martes, 20 de diciembre de 2022

Claves para combatir la tristeza en Navidad

 

La Navidad ya no es únicamente una celebración religiosa, es más, la espiritualidad de estas fechas está desapareciendo poco a poco, y está siendo sustituida por otros conceptos abstractos como el amor, la amistad o la felicidad. Y es aquí donde radica el problema, son conceptos abstractos que no tienen un único significado, pero que al universalizarse y compartirse, pueden generar expectativas basadas en las diferencias de entendimiento de estos conceptos. Para explicarlo más fácilmente, la felicidad no es igual para todos, y lo que a uno le hace feliz, a otro no tiene por qué. Esto hace que se generen falsas expectativas o complejos hacia lo que uno debe sentir ante la Navidad.

Identifica lo que te hace sentirte triste

No te fustigues por sentirte triste, la tristeza es un sentimiento normal y común en el ser humano, y la felicidad no es una condición obligatoria. Por lo que, trata de relajarte y analiza cuáles son las causas de tu infelicidad. La soledad y el duelo hacia los que ya no están suelen ser las principales causas que generan el sentimiento de tristeza en estas fechas. Pero también tiene mucho que ver las expectativas que tanta comedia romántica ha provocado. La presión social genera cierta autoexigencia, a veces inconsciente, acerca del tipo de vida que hay que llevar en cada etapa de desarrollo. Durante las Navidades la unión familiar parece obligatoria y si no se demuestra e incluso se exhibe con total felicidad parece que la persona queda fuera de lugar.

Otra de las causas que pueden desencadenar tristeza es el estrés que existe alrededor de tanto acontecimiento y la organización de los mismos. Comidas de empresas, cenas con amigos, o las citas claves en estas fechas (Nochevieja y Nochebuena) requieren de cierta organización, y si esta recae en ti, puede generar ansiedad complacer a todos.

Gestionar la tristeza

Como dejar de estar triste no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana por arte de magia, es importante contar con estrategias que permitan afrontar tu día a día sin que esta suponga una traba insalvable. Algo que ayuda es, valga la redundancia, ayudar a los demás; ya que aporta sentido a la vida de cualquier persona. Asimismo, despertar sentimientos de felicidad en otros puede hacer que, mediante la empatía, se te contagien algunos.

Si lo que te produce tristeza es el recuerdo de aquellos que ya no están, no enfoques estos recuerdos como algo negativo, la muerte es algo natural y, como tal, hay que aceptarla. Céntrate en los que siguen contigo y disfruta de ellos el tiempo que puedas. Con respecto a los que ya se fueron, aprovecha esta idea para homenajear su memoria.

Y si la depresión es generada por un sentimiento de soledad, es entendible que estés triste. Entendemos que la soledad es difícil de sobrellevar, pero nadie está condenado a estar solo, y si aquellos que se supone que deberían de estar contigo no quieren, busca personas nuevas que se sientan como tú y organiza alguna quedada con ellos, porque la familia no es sólo aquellos con los que compartes sangre, sino aquellos a los que quieres y te quieren incondicionalmente.

 

Fuente: Sanitas

 

lunes, 19 de diciembre de 2022

Decálogo para prevenir y/o controlar la enfermedad boca-mano-pie

 

1.   Lavarse constantemente las manos es la mejor protección.

Apuesta por un buen hábito de higiene, lavando tus manos y las de tu hijo con agua y jabón, especialmente si el niño enfermo todavía lleva pañales.

2.  El colegio o la guardería pueden esperar.

Respeta el período de aislamiento marcado por tu pediatra para evitar el contagio. Además, tu hijo se sentirá más cómodo en casa durante el proceso de recuperación.

3.  Anima a tu hijo a beber abundante líquido.

Evitará su deshidratación, sobre todo si tiene lesiones bucales que le impiden comer con normalidad.

