El vértigo es
un síntoma, no una enfermedad. Aparece como consecuencia de otras enfermedades.
Por ello es más apropiado hablar de tipos de vértigo y de cómo se asocia a
otras enfermedades.
Muchas
personas que sufren de vértigo lo describen como una sensación de movimiento
rotatorio: sienten que los objetos o el entorno dan vueltas a su alrededor;
incluso estando en la cama al intentar ponerse de lado. Además del movimiento
giratorio, también puede haber otros tipos de sensación de "falso
movimiento", como balanceo, inclinación, meneo, rebote o deslizamiento.
Estudios
recientes estiman que una de cada cinco personas presenta algún episodio de
vértigo a lo largo de su vida. Las personas que lo sufren pueden experimentar
grandes limitaciones en su vida diaria hasta que cesa el ataque.
¿Cuáles son las causas?
Clásicamente,
el vértigo se clasifica en dos grandes tipos:
·
Periférico: cuando el
problema se encuentra en la parte del oído interno que controla el equilibrio
(el laberinto vestibular o los canales semicirculares). En el oído interno
tenemos una zona, llamada vestíbulo, donde hay unos pequeños cristales
(llamados otolitos) que nos ayudan a mantener el equilibrio. Cuando movemos la
cabeza hacia delante o hacia atrás, se mueven e informan a las células del
vestíbulo de que nos estamos moviendo en esa dirección. También, tenemos los
canales semicirculares que están llenos de líquido. Cuando giramos la cabeza,
el líquido también se mueve e informa a las células de los canales. Así,
podemos sufrir de vértigo cuando hay una alteración en estos dos sistemas. Por
otro parte, el vértigo puede aparecer debido a un problema en el nervio
vestibular, que conecta el oído interno con el cerebro
·
Central: cuando el
problema se encuentra en el cerebro o el cerebelo.
Hoy en día,
las tres causas más frecuentes de vértigo son:
·
Dos
relacionadas con el tipo periférico:
o
El vértigo
postural paroxístico benigno (VPPB). Cuando los otolitos se desprenden y se
introducen en los canales semicirculares, por ejemplo por un golpe en la
cabeza.
o
La enfermedad
de Menière. Cuando hay una cantidad anormal de líquido dentro de los canales
semicirculares debido a diversos motivos, por ejemplo un drenaje insuficiente o
una infección viral.
·
Y una con la
central, la migraña vestibular, un tipo específico de migraña o jaqueca.
Entre otras
causas, menos comunes, vinculadas al vértigo periférico se encuentran:
·
Inflamación
del nervio vestibular (neuritis vestibular).
·
Otras causas
como: traumatismos craneales, tumores benignos locales o algunos medicamentos.
Otras causas
menos habituales relacionadas al vértigo central podemos señalar:
·
La esclerosis
múltiple o la epilepsia.
·
Otras como:
enfermedades vasculares, ictus, tumores cerebrales benignos o cancerosos.
Sin embargo, en la actualidad y a la luz de
nuevos conocimientos, esta frontera entre periférico y central está cada vez
más desdibujada, puesto que hay causas periféricas que afectan más directamente
al cerebro como el tumor llamado neurinoma del acústico, o causas centrales que
afectan más de forma periférica, como la migraña vestibular.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
El vértigo
postural benigno es la causa más frecuente de vértigo, un 20 - 40% de los
casos. Es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres y se presenta con
más frecuencia entre los 50 y los 70 años.
En la mayoría
de las ocasiones, la enfermedad se manifiesta como episodios de vértigo de
corta duración (segundos) inducidos por movimientos de la cabeza.
La migraña
vestibular es la segunda causa de vértigo, e incluye una combinación de los
síntomas propios de la migraña (dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareo, etc.)
con los del vértigo (giro de objetos, náuseas, vómitos, etc.), que pueden
solaparse unos a otros durante mucho tiempo, siendo difícil establecer un
diagnóstico claro.
El tercer tipo
de vértigo en frecuencia es la enfermedad de Menière, que se presenta en un 5%
de las personas que la sufren y es más frecuente entre los 40 y los 60 años. Es
una enfermedad crónica que suele afectar solo a un oído. Se presenta en forma
de "ataques" agudos y se caracteriza por la presencia de tres
síntomas clave:
·
Vértigo
intenso.
·
Acúfenos o
tinnitus.
·
Pérdida de
audición, que va y viene.
·
Con mucha
frecuencia se asocian también una sensación de taponamiento de oído,
sudoración, náuseas, vómitos, sensación de mareo e inestabilidad, y pérdida de
equilibrio.
Los ataques de
vértigo de la enfermedad de Menière pueden durar desde unos pocos minutos hasta
unas pocas horas. Y suelen dejar una sensación de resaca posterior que suele
requerir el dormir unas horas para recuperarse completamente.
Se cree que
está causada por un aumento de la cantidad del líquido que llena los canales
semicirculares, lo que aumenta la presión del mismo y desencadena el ataque de
vértigo.
¿Cómo se diagnostica el vértigo?
Tu médico o
médica de familia o tu especialista en otorrinolaringología diagnosticará en
función de la presencia de los síntomas típicos. Te preguntará sobre tus
antecedentes familiares y personales, en relación a otras enfermedades que
puedes padecer o medicamentos que estás tomando o has tomado.
Asimismo, te
hará una exploración general y más específica del oído con el otoscopio y una
exploración neurológica básica. Tu médico o médica de familia puede realizarte
una exploración de la marcha: cómo caminas, a qué velocidad, con qué
estabilidad, etc. Y puede indicarte otras pruebas de exploración concretas.
