¿Qué son las chinches de cama?
La chinche de cama Cimex lectularius es un
insecto que se alimenta de sangre, preferentemente humana.
Distribuido mundialmente desde la antigüedad, en
los últimos años ha experimentado un “resurgimiento” como consecuencia de una
serie de factores:
·
Incremento
espectacular en los desplazamientos de la población mundial.
·
Incremento en
el comercio de mercancías.
·
Mayor uso de
los sistemas de climatización (calefacción y aire acondicionado) de los
ambientes interiores de las viviendas y establecimientos.
·
Deficiencias
en el diseño de las instalaciones, empleo de materiales inapropiados o
deficiente mantenimiento de los mismos.
·
Restricciones
en el empleo de determinados biocidas, muy efectivos pero con repercusiones
sobre la salud pública o el medio ambiente.
·
Aparición de
resistencias en las chinches por el abuso y/o manejo inadecuado de los
biocidas.
¿Cómo son las chinches de cama?
Son insectos ovalados y aplanados (antes de
alimentarse), pequeños pero visibles (de unos 5 mm. de longitud), de color
marrón rojizo y con pelos. Tienen 3 pares de patas y carecen de alas. Son
excelentes “corredores” moviéndose rápidamente de un sitio a otro.
Su ciclo biológico tiene 3 estadíos: huevo, ninfa
y adulto precisando de 7 a 10 semanas para completarlo (para que el huevo se
transforme en adulto).
Los huevos son ovalados, de color blanquecino y
con un opérculo o “tapadera” que se abre cuando eclosionan. De ellos surgirán
ninfas, morfológicamente semejantes a los adultos, pero de menor tamaño.
Su cutícula envolvente es fina, por lo que a
través de ella se puede ver el color de la sangre ya succionada y parcialmente
digerida. Las ninfas tras 5 mudas (en cada una de las cuales precisan
alimentarse de sangre) darán lugar a individuos adultos.
Las hembras, en condiciones favorables, ponen
huevos a razón de 2 a 3 por día a lo largo de toda su vida, que es de 1 año
aproximadamente.
No sobreviven a temperaturas superiores a los 45º
C ni tampoco a temperaturas inferiores a 0º C. Por debajo de los 9º C los
adultos entran en un estado de semi-hibernación dejando las hembras de poner
huevos.
¿Cuáles son sus hábitos?, ¿dónde viven?
Las chinches son de hábitos nocturnos. Salen por
las noches localizando a sus víctimas atraídas por el calor o el dióxido de
carbono espirado, les pican alimentándose de su sangre y vuelven a sus
escondites. De media, una chinche de cama se alimenta 1 vez cada 7 días.
Son muy resistentes al hambre pudiendo sobrevivir
sin alimentarse durante muchos meses.
Viven en:
·
grietas y
hendiduras de paredes.
·
suelos,
rodapiés, así como en falsos techos.
·
en armazones
de camas, sus muelles.
·
dobladillos de
los colchones y ropa de cama.
·
equipaje,
mochilas y ropa de calle.
·
muebles, sofás
y sillas tapizadas.
·
taquillas,
cortinas y persianas.
·
alfombras y
moquetas.
·
marcos de
cuadros, pósters, papel pintado, libros, cajas y otros.
·
enchufes,
lámparas, interruptores de la luz.
·
rejillas de
ventilación, jambas de puertas y ventanas.
·
teléfono,
ordenador y otros apliques de la vivienda.
¿Cómo se produce la infestación?
Las chinches van de “polizones” en:
·
La ropa y
material de viaje (bolsos, maletas, mochilas y similares).
·
Los armazones,
colchones y ropa de cama.
·
Los muebles,
cajas y cajones, taquillas y demás mobiliario.
·
Las alfombras,
moquetas.
·
Otros.
Pudiendo, posteriormente, buscar otros lugares de
anidamiento o permaneciendo en los mismos enseres en los que han llegado a su
nuevo lugar de ubicación.
¿Cómo saber de la existencia de chinches?
En los lugares habituales de anidamiento habrá
que buscar:
·
La presencia
de chinches adultos, tanto vivos como muertos.
·
La presencia
de sus huevos, ninfas o mudas (de color café claro).
·
Manchas
puntiformes de color marrón más o menos rojizo que se corresponden con los
excrementos del insecto o con manchas de sangre.