4.  Huye de los alimentos salados, ácidos o picantes.

Durante su enfermedad, evita este tipo de alimentos que pueden aumentar el dolor de sus lesiones bucales. Ofrécele líquidos moderadamente fríos por su efecto analgésico.

5.  La boca, cuanto más limpia, mejor.

Intenta que tu hijo se enjuague cuidadosamente la boca para eliminar los restos de alimentos.

6.  Evita administrar a tu hijo fármacos sin prescripción, especialmente antibióticos.

Sigue escrupulosamente la medicación y dosificación de los fármacos que le haya recetado únicamente tu pediatra.

7.  No te asustes si a tu hijo se le caen las uñas.

Es uno de los síntomas de esta enfermedad, es poco frecuente pero, si ocurre, no te preocupes, sus uñas volverán a crecer con normalidad.

8.  Consulta con tu pediatra ante cualquier complicación.

Si tu hijo tiene una conducta anómala, respira con dificultad, tiene mal color, la fiebre le dura más de 6 días o sufre cualquier otro síntoma no habitual, acude lo antes posible a un profesional médico.

9.  Desinfecta sus juguetes.

Limpia con regularidad los objetos y juguetes con los que el niño haya estado en contacto; existen muchos virus que pueden vivir en esos artículos durante varios días.

10.   Mantén a raya las medidas higiénicas en tu hogar.

Aunque tu hijo haya pasado la enfermedad, puede contraerla de nuevo mediante otro virus diferente, así que extrema las medidas higiénicas si sabes de un brote en la escuela infantil o centro escolar.

 

Fuente: CinfaSalud

viernes, 16 de diciembre de 2022

Enfermedad boca-mano-pie

 

¿Qué es la enfermedad de mano, pie y boca?

La enfermedad de boca, mano y pie yes una infección viral frecuente que causa ampollas rojas y dolorosas en la boca, la garganta, las manos, los pies y el área del pañal. La mayoría de estas infecciones se deben a un virus de coxsackie.

Es contagiosa y se extiende fácilmente a través del contacto con las manos sucias, heces (caca), saliva, mocos o el líquido de las ampollas. Los niños menores de 7 años son los que tienen más riesgos de sufrir esta enfermedad. Las infecciones son frecuentes en las guarderías, los preescolares, las escuelas, los campamentos de verano y en otros lugares en los que hay niños juntos.

Además de las ampollas, los niños suelen tener fiebre durante unos pocos días y se pueden deshidratar porque les duele al tragar líquidos. En general, los síntomas desaparecen en una semana y los niños se recuperan por completo.

No hay cura ni vacunas preventivas para esta enfermedad, pero el médico puede recomendar un tratamiento en casa para que su hijo se sienta más cómodo durante el período de recuperación.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la enfermedad? 

Las ampollas de esta enfermedad son de color rojo con una pequeña burbuja de líquido en la parte superior. Se suelen pelar, dejando una úlcera o llaga, es decir, una pupa de base rojiza. Las plantas de los pies y las palmas de las manos pueden presentar una erupción que consta de granos rojos y planos o de ampollas rojas.

En algunos casos, puede haber un sarpullido rosado que no causa picazón en otras partes del cuerpo, como las nalgas o los muslos. De todos modos, algunos niños no tendrán ningún problema, salvo llagas o úlceras en la parte posterior de la garganta (que recibe el nombre de herpangina).

Puede ser difícil que un padre sepa que un niño (sobre todo si se trata de un niño muy pequeño) tiene la enfermedad de mano, pie y boca si solo desarrolla úlceras dentro de la boca o de la garganta. Los niños muy pequeños tal vez no logren comunicar que les duele la garganta. Pero si un niño deja de comer o beber, o desea comer o beber con menos frecuencia, es señal de que algo no está bien.

Además, es posible que un niño con la enfermedad de mano, boca, pie presente estos síntomas:

·      Tener fiebre, dolores musculares u otros síntomas gripales.

