martes, 19 de septiembre de 2023

Cómo curar las heridas en niños y qué hacer si se dan un golpe

 

Cortes, arañazos, heridas, contusiones... Casi todos los niños sufren traumatismos en algún momento. La mayoría de las veces son heridas o golpes sin importancia, pero aun así es necesario saber cómo actuar.

Las caídas o los golpes son frecuentes durante la infancia y es fácil que provoquen rasguños, heridas o contusiones, pero no siempre sabemos cómo actuar. Te contamos qué debes hacer según el tipo de traumatismo que sufra el niño, sea leve o más grave.

Traumatismos más habituales en niños

Un traumatismo es una lesión accidental provocada por un agente mecánico externo. Los daños que pueden causar este tipo de lesión pueden ser de distinta consideración:

·      Heridas.

·      Escoceduras.

·      Arañazos.

·      Excoriaciones (lesión en la piel o mucosa producida por una rozadura continua).

·      Contusiones.

·      Torceduras.

·      Estiramientos.

·      Fracturas.

La intensidad, el objeto o la circunstancia que lo causa y la parte del cuerpo afectada determinarán el alcance de esta lesión.

No es lo mismo un corte producido por un cuchillo cuando el niño intenta trocear una fruta, que un corte por traumatismo si se cae sobre un canto agudo.

En este último caso, los bordes pueden ser más difíciles de unir, mientras que el cuchillo llega con más facilidad a zonas profundas y vasos sanguíneos importantes. Ocurra lo que ocurra, es fundamental saber reaccionar.

Cómo curar heridas superficiales en las que se levanta la piel

La erosión es la típica herida en la que se levanta la piel. En estos casos lavaremos la herida con agua y jabón, dejando caer un buen chorro de agua sobre la herida para que arrastre pequeñas partículas de arena o piedras que hayan podido clavarse.

Después aplicaremos un antiséptico o un desinfectante tópico; en niños mayores podemos utilizar la povidona yodada y en niños pequeños, la clorhexidina. Manteniéndola al aire se secará más rápido, pero si el niño se toca la herida o tiene que ir a la escuela, mejor taparla para que no se infecte.

Cómo curar heridas o brechas por un golpe o el corte de un cuchillo

Una herida incisa sería una brecha que un niño puede producirse cuando se golpea con la esquina de una mesa o bien un corte con un cuchillo.

La cura variará según la extensión y profundidad de la herida. Siempre lavaremos la herida con agua y jabón, y dejaremos que el agua arrastre cualquier elemento que pueda haber quedado en la piel.

Si la herida es más profunda, no estará de más lavarla con suero fisiológico abundante. Estas heridas representan el 3-5% de las lesiones traumáticas atendidas en servicios de urgencias de atención primaria.

Si hay hemorragia presionaremos la zona para detener la salida de la sangre. Una vez la herida ya no sangre, será el momento de valorar el tamaño y la profundidad.

Si es una herida superficial, bastará con la aplicación de unas tiritas de aproximación de la piel.

Si la herida es profunda y más extensa, lo mejor es acudir a un centro sanitario para la aplicación de unos puntos de sutura.

Hay un margen de seis horas para poder aplicarlos. Pasado este tiempo, la herida se tendrá que cerrar sola sin su ayuda.

Las mordeduras y algunas heridas que han sido causadas por objetos sucios son candidatas a necesitar tratamiento antiinfeccioso.

Cómo curar heridas pequeñas pero profundas

La herida punzante se caracteriza por su profundidad y poca amplitud –al clavarnos un clavo o una aguja–, por lo que es difícil de higienizar bien. La podemos lavar con agua y jabón o con suero fisiológico, pero, a la vez, es imprescindible provocar el sangrado de la herida para que la propia sangre arrastre cualquier partícula que haya podido penetrar.

Qué antisépticos podemos aplicar en la herida

No todos los antisépticos tienen la misma efectividad, ni todos son apropiados para bebés.

·      Clorhexidina. Es el mejor para recién nacidos, lactantes y niños, ya que no es tóxico. Actúa a partir de los quince minutos de su aplicación y el efecto dura unas seis horas. Es efectivo en sangre y pus.

·      Alcohol de 70º. Actúa rápidamente, pero puede causar picor y dolor.

·      Yodo. Se desaconseja en bebés y lactantes, ya que, por su absorción tópica, puede afectar a la tiroides.

·      Agua oxigenada. Aunque actúa inmediatamente, su efecto es muy corto, por lo que -de ser necesario- no se debe utilizar como antiséptico único.

Cómo detener el sangrado de una herida

Cuando las heridas son más superficiales –arañazos, quemaduras superficiales, escarificación, escoceduras...– la limpieza es esencial, pero si el sangrado es abundante lo primero es detenerlo. Hay que buscar el lugar concreto de salida y presionar con una gasa hasta que deje de sangrar, lo que suele ocurrir en unos 8-10 minutos.

