El Servicio de Neumología de la Gerencia de
Alcázar de San Juan, dependiente del Servicio del Servicio de Salud de
Castilla-La Mancha (SESCAM), ha sido premiado durante el XIII Congreso de la
Sociedad Castellano Manchega de Patología Respiratoria (SOCAMPAR) por un
trabajo de investigación titulado ‘Influencia de las nuevas tecnologías en los
hábitos de sueño de una población adolescente’.
El estudio, llevado a cabo por las enfermeras
Eugenia Núñez, Sonia Almodóvar y Estefanía Castellanos, alerta sobre los
nocivos efectos que tiene el abuso de las nuevas tecnologías (especialmente el
teléfono móvil) en la calidad del sueño de los jóvenes, máxime cuando utilizan
estos dispositivos electrónicos ya en la cama y con las luces apagadas.
Para realizar este trabajo de investigación, las
enfermeras del Servicio de Neumología del Hospital Mancha Centro han recurrido
a una muestra de 244 adolescentes, con edades comprendidas entre los 12 y los
18 años, y se han tenido en cuenta variables sociodemográficas, hábitos de
ejercicio, consumo de tabaco, alcohol y uso de las nuevas tecnologías.
El resultado indica que más de un tercio de estos
jóvenes presentan trastornos en el sueño, siendo significativamente más
frecuentes en mujeres (44,7 por ciento) que en hombres (28,8 por ciento).
Por otro lado, destacar que el 80 por ciento de
los encuestados consultan el teléfono móvil antes de acostarse, apartado en el
que las mujeres han demostrado también tener más adquirido este mal hábito. De
hecho, son ellas en mayor proporción las que acceden a estos dispositivos
electrónicos a oscuras y acostadas.
Según demuestra este estudio, las alteraciones
del sueño tienen un origen multifactorial, pero se ha demostrado que el uso del
móvil acostado y sin luz duplica el riesgo de sufrir estos trastornos en el
sueño, al igual que lo hacen otros hábitos no saludables como el consumo de
alcohol.
Y es que, según estas tres enfermeras, el uso de
dispositivos electrónicos por la noche da lugar a entrar en un círculo vicioso
que les lleva a acostarse más tarde y sufrir somnolencia durante el día.
“Acceder a dispositivos electrónicos por la
noche, no sólo retrasa la hora de dormir, también prolonga la estancia de los
jóvenes en sus dormitorios y provoca un sedentarismo que incide también
negativamente en el descanso”, ha recalcado Eugenia Núñez.
Por este motivo, controlar el uso de dispositivos
electrónicos en general, y por la noche en particular, podría mejorar la
calidad y cantidad del sueño.
Aunque no es
objeto de este estudio las mismas conclusiones son válidas para niños y adultos,
por lo que es necesario controlar estos hábitos en todos los rangos de edad.
Fuente: Sescam
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