·      Volverse irritable o dormir más de lo habitual.

·      Comenzar a babear (porque le cuesta y le duele tragar).

·      Querer beber únicamente líquidos frescos o fríos

tener dolor abdominal, vómitos o diarrea

¿Cómo se trata la enfermedad?

Si su hijo está irritable o con dolor, puede darle paracetamol o ibuprofeno. Nunca les dé aspirina a niños o adolescentes, pues esta medicación les puede provocar una enfermedad muy poco frecuente pero grave llamada síndrome de Reye.

Los alimentos fríos, como los helados y los batidos, también pueden ayudar a adormecer las zonas doloridas y serán muy bien recibidos por aquellos niños que tengan dificultades para tragar (¡y también por los que no las tengan!). Evite las bebidas calientes, los refrescos y las bebidas ácidas (jugo de cítricos, salsa de tomate, etc.) porque pueden empeorar el dolor.

Los niños que tengan ampollas en las manos y/o los pies deben mantener estas áreas bien limpias y descubiertas. También se deben lavar las manos con agua tibia y jabón, y secárselas con cuidado sin frotar. Si se les reventara una ampolla, se debe aplicar sobre ella un poco de pomada antibiótica para impedir que se infecte y cubrirla después con un vendaje de tamaño reducido.

Asegúrese de que su hijo beba abundante líquido para mantenerse bien hidratado.

¿Cuándo debería llamar al médico?

Llame al médico si su hijo sigue estando muy irritable, no hay forma de tranquilizarlo, está sin ganas de hacer nada o parece estar empeorando. También si ve signos de deshidratación, como la boca seca o pegajosa, los ojos hundidos y orinar menos que de costumbre o mojar menos pañales.

¿Es posible prevenir la enfermedad?

Lavarse las manos es la mejor protección. Recuerde a todos los miembros de su familia que se laven bien las manos y que lo hagan frecuentemente, sobre todo después de ir al baño o de cambiarle los pañales a un bebé y también antes de preparar la comida o de comer. Las superficies y los juguetes de uso común en guarderías y centros de preescolar se deben limpiar a menudo con desinfectante porque hay muchos virus que pueden vivir en esos objetos durante varios días.

¿Cuál es la evolución?

Generalmente es un proceso leve y sin secuelas.

En ocasiones, entre las 5-6 semanas de la aparición de las lesiones en la piel, aparecen surcos transversales amarillos en las uñas. A veces, estas se despegan desde la raíz y se caen (onicomadesis). Se pueden afectar varias uñas, preferentemente de las manos. Las uñas crecen de nuevo solas en semanas o meses, sin ningún tratamiento.

Excepcionalmente se producen complicaciones neurológicas o pulmonares.

¿Puede ir el niño a la guardería o al colegio?

En principio, si el niño no presenta fiebre y se encuentra bien, sí puede acudir a clase.

Como la infección asintomática es frecuente y la transmisión del virus se produce también antes y después de los síntomas, la exclusión del colegio resulta ineficaz para disminuir la transmisión.

 

Fuente: KidsHealth


miércoles, 14 de diciembre de 2022

Nutrición en Navidad

 

Las estadísticas señalan que la mayoría de las personas acaban la Navidad con 3 ó 5 kilos de más. Es el reflejo de los excesos alimenticios propios de estas fiestas, que pueden tener también otras consecuencias para la salud, especialmente en personas con diabetes, colesterol elevado, hipertensión, o triglicéridos altos.

De ahí que el control de los nutrientes ingeridos y del valor energético de los alimentos sea en estas fechas un hecho muy a tener en cuenta. Y lo es más aún en personas con enfermedades crónicas cuyo tratamiento exige un plan especial de alimentación (diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión, etc.).

