Se estima que 7 millones de personas tienen
trastorno del espectro del autismo (TEA) en Europa. En España, más de 450.000.
Para ellas, el acceso a la educación y al empleo no son solo un derecho, sino
también factores clave para su calidad de vida.
Para visibilizar las barreras y oportunidades de
las personas con autismo en estas dos áreas fundamentales en la calidad de vida
de las personas con autismo, la campaña promovida por Autismo España, que bajo
el lema ‘Puedo APRENDER. Puedo TRABAJAR’, pretende crear conciencia sobre cómo
crear las condiciones adecuadas para hacer que la educación y el empleo sean
más accesibles para el colectivo.
Las personas con trastorno del espectro del
autismo (TEA) deben tener las mismas oportunidades para expresar su potencial
tanto en el ámbito de la educación como en el mundo laboral, gracias a entornos
accesibles y apoyos adecuados. Con este «gesto» queremos mostrar que cada
persona es diferente y tiene unas determinadas fortalezas, que la sociedad
puede y debe fomentar para ser cada vez más respetuosa con la diversidad.
Entender el autismo
El trastorno del espectro del autismo (TEA) es un
trastorno de origen neurobiológico que
afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento
cerebral, dando lugar a dificultades en dos áreas principalmente: la
comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la
conducta.
Causa y
origen: En la
actualidad, no está determinada la causa que explique la aparición del TEA, pero sí la
fuerte implicación genética en su origen.
Especificidad. El TEA tiene características nucleares propias
y definitorias que se manifiestan de forma heterogénea a lo largo de todo el
ciclo vital.
Variabilidad. No hay dos personas con TEA iguales; dependerá
de su propio desarrollo personal y de los apoyos que pueda tener, así como de
si presenta o no discapacidad intelectual asociada y también de su nivel de
desarrollo del lenguaje.
Discapacidad
invisible. El TEA no
lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador (solo se manifiesta a nivel de
las competencias cognitivas de la persona y del comportamiento).
Ciclo de vida. Acompaña a la persona a lo largo de toda su
vida, aunque sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las
distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
Apoyos. Es necesario un abordaje integral orientado a
facilitar los apoyos individualizados, especializados y basados en la evidencia
más adecuados para mejorar la calidad de vida de cada persona (manteniendo,
además, una perspectiva de género).
Familias. Impacta no solo en quien lo presenta sino
también en su familia, apoyo fundamental para la persona con TEA.
Características del TEA
Las manifestaciones clínicas del TEA varían mucho
entre las personas que lo presentan, así como su funcionamiento intelectual y
sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, todas ellas comparten
características fundamentalmente en dos áreas del desarrollo y del
funcionamiento personal:
1.
Comunicación e interacción social
Habilidades
de comunicación verbal y no verbal
Las dificultades de comunicación que pueden
presentar se manifiestan tanto a nivel de comprensión como de expresión.
Comunicación verbal: Algunas personas con TEA
tienen habilidades lingüísticas adecuadas, pero encuentran dificultades para
utilizarlas en una comunicación recíproca o en el contexto social en el que son
necesarias. Otras no emplean lenguaje verbal y requieren el apoyo de Sistemas
Alternativos y/o Aumentativos de Comunicación (SAAC) (sustituyen y apoyan al
lenguaje oral, respectivamente).
Comunicación no verbal: Las personas con TEA
pueden experimentar dificultades para emplear o extraer el significado de
gestos o expresiones faciales de otras personas, así como de otros elementos
relevantes para la interacción (contacto ocular, postura corporal, etc.), lo que
puede suponerle alguna situación de malentendido.
Habilidades para la interacción social
·
Acercamientos
sociales inusuales o inadecuados para iniciar o reaccionar ante interacciones
con otras personas.
·
Problemas para
adaptar el comportamiento a distintos contextos o situaciones sociales.
·
Dificultades
para comprender las reglas sociales “no escritas”.
·
Dificultades
para entender o expresar las emociones de forma ajustada al contexto o a la
situación.
2.
Flexibilidad de comportamiento y de pensamiento.
Forma de
pensar y comportarse
Las personas con TEA pueden tener dificultades
para responder de manera flexible a las demandas de los diferentes contextos y
ajustar su forma de pensar y de comportarse. Por ello, adaptarse a los cambios
o a situaciones imprevistas puede suponerles un gran esfuerzo y generarles
malestar, angustia o ansiedad. Puede manifestarse, por ejemplo, en insistencia
en que las cosas sucedan siempre de la misma manera; en la disposición de un
repertorio limitado de intereses específicos o en patrones de comportamiento rígido
y repetitivo (como repetir las palabras o frases una y otra vez, exactamente de
la misma forma -ecolalia-).
Estímulos
sensoriales
Algunas personas con TEA presentan alteraciones
en el procesamiento de los estímulos sensoriales, que se puede manifestar en
malestar intenso ante determinados sonidos, olores, luces, sabores o texturas;
interés inusual en aspectos sensoriales del entorno (como insistencia por oler
o tocar determinadas cosas); fascinación por luces, objetos brillantes o que
giran o indiferencia aparente al dolor o a la temperatura.
Fuente: DiaMundialAutismo
No hay comentarios:
Publicar un comentario