Otro signo evidente de la presencia de chinches
lo constituyen las picaduras que producen (ver más adelante).
¿Cómo son sus picaduras? ¿Cómo tratarlas?
La picadura se produce en piernas, pies, brazos, manos y otras zonas de
la piel expuesta donde aparece una mancha roja o un bulto o una pápula
descolorida en el centro (las picaduras de pulga tienen un centro rojizo).
Una sola chinche puede picar más de una vez,
cerca de la misma zona, aunque normalmente aparecerán picaduras en varias zonas
de la piel expuesta ya que suelen alimentarse en grupo.
El acto de la picadura se produce durante la
noche y dura unos pocos minutos. En un primer momento pasa desapercibida aunque
en el intervalo de 1 a 24 horas se suele producir una reacción alérgica que se
traduce en irritación, prurito y sensación de quemazón.
Se recomienda no rascarse ya que, en el lugar de
la picadura, se puede producir la entrada y propagación de agentes infecciosos
que se encuentran sobre la piel al arrastrarlos hacia la herida en el proceso
de rascado.
El tratamiento, en casos leves, consistirá en
lavar la zona de la picadura con agua y jabón. Si el picor e irritaciones son
fuertes, se recomienda aplicar una loción calmante.
En el caso de que el picor sea muy fuerte,
difícil de soportar o aparezcan infecciones, se debe acudir al médico lo antes
posible.
¿Transmiten enfermedades?
Por lo que se sabe, hasta la fecha, las chinches
de cama no actúan como medio de transmisión de agentes patógenos (virus,
bacterias, hongos, etc.) y, por lo tanto, no actúan como agentes responsables
en la propagación de enfermedades.
¿Qué medidas se pueden adoptar para
prevenir su presencia y proliferación?
·
Llevar a cabo
una limpieza diaria de las zonas y superficies expuestas.
·
Aspirar
diariamente los suelos, paredes, muebles, colchones y armazones de cama. La
bolsa del aspirador debe sellarse y eliminarse inmediatamente tras la
aspiración.
·
Emplear la
vaporeta en los posibles lugares de anidamiento de las chinches ya que
temperaturas superiores a 45º C matan a estos insectos.
·
Sellar las
grietas y hendiduras en paredes, suelos y techos así como las que pueda haber
entre paredes y rodapiés o jambas de puertas y ventanas. No hacer agujeros
innecesarios a las paredes.
·
Revestir las
paredes y techos con pintura de color claro. No utilizar papeles pintados.
·
Evitar, en la
medida de lo posible, la presencia de moqueta, alfombras, sofás y sillas
tapizadas, cuadros y pósters en las paredes.
·
Utilizar camas
y cabeceros metálicos, mejor que los de madera. Cubrir los colchones con una
funda hermética de costuras selladas. No colocar artículos debajo de las camas
ni utilizar camas que incorporan en su estructura elementos que permiten el
almacenamiento de objetos debajo de ellas. No adornar las camas con cojines,
canapés o similares.
·
Mantener los
muebles, mesillas, taquillas y similares en buen estado de conservación y
limpieza.
·
Revisar y
mantener en buen estado los puntos de electricidad (enchufes, interruptores,
lámparas y similares), las conexiones de TV y de teléfono.
·
Utilizar
perchas o ganchos para colgar la ropa. No dejar la ropa en el suelo o sobre la
cama.
·
Igualmente, no
dejar maletas, mochilas o equipaje cerca de la cama.
·
Lavar toda la
ropa de calle, de cama, cortinas, cojines y textiles en general en agua
caliente a 60-70º C y/o utilizar la secadora.
·
Facilitar a
los usuarios el lavado y desinfección de su ropa y enseres personales.
Disponga de un Plan de autocontrol. La empresa de
control de plagas que se contrate deberá estar inscrita en el Registro Oficial
de Establecimientos y Servicios Biocidas de su comunidad autónoma.
De esta forma los profesionales de estas empresas
harán los diagnósticos de situación de su establecimiento, les harán las
recomendaciones preventivas oportunas y en casos de infestación aplicarán los
tratamientos más adecuados.
El uso indiscriminado y masivo de insecticidas sin una pauta técnica adecuada pueda llevar a un fracaso en el tratamiento y suponer riesgos para la salud de los aplicadores y usuarios.
Fuente: Rioja Salud
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