No es cuestión de restringir sino de incrementar las medidas propias de una vida saludable:

·      Cinco comidas al día: hay que mantener este criterio general (tres comidas principales y dos snacks, uno por la mañana y otro a media tarde), pero teniendo muy en cuenta si se va a tener una comida o cena de celebración con la familia, de trabajo o con amigos, reduciendo la ingesta calórica de las anteriores y limitando el consumo de dulces, alcohol y otros alimentos hipercalóricos. Esta recomendación es especialmente importante en caso de estar siguiendo una dieta de adelgazamiento.

·      Cuidar las raciones: se puede comer de todo, pero teniendo muy en cuenta la cantidad. Los excesos pasan factura.

·      Minimizar el peligro de los postres navideños: la bandeja con turrones y otros productos típicos navideños tienen una presencia continua en la mesa familiar durante la Navidad. Y por ello son un riesgo importante de ingerir mucho azúcar, hidratos de carbono, grasas saturadas (algunos están hechos con manteca o mantequilla), etc. Puede haber varias soluciones para evitarlo, que van desde limitar la cantidad de estos productos que se ponen sobre la mesa, hasta recurrir a los productos light que actualmente se comercializan.

·      Ejercicio: si ya es recomendable durante todo el año hacer ejercicio físico moderado al menos 20-30 minutos diarios, en Navidad conviene insistir en lo saludable de esta práctica y sugerir aumentar su intensidad y duración con el fin de quemar los excesos de las celebraciones. El baile en las fechas señaladas es una buena manera de hacerlo. El resto de los días será suficiente con un largo paseo a paso rápido. 

·      Menús equilibrados: Nochebuena, Navidad, nochevieja, Año nuevo y Reyes son fechas señaladas para las celebraciones familiares, en las que las mesas se llenan de todo tipo de alimentos, en variedad y cantidad. A la hora de confeccionar el menú es importante tener en cuenta el conjunto de nutrientes y la función que cada uno de estos cumplen, manteniendo la debida proporción entre grasas, proteínas, hidratos de carbono y azúcares:

o   El marisco es siempre una buena opción, dado su bajo contenido en grasa y sus excelentes propiedades nutricionales. Pero ¡ojo con el colesterol!

o   No puede faltar una ensalada, ya que aporta grasas monoinsaturadas, favorece el tracto intestinal por su contenido en fibra y facilita la regulación de la absorción de grasas saturadas y poliinsaturadas.

o   Carne o pescado. Es importante eliminar la grasa de la carne antes de proceder a cocinarla y seleccionar las partes magras del animal. En el caso de las aves (pollo o pavo) es preferible eliminar la piel. Pero se elija carne o pescado, en cualquier caso, es esencial cocinar sano. Se puede elaborar un plato gourmet utilizando muy poco aceite o salsas muy especiadas. Las guarniciones vegetales cocinadas al vapor son una excelente opción para el acompañamiento de estos platos.

o   Cuidado con el alcohol. Las bebidas alcohólicas son hipercalóricas y con un matiz importante: son calorías vacías, pues carecen de valor nutricional.

o   Si no puede evitarse su consumo, los refrescos mejor que sean light, pues es una buena manera de reservar las calorías para los alimentos con mayor valor nutritivo.

 

 

Fuente: Sanitas


viernes, 9 de diciembre de 2022

Pensamiento positivo

 

El pensamiento positivo nos invita a no dejar nuestro estado de ánimo en manos de las circunstancias externas. Siempre tenemos el poder de escoger aquellos pensamientos que nos ayuden a sentirnos bien.

El optimismo y el positivismo cada vez están más de moda. De todas partes nos llegan mensajes animándonos a sonreír, a disfrutar y a ser felices. Con un planteamiento tan simplista y reducido es lógico que sean muchas las personas que consideran esta propuesta un tanto infantil e ingenua. Por ello en los siguientes párrafos vamos a profundizar en la base del pensamiento positivo y en la explicación de los muchos beneficios que puede aportar a nuestra vida.

