Las personas con trastornos cognitivos pueden
mostrar conductas problemáticas que resultarán muy difíciles de llevar tanto
para ellos como para sus cuidadores que en la mayoría de los casa suelen ser de
su propia familia.
Recomendaciones para el paciente y su
cuidador
·
Usar notas
como recordatorio, calendarios, hacerse listas con las cosas que tienen que
hacer. Recordarle diariamente lo que tienen que hacer.
·
Intentar
mantenerle orientado en tiempo, lugar y persona. Es útil usar carteles con
dibujos en las puertas (por ejemplo, la del baño, cocina, fotos de las personas
en sus habitaciones, etc.).
·
Si es posible
rodearle de objetos y ambientes que le resulten familiares.
·
Recordarle
quiénes son las personas que están con él. No preguntar, sino darle la
información (no “¿te acuerdas quién soy?”, sino “soy María”).
·
Mantener una
rutina diaria, mantener los horarios y las actividades (despertar, comidas,
higienes, ejercicio, siestas, etc.).
·
Es importante
que se mantenga lo más activo posible, aunque sin agotarle.
·
No aislarle.
Tratar de que lean, vean la televisión, oigan música o la radio mientras les
sea posible, evitando programas violentos (pueden confundir las imágenes con la
realidad). Tampoco aislarle socialmente. Suele ser muy beneficioso contactar
con las asociaciones de pacientes, que se relacionen con otras personas en su
misma situación. Mantener el contacto con amigos y familiares.
·
No discutirle
lo que dice. Intentar hacerle razonar puede resultar imposible. No discutir las
alucinaciones, sino tranquilizar si hay miedo o agitación y distraerle con otra
actividad.
·
Darle tiempo
para responder a preguntas sencillas y para realizar actividades como vestirse.
Es aconsejable que, para enlentecer la pérdida de capacidades, vaya realizando
el mayor número de actividades posibles, aunque sea más lentamente.
·
Cuando se
empeña en realizar cosas que no puede, tratar de distraerle con otra actividad.
·
Asegurarse de
que come correcta y equilibradamente y que bebe el suficiente líquido. Darle
tiempo para comer por si solo mientras pueda, con materiales adaptados
(cubiertos de mango ancho, vasos de pico, vajilla de plástico).
·
Llevarlo al
baño a orinar de forma frecuente y programada, para minimizar la incontinencia
urinaria, aunque use absorbentes, ya que mejora el estado de la piel.
·
Llegará un
momento en que el paciente no pueda continuar viviendo solo. Evitar estas
situaciones porque pueden provocar accidentes y poner en peligro su vida (se
dejan el gas abierto, confunden las medicinas que toman).
¿Cómo disminuir el riesgo de accidentes de
estos pacientes?
El lugar adecuado para la vida del paciente con
deterioro cognitivo es su domicilio propio si es que lo tiene. Es el lugar que
mejor conoce, el espacio que tiene mejor interiorizado para preservar en lo
posible su orientación.
Como durante la evolución de la enfermedad pueden
darse síntomas como los de una deambulación errática coincidiendo con fases de
confusión y desorientación mental, puede tener episodios de inquietud
psicomotriz e incluso de agresividad y puede tener también serias dificultades
para caminar y presentar caídas, es deseable que el domicilio se pueda adaptar
con algunas pautas de seguridad, siempre dependiendo de las posibilidades
económicas de cada familia.
·
El ascensor es
más seguro que las escaleras, para evitar tropiezos y caídas.
·
En el interior
de la casa conviene eliminar alfombras y cualquier obstáculo para caminar, como
puedan ser algunos cables sueltos, juguetes de los niños, etc, y de este modo
evitar las caídas.
·
Si hay
antecedentes recientes de inquietud y agitación, eliminar objetos rompibles o
dañinos como jarrones, estatuillas, marcos de fotos…
·
Disponer de un
timbre al alcance de su cama para que pueda llamar a sus cuidadores.
·
Colocar un
pasamanos en el pasillo a 80-90 cm. de altura.
·
Mantener
algunos puntos de luz por la noche: pasillo, baño, etc. Y bandas luminosas en
su dormitorio.
·
Eliminar
cerrojos interiores para que no pueda encerrarse.
·
Limitar en la
apertura de puertas y ventanas que dan al exterior.
·
Colocar
pegatinas en cristales para que pueda detectarlos.
·
Colocar
pegatinas en grifos de agua caliente.
·
Evitar uso de
braseros y similares. Proteger fuentes de calor.
·
Conviene
evitar las cocinas de gas o instalar detectores de gas y de humo.
·
A ser posible,
utilizar vajillas de plástico.
·
En el baño,
colocar barras de apoyo en ducha y en retrete, alfombrillas antideslizantes
dentro y fuera de la bañera, etc.
Consejos para el cuidador
Asimismo, es muy importante que los cuidadores de
estos pacientes sean conscientes de la necesidad de cuidarse a sí mismos, ya
que esta responsabilidad es realmente agotadora. He aquí unos consejos para
mantener y mejorar su estado de salud, física y mental:
·
Reservar
tiempo para sí mismo: incluso las actividades sencillas pueden aliviar el
estrés y evitar la sobrecarga (ir al cine, reunirse con los amigos, leer,
etc.).
·
Hablar con
otras personas: un amigo, familiar, otra persona en situación similar o
profesionales como terapeutas, médicos o religiosos; también pueden ser útiles
los grupos de autoayuda.
·
Obtener ayuda
temporal: pedir apoyo a familiares, amigos o incluso contratar a algún
profesional temporalmente (como un canguro de los niños); también son útiles
los centros de día.
·
Aceptar las
emociones: es normal sentir frustración, ira, tristeza. De todas maneras, si
estos sentimientos son predominantes es posible que se esté generando una
depresión; es importante hablar entonces con el médico.
Aceptar cuando es el momento de hacer cambios, en
especial cuando ya no se pueda tener al enfermo en la casa o bien cuando se
necesite ayuda extra la mayor parte del tiempo. Esto no significa un fracaso,
es parte de la evolución de la enfermedad.
Fuente: Mapfre
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