El verano suele traer consigo algunos trastornos
típicos de la estación. Prevenirlos está en nuestra mano si seguimos algunos
consejos.
Intoxicaciones alimentarias
En verano son frecuentes las intoxicaciones
alimentarias que suelen cursar con diarrea. Las medidas higiénicas que se deben
contemplar para evitarlas son:
·
Descongelar
los alimentos en el frigorífico.
·
Evitar
alimentos con mayonesa, nata, salsas y cremas si no están preparados en casa
adecuadamente o son de absoluta confianza.
·
Antes de
cocinar o manipular alimentos es imprescindible el lavado de manos.
·
Beber agua
embotellada y leche envasada (nunca a granel).
·
Esmerarse en
el lavado de las frutas y verduras frescas.
·
Cualquier
alimento cocinado o perecedero debe guardarse en el frigorífico o el congelador
hasta su consumo.
·
Si se come en
bares y restaurantes, no es recomendable consumir alimentos expuestos al
público fuera de las vitrinas protectoras, que tienen que ser refrigeradas si
contienen productos perecederos.
Quemaduras solares
·
Reducir la
exposición al sol entre las 10.00 AM y las 15.00 PM, es decir, cuando su luz es
más fuerte.
·
Utilizar
sombrero, camisa de manga larga y pantalones cuando se prevé estar al sol.
·
La ropa de
trama apretada para proteger del sol. Hay fibras textiles que dejan pasar gran
parte de su luz.
·
Aplicar un
filtro solar en crema o gel antes de cada exposición al sol, y aplicarlo
nuevamente cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar.
·
Se recomienda
un filtro solar con un factor de protección (SPF) mínimo de 15. El SFP que cada
paciente debe emplear depende de su tipo de piel y de la intensidad de la
radiación solar. Su dermatólogo puede indicarle qué SPF es el más adecuado.
·
Estas medidas
deben tomarse también en los días nublados, ya que gran parte de la radiación
solar sigue siendo dañina en esos días.
·
Determinadas
superficies reflectantes como la arena o el mar pueden producir un exceso de
exposición a la luz. Ponerse bajo una sombrilla en la playa puede no ser
suficiente.
·
La
sensibilidad aumentada al sol (fotosensibilidad) puede ser un efecto secundario
de algunos medicamentos. Debemos consultar al médico o al farmacéutico si
podemos exponernos al sol al tomar medicamentos.
·
Evitar los
salones de bronceado.
·
Los niños de
pocos meses de edad no deben ir al sol. A partir de los 6 meses pueden empezar
a utilizar los filtros solares.
·
Uso correcto
de los fotoprotectores: aplicar en casa, nunca en la playa o en la piscina por
lo menos 30 a 45 minutos antes de la exposición directa al sol, sobre la piel
seca y generosamente.
Si la quemadura ya se ha producido…
·
Las quemaduras leves (enrojecimiento y calor
en la piel) puede tratarse con la aplicación de una crema hidratante o
refrescante, o incluso de un corticoide tópico de baja potencia, como la
hidrocortisona al 1%.
·
Quemaduras más intensas, con escaldadura, o
formación de ampollas, deben ser valoradas por un médico.
Golpes de calor
Las altas temperaturas pueden causar problemas
serios de salud. Algunas medidas aconsejables para combatir los golpes de calor
son:
·
Beber líquidos
con frecuencia (sobretodo agua) aunque no se sienta sed. Evitar el consumo de
alcohol ya que aumenta la deshidratación.
·
Evitar los
paseos y la actividad física en las horas de mayor calor. Especialmente
personas ancianas, niños y enfermos crónicos.
·
Mantener la
casa fresca con las ventanas abiertas pero las persianas echadas.
·
Utilizar
prendas de algodón frescas y ligeras.
Pie de atleta
Durante el verano se dan una serie de condiciones
ideales para las infecciones cutáneas por hongos. El más típico de todos es el
pie de atleta, que aparece en los dedos y provoca una piel enrojecida, seca y
escamosa. En ocasiones, también pueden aparecer grietas o ampollas. Para
evitarlo:
·
Utilizar
chancletas o zapatillas de goma en
piscinas, saunas, gimnasios y zonas públicas donde se está en contacto directo
con la humedad.
·
Usar calzado
que permita la transpiración, a ser posible de piel o materiales naturales.
·
Nunca comparta
toallas o calzado.
·
Higiene diaria
de los pies, secándolos cuidadosamente especialmente entre los dedos.
Rozaduras y ampollas
Para evitarlas es muy importante elegir un
calzado adecuado: cómodo, de material transpirable y suave, amplio y con una
suela amortiguadora a la par que flexible. En caso de producirse una rozadura
debemos desinfectarla y cubrirla con un apósito. ¡Muy importe, si tienes una
ampolla no arranques la piel, hay que dejar que se desprenda por sí sola!