Es lunes, está lloviendo a mares y llegas tarde al trabajo. Has perdido el autobús, por lo que te toca caminar a toda prisa mientras tratas de que el paraguas no se te vuele con el viento. De pronto, en una parada de autobús o en el cuaderno de un escaparate lees un mensaje del estilo: “sonríe“, “la vida es maravillosa”. Seguramente esto te enfurezca aún más. A ti te gustaría ser feliz, pero las circunstancias no colaboran.

A pesar de que ese mensaje que te resulta tan frustrante sea una incompleta simplificación, la enseñanza que alberga es una de las más beneficiosas que podemos aprender. La vida no es maravillosa porque todo te salga a pedir de boca, es maravillosa cuando tú decides que lo sea. Sonreír no ha de ser una consecuencia a los sucesos externos, sino una decisión diaria y personal.

Pensamiento positivo y negativo

Una de las premisas más demostradas en la historia de la psicología es que no vemos el mundo como es, sino como somos. La realidad es sólo un conjunto de sucesos que toman forma a la luz de nuestros pensamientos. Son estos los que dotan de significado a lo que nos acontece, y le otorgan una valencia positiva o negativa.

Son muchas las corrientes que emplean este supuesto en sus técnicas de cambio terapéutico. Nuestros pensamientos definen nuestro estado de ánimo, independientemente de lo que ocurra alrededor. Es por ello que existen personas mayoritariamente felices y otras generalmente insatisfechas. No se trata de que las primeras tengan una vida especialmente privilegiada, sino de que estas deciden, en cada momento, alimentar su pensamiento positivo.

Podemos imaginar nuestra mente como un espacio en el que habitan dos semillas: la del optimismo y la de la de la negatividad. Cada día tenemos la oportunidad de escoger cuál regar y ayudar a que crezca. Pero hemos de saber que, cualquiera que sea la más cuidada, irá haciéndose fuerte hasta ocupar todo nuestro espacio mental.

Tienes el poder de escoger

Muchas personas pensarán: “riego la positiva cuando me ocurren cosas buenas y la negativa cuando me va mal, es lo lógico”. Puede que te resulte lógico, pero, desde luego, no es funcional. ¿Por qué dejar que tu estado de ánimo quede a la deriva de las circunstancias externas? Escoge siempre alimentar el lado positivo pues es quien te ayudará a mantener el optimismo y la motivación para salir adelante.

Regodearte en malos pensamientos, asentarte en la posición de víctima no cambiará lo que te ha sucedido. Al contrario, intensificará tu malestar y te hará percibir, únicamente, más detalles negativos. Pues, hemos de tener en cuenta que los patrones de pensamiento se retroalimentan: cuánto más piensas en negativo más fácil te resulta hallar motivos de frustración e insatisfacción. Y lo mismo ocurre, al contrario.

Sería ideal que comenzasen a inculcarnos el hábito del pensamiento positivo desde que somos niños. De esta manera nos resultaría sencillo y natural percibir la belleza de la vida y desarrollaríamos una actitud de gratitud. Seríamos capaces de ver la oportunidad en cada situación y afrontaríamos la adversidad con confianza y optimismo.

Sin embargo, muchas veces esto no ocurre y crecemos con un patrón de pensamiento negativo. Un radar para detectar la dificultad y la injusticia y sentirnos víctimas del mundo. Tras años regando la planta de la negatividad, el pensamiento positivo nos resulta incomprensible. Sin embargo, recuerda que siempre estás a tiempo de cambiar la realidad con tus decisiones.

Proponte dejar morir de sed a tus viejos patrones y comenzar a alimentar tu capacidad de percibir lo bueno. Comprobarás que, cuanto más practicas, más sencillo le resulta a tu mente hallar lo positivo. Por ello, no esperes y haz la prueba. Por muy forzado que te resulte al inicio, terminará resultándote natural.

  

Fuente: lamenteesmaravillosa