Normalmente no
es necesaria ninguna otra prueba complementaria, aunque en algunos casos
dudosos o ante la sospecha de alguna causa específica, como tumores o
enfermedades cerebrales, se puede solicitar una prueba de imágenes como la
tomografía computarizada (TAC) o la resonancia magnética (RM), entre otras.
¿Cuál es el tratamiento para el vértigo?
Básicamente,
el tratamiento del vértigo va dirigido a aliviar y resolver los síntomas
asociados a las crisis. Hay que intentar realizar un diagnóstico específico,
puesto que algunos tipos de vértigo tienen un tratamiento más eficaz.
En presencia
de una crisis o ataque agudo de vértigo, tu médico o médica puede prescribirte
los llamados sedantes vestibulares. En función del número de crisis y de su
intensidad, puede ser necesario que tomes un tratamiento de mantenimiento
crónico para intentar reducir su frecuencia e intensidad.
En el vértigo
postural benigno tu médico o médica puede emplear una serie de maniobras de
reposicionamiento de la cabeza, como la maniobra de Epley, para movilizar los
otolitos a lugares dónde no desencadenen crisis. Estas maniobras se pueden
aprender y utilizar periódicamente para evitar futuros ataques.
En la
enfermedad de Menière pueden recomendarte utilizar fármacos como los
diuréticos, para intentar reducir la cantidad de líquido en el oído medio.
Más
recientemente se está probando aplicar medicamentos directamente en el oído
medio e interno (vía intratimpánica), sobre todo en la enfermedad de Menière.
Y en algunos
casos resistentes y seleccionados, se pueden realizar determinadas
intervenciones quirúrgicas.
¿Cómo puedo prevenir el vértigo?
Puesto que no
conocemos las causas específicas del vértigo, actualmente no es posible hacer
recomendaciones concretas para su prevención. Sin embargo:
·
En el vértigo
postural benigno tienes que evitar aquellas posiciones de la cabeza que sabes
que te desencadenan un ataque.
·
En la
enfermedad de Menière es recomendable que mantengas una dieta baja en sal,
evites los excitantes (café, tabaco, alcohol) y que reduzcas el estrés.
¿Qué debo hacer para cuidarme si tengo un
ataque de vértigo?
Durante un
ataque de vértigo puedes seguir las siguientes pautas para aliviar los síntomas
y reducir su impacto sobre tu calidad de vida como por ejemplo:
·
Acuéstate
sobre una superficie rígida, que no se mueva, por ejemplo, en el suelo.
·
Colócate en
una postura que disminuya el vértigo, generalmente sobre el lado afectado.
·
Evita los
cambios bruscos de postura.
·
Mantén la
vista fija en un objeto que no se mueva, como una lámpara de techo.
·
Evita comer o
beber en exceso, para evitar las náuseas y los vómitos.
·
Cuando vayan
desapareciendo los síntomas, puedes incorporarte o levantarte lentamente: de la
posición acostada a la semirreclinada, luego te puedes sentar, más tarde te
levantas.
·
Si después del
ataque sientes cansancio o somnolencia, no lo dudes, vete a dormir unas horas.
En la mayoría
de los casos, un ataque agudo e intenso de vértigo puede ser incompatible con
la conducción de vehículos, el manejo de maquinaria, el trabajo y mantener un
estilo de vida activo. Además, puede producir caídas que a su vez pueden
producir otras lesiones como fracturas óseas. Así que intenta tranquilizarte,
haz reposo y busca ayuda si lo necesitas.
¿Cuándo tengo que solicitar atención
médica?
No dudes en
solicitar atención médica si:
·
Continúas
vomitando durante más de 24 horas.
·
No puedes
retener ni los líquidos.
·
Un ataque de
vértigo te dura más de 24 horas.
·
Te aparecen
otros síntomas, como visión doble, dificultad para hablar, pérdida de
coordinación, caídas, etc.
¿Cómo puedo mejorar mi calidad de vida?
Si padeces vértigo postural benigno, tienes que
saber que, aunque es molesto e incómodo, unos sencillos movimientos de la
cabeza son capaces de hacer desaparecer los síntomas. Aprende a hacer este tipo
de maniobras para mejorar su manejo y, aunque tu vértigo puede aparecer en
cualquier momento, también es fácil atajarlo.
Por ejemplo, puedes realizar este ejercicio: en
posición sentada en la cama, con los pies colgando, gira la cabeza un poco
hacia un lado y déjate caer hacia el lado contrario hasta apoyar el hombro en
la cama. Quédate así 30 segundos y regresa a la posición inicial. Repite la
operación hacia el otro lado. Haz esto 5 veces para cada lado, mañana y noche,
durante 1 semana.
Si padeces la enfermedad de Menière, es probable
que tengas que cambiar un poco tu estilo de vida. Puedes seguir las siguientes
recomendaciones:
·
Sigue una
alimentación baja en sal.
·
Evita el
alcohol, la cafeína y el tabaco.
·
Aprende
técnicas de relajación para reducir el estrés en tu vida, como el yoga o la
meditación.
·
Informa a tu
familia, amistades, círculo cercano sobre cómo pueden ayudarte si tienes un
ataque de vértigo.
·
Busca un grupo
de apoyo en tu comunidad de personas con enfermedad de Menière.
·
Mejora el
equilibrio con ejercicios específicos o practicando Tai-Chi.
Fuente: Fisterra