciones alimentarias. Durante el verano se consume más cantidad de
alimentos crudos y del mismo modo el calor favorece la proliferación de
gérmenes en los alimentos.
·
Tanto las
frutas como el agua en estos días son la hidratación perfecta.
·
Debemos
incluir en nuestra dieta frutas, verduras y recetas frías tipo gazpacho y sopas
frías, son más apetecibles y coincide en que también son más saludables, en
lugar de plata grasos y muy elaborados.
·
Nunca debemos
dejar alimentos perecederos a temperatura ambiente (leche, carne, aves,
pescado…) por lo que debemos llevarlos a la nevera inmediatamente después de
haberlos comprado.
·
Consumir
siempre agua potable o embotellada.
·
Las frutas y
verduras deben lavarse bien con abundante agua corriente.
·
Hay que
intentar que el tiempo que transcurre entre la preparación y el consumo del
alimento sea el mínimo posible, sobre todo si contiene huevo.
Fuente: Activa
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