Si a pesar de la presión la herida sigue sangrando al retirar la mano, posiblemente estamos ante la rotura de un vaso sanguíneo importante y habrá que mantener la presión hasta poder ser atendidos en un centro sanitario.

En estos casos, frenar la hemorragia es más urgente que cualquier otra acción relacionada con la cura de una herida, como su limpieza o desinfección.

Qué hacer en caso de golpes y contusiones leves

En muchos casos el niño acaba teniendo una contusión, un tipo de lesión en la que, en principio, no se aprecia ninguna herida externa.

·      El frío puede aliviar el dolor y la inflamación, aunque siempre se tiene que aplicar con protección (una toalla, por ejemplo) para no lesionar o quemar la piel.

·      También pueden resultar especialmente útiles la crema de árnica y la arcilla verde.

Cuándo hay que acudir a urgencias

Si aparece alguna de las situaciones siguiente tras un golpe, una caída o una contusión, hay que acudir a un servicio de urgencias:

·      Dificultad para respirar o mantener la conciencia.

·      Vómitos.

·      Hemorragia.

·      Alguna deformidad.

Qué hacer ante un golpe o herida grave

·      Aunque es fácil de decir y difícil de poner en práctica, mantener la calma es necesario. Es importante permanecer junto al niño y no dejarlo solo, a la vez que avisamos a alguien para que nos ayude o llamamos al 112.

·      Si no ha sufrido un golpe importante en la cabeza o la columna vertebral, podremos ponerlo ladeado.

·      Es importante no darle ningún tipo de alimento o bebida.

·      Si hay hemorragia, es importante intentar detenerla con ropa o con la propia mano mientras esperamos al servicio de emergencias.

·      A la vez, si se trata de una extremidad la pondremos en alto, por encima del corazón, para que la sangre encuentre más resistencia para salir.

·      Si el niño tiene menos de un año, es mejor que lo vea un sanitario.

·      También conviene desplazarse si la herida no deja de sangrar después de diez minutos de compresión, si la ha producido un instrumento oxidado o sucio, si es profunda o está muy abierta y tiene los bordes separados, o si ha sido causada por un animal.

·      Si en unos días se inflama, se pone roja y caliente, supura o aparece fiebre, id al ambulatorio.

Cómo actuar ante un golpe en la cabeza

Los golpes en la cabeza son los que realmente nos preocupan a los padres. Pueden ir del simple coscorrón contra la pared a una caída desde lo alto de un tobogán, pero siempre nos inquietan, aunque sean casos muy distintos.

La caída desde un cambiador de un lactante menor de 12 meses puede implicar una fractura de cráneo, por lo que es preciso que un médico realice un diagnóstico adecuado.

No obstante, si el bebé, tras un período de llanto al inicio, se tranquiliza y sigue con su sonrisa habitual y sus movimientos sin alterarse, no debemos angustiarnos.

Tras un traumatismo craneal hay que vigilar al niño durante las siguientes 24 horas.

En la mayor parte de casos de traumatismo craneal, los huesos de la cabeza hacen su función y protegen el cerebro de lesiones mayores. Aun así, hay que vigilar al niño que lo ha sufrido durante las siguientes 24 horas. No hay que impedir que duerma, pero sí asegurarnos de que responde cuando se le despierta.

Es poco probable que se haya producido una lesión si tras darse el golpe tu hijo:

deja de llorar antes de un cuarto de hora, tiene buen color y no vomita ni tiene otros síntomas.

Cuando tras un traumatismo craneal una persona queda inconsciente, tenemos que intentar reanimarla sin movimientos bruscos de cabeza y cuello, y avisar rápidamente a un servicio de urgencias.

Cuándo acudir al médico ante un golpe en la cabeza

Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) se recomienda consultar al pediatra si el niño presenta cualquiera de los siguientes síntomas:

·      Vómitos repetidos.

·      Somnolencia creciente o dificultad para despertarlo.

·      Dolor de cabeza intenso o dolor y dificultad para mover el cuello.

·      Sensación de mareo progresivo, que se favorece al mover al niño.

·      Convulsiones o movimientos extraños de cara o extremidades.

·      Incapacidad para moverse, disminución de la fuerza o sensación de hormigueo.

·      Alteración del comportamiento o de la reactividad.

·      Diferencia de tamaño entre las pupilas de ambos ojos.

·      Alteraciones de la visión o de la posición ocular (ojos “torcidos”).

·      Hablar de forma extraña o decir incoherencias.

·      Andar tambaleándose.

 

Fuente: Sabervivir



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