La Navidad es
una época del año llena de experiencias, repleta de magia y de ilusión. Todas
estas experiencias conllevan emociones en los adultos y en los niños. Aunque en
un primer momento, todos asociamos la Navidad a emociones positivas, también
conlleva emociones negativas. La Navidad es una época de grandes emociones
porque las vivencias son más intensas.
Las emociones en Navidad
La experiencia
de la primera vez es emocionalmente muy intensa y por este motivo se recuerda
con más facilidad. Los mejores recuerdos navideños suelen evocar nuestra
infancia. Las vivencias son las mismas, pero lo que hace que sean más intensas
son las emociones. Los niños tienen la oportunidad de vivir la Navidad con la
magia de la primera vez, y eso les hace descubrir emociones novedosas muy
especiales e intensas.
En Navidad es
frecuente experimentar muchos tipos de emociones, algunas positivas: alegría,
ilusión, sorpresa, amor... y otras negativas: tristeza por los que no están,
desilusión por no cumplirse las expectativas, frustración cuando terminan estas
fechas, etc. Los niños también experimentan estas emociones y lo hacen de
manera más intensa.
En Navidad, emociones a flor de piel
La expectación
por los regalos, la vivencia de los símbolos navideños, las comidas y cenas
familiares, los besos y abrazos de familiares, amigos y seres queridos, la
cabalgata de reyes... son los muchos los acontecimientos que pueden generar
intensas emociones en Navidad. Las más comunes son éstas:
1. Alegría e ilusión por el reencuentro con la familia,
por los regalos, etc.
2. Tristeza por las ausencias, cuando algún familiar
ya no puede estar con nosotros los niños y niñas también experimentan tristeza.
3. Enfado. Las vacaciones y la Navidad suponen una
ruptura con las rutinas de los niños y niñas, se acostumbran a hacer lo que
quieren y cuando les ponemos límites se enfadan. El enfado suele contrastar con
las emociones positivas e idílicas del momento.
4. Frustración, cuando no se cumplen sus
expectativas. A veces, esperan muchos regalos y no tienen lo que quieren.
5. Celos. En navidades nos reunimos con otros
familiares y aparecen otros pequeños de la familia, a veces los niños y niñas
pueden sentir celos por la atención que reciben los otros niños y niñas.
6. Apatía, tristeza, y desanimo al finalizar las
fiestas y tener que retomar la rutina diaria.
El contraste emocional propio de la Navidad
Las emociones
son algo natural que aflora en las personas, tanto las positivas como las
negativas. Es normal experimentar emociones y todas ellas cumplen su función.
Pero en la época navideña ocurre un curioso proceso que afecta a los adultos y
también a los niños.
En Navidad
tenemos emociones muy intensas y se produce a menudo un gran contraste
emocional y un efecto sube y baja de montaña rusa, que puede dejarnos
emocionalmente agotados.
Las emociones
negativas, se ven amplificadas, ante la obligación de sentirnos especialmente
bien en una época idílica.
Consejos para gestionar las emociones en
Navidad
1. Intenta mantener tus rutinas. Aunque hagas cosas
distintas y especiales y aunque tengamos celebraciones señaladas, es importante
en la medida de lo posible mantener ciertas rutinas. Quitando los días
señalados o el día que tengamos alguna actividad programada o celebración,
mantenemos (más o menos) los horarios de ir a la cama, comidas, etc.
2. Expresa tus emociones y ayúdales a expresar las
suyas. Las emociones son algo natural y forman parte de las personas. Es bueno
expresarlas y poner nombre a lo que nos pasa por dentro.
3. Procura actividades que ayuden a todos a
desconectar y relajarnos como paseos al aire libre, lecturas, ver una película.
4. Recuerda con alegría a los que no están y ayuda a
tus hijos a recordarlos así.
5. Presta atención a sus celos. Cuando hay varios
niños en casa debemos procurar evitar actitudes por nuestra parte que alimenten
los celos y dedicar un tiempo y espacio a cada niño/a. En el caso de que
aparezcan los celos, a veces es inevitable, lo trataremos con naturalidad,
evitaremos forzarles para que los repriman.
6. Ten paciencia con todos en estos días y no
escatimes en muestras de afecto.
Fuente: hacerfamilia
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