Picaduras
Se debería evitar rascar el lugar donde se ha
producido la picadura, ya que al hacerlo se puede lesionar la piel favoreciendo
que las bacterias penetren e infecten la herida.
·
Mosquitos: Lo
más adecuado es aplicar inmediatamente una base (amoníaco) que neutralice o
destruya el ácido de la toxina para evitar que se desencadenen la hinchazón y
el picor.
·
Abejas: El
aguijón debe ser extraído mediante unas pinzas o agujas estériles. Al igual que
en las picaduras de mosquito, podemos utilizar una base (amoníaco) que
neutralice o destruya el ácido de la toxina para evitar que se desencadenen la
hinchazón y el picor.
·
Medusas: No se
ha de frotar la zona afectada ni con arena ni con la toalla. No se debe limpiar
con agua dulce ya que puede facilitar la eliminación de sustancias
urticariantes. Se debe lavar con suero fisiológico o en su defecto con agua de
mar. Se puede aplicar hielo (no directamente) en una bolsa en la zona de la
picadura y administrar antihistamínicos para el picor y analgésicos para el
dolor.
·
Ortigas: no
rascar ni frotar la zona afectada. Enfríe la zona con agua o aplique amoniaco
sobre la zona afectada.
Determinadas picaduras pueden provocar una
inflamación local muy marcada que requiera algún tratamiento adicional con
corticoides tópicos, en estos casos, debe consultarlo con su médico. Si
apareciera fiebre o inflamación de los ganglios (adenopatías) tras una picadura
se debe consultar siempre con el médico. En el caso de una reacción alérgica se
debe acudir a un centro médico.
Niños y agua: cómo evitar riesgos
Especialmente en los niños se han de extremar las
precauciones durante el baño para evitar situaciones peligrosas:
·
Nunca deje al
niño sin vigilancia en la playa ni en la piscina aunque sepa nadar
perfectamente.
·
Educar al niño
para que respete las normas de seguridad de las piscinas y baños públicos.
·
Enseñarle a no
introducirse bruscamente en el agua tras una exposición solar prolongada o una
comida copiosa.
·
El hecho de
que lleven un flotador no significa que no necesita vigilancia y precaución.
Si salimos de viaje
Si pasas tus vacaciones fuera de tu lugar de
residencia se aconseja llevar un botiquín con la medicación habitual
suficiente: analgésicos, antidiarreicos, material para curas y
antihistamínicos.
·
Además, si se
va a realizar un viaje al extranjero es necesario consultar las vacunas
obligatorias y recomendadas en el país de destino. Para informarse debe acudir
a las Centros de Vacunación Internacional que existen en las principales
ciudades de la península.
·
La comida y la
bebida son la vía principal de enfermedades estomacales o gastrointestinales
mientras se viaja. En países o lugares donde no existan garantías sanitarias
completas, se deben evitar las verduras y comidas crudas o poco cocinadas, así
como las bebidas sin embotellar, las que contengan cubitos de hielo, helados,
así como la ingesta de agua del grifo o de fuentes naturales. Las siguientes
bebidas pueden ser seguras: agua hervida, bebidas calientes (té, café) hechas
con agua hirviendo, bebidas carbonatadas o embotelladas, cerveza, zumos
envasados y vino. El hielo puede estar hecho con agua contaminada, por lo que
debe de ser evitado.
·
Alimentos de
mayor riesgo pueden ser las ensaladas, las verduras sin cocinar, la fruta, la
leche y productos lácteos sin pasteurizar, la carne cruda o poco hecha, y los
mariscos.
·
Cuando es
inevitable tomar agua sin embotellar, se debe hervir o usar desinfectantes
químicos (yodo o cloro).
·
En caso de
contraer la Diarrea del viajero, y para evitar la deshidratación del paciente,
se deberán utilizar sueros de rehidratación oral ya preparados (y debidamente
envasados), o bien prepararlos añadiendo una cucharada rasa de sal común y
cuatro cucharadas bien llenas de azúcar a un litro de agua (siempre se
utilizará agua embotellada o tratada). Es importante mezclar las sales con el
volumen adecuado de agua. Una vez preparada, esta solución podrá mantenerse 12
horas a temperatura ambiente o 24 horas en la nevera.
Lo que debes
saber…
·
Al comer:
lavar bien los alimentos, beber agua embotellada, guardar cualquier alimento
cocinado en la nevera…
·
Al sol y el
calor: protegerse con filtros solares, gorros, gafas…: hidratarse bien;
utilizar ropa fresca; evitar actividades al aire libre en las horas de más
calor…
·
En las
piscinas: utilizar chancletas y secarse bien los pies para evitar infecciones
por hongos.
Fuente: MapfreSalud
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