Las Navidades
son fechas para celebrar, de alegría y reencuentros, que en su mayoría vienen
acompañados de grandes comilonas. Los excesos a los que se enfrenta la
población en estos 15 días pueden pasar factura durante meses y en algunos
casos concretos pueden ser muy perjudiciales para la salud. El Consejo General
de Enfermería, con el objetivo de concienciar a la población y poner en valor
la importancia de consultar a profesionales expertos en la materia, ha lanzado
un decálogo con los consejos prácticos necesarios para disfrutar de las fiestas
sin sufrir posteriormente los estragos.
Debemos ser
conscientes de que durante estos días no podemos olvidarnos de la salud y
aunque son fechas señaladas en las que todo el mundo realiza excesos, es muy
importante seguir cuidándose. Las enfermeras de Atención Primaria, en este
sentido, son los profesionales más cercanos al paciente y están diariamente en
sus consultas para ayudar y dar la mejor educación. Aprender a comer y a
controlarse durante las fiestas es sinónimo de salud y bienestar porque unas
Navidades sin control pueden acarrear problemas más graves en el futuro.
Diez claves para cuidarse también en
Navidad:
1. Preparar al cuerpo para los excesos. Resulta conveniente ir pensando en las fiestas, pero sin hacer dietas
extremas. Conviene movernos un poco más de lo habitual, subiendo algún tramo de
escaleras o bajando del autobús una parada antes, por ejemplo. Asimismo, se
debe disminuir la ingesta de picoteo. El desayuno es obligatorio y debe seguir
siendo saludable. En cuanto a las comidas prefiestas, es aconsejable que sean
más simples, pero sin olvidar las legumbres y las verduras de primer plato.
2. Realizar excesos inteligentes y con sentido común. No se debe esconder la cabeza y pensar que ya
pasarán las fiestas. Hay que disfrutar y compartir, pero sin dejar de pensar y
en especial los alcoholes blancos destilados que resultan nefastos.
3. Evitar cualquier tipo de alcohol. Cuando se habla de excesos inteligentes en Navidad no se incluye el
alcohol bajo ningún concepto. El alcohol no cuenta con bula para estas fiestas,
en especial los alcoholes blancos destilados, que resultan nefastos.
4. Incluir todos los grupos de alimentos en las cenas y comidas. Al igual que cuando se preparan los menús de la
semana, hay que incluir alimentos variados en todas las comidas y cenas de las
fiestas. No hay que abusar de los proteicos en los primeros y segundos platos. A
la hora de la preparación, hay que combinar las proteínas de la carne, pescado,
huevos y lácteos, con los hidratos de los tubérculos, con las hortalizas… No
hay que olvidarse del grupo de las grasas, que lo tendríamos con el aceite de
oliva.
5. No abusar de la sal ni de los alimentos sólidos con grasas saturadas. Esta recomendación es una constante durante
todo el año, se debe reducir el consumo de sal y mirar las etiquetas para
eliminar de la dieta los alimentos con excesivas grasas saturadas, tan nocivas
para el organismo. No hay que eliminar en Navidad las hortalizas crudas o las
verduras cocidas en los primeros ni en las guarniciones.
6. Reducir la ingesta de azúcar. Es necesario acostumbrarse a no desterrar las frutas de los postres
navideños. Con frutas y chocolate negro se consiguen postres a los que no hay
que añadir azúcar y hacen las delicias de grandes y pequeños.
7. Acostumbrar a los niños a comer lo mismo que los adultos, no en cantidad,
sino en calidad. Es
imprescindible habituar a los menores a que coman lo más parecido posible a los
mayores, evitando las salsas no caseras. Tenemos que decirles que en familia se
come lo que come la familia. Y, por supuesto, si no comen los primeros y
segundos platos, hay que decirles que entendemos que tampoco tienen apetito
para el postre.
8. Compensar los días de excesos con platos sencillos, completos y nutritivos
el resto de la semana. No hay que
evitar las comidas de Navidad, pero sí se puede compensar con la ingesta de
algo más sencillo los días clave y el resto. Por ejemplo, en Nochebuena,
podemos desayunar leche o yogur con una pieza de fruta; en la comida una
verdura o legumbre jardinera y pollo o pescado a la plancha o una tortilla con
un poco de jamón o atún de lata al natural; de merienda una fruta y así nos
prepararíamos para la gran cena.
9. Realizar ejercicio físico durante las fiestas. Tanto en personas sanas como en pacientes con
patologías diversas, el ejercicio físico es un pilar de la vida sana. Aun así,
para aquellos a los que les cueste más, hay que recordar la necesidad de pasear
estos días y olvidarse del transporte motorizado.
10. Consultar las dudas a las enfermeras de Atención Primaria. Los profesionales de Atención Primaria están
formados y cualificados para dar los mejores cuidados a los pacientes. En
fechas como estas, ellas son las encargadas de resolver las dudas y ayudar a la
población para que conozcan cómo hay que afrontar los excesos navideños y qué
hay que evitar estas dos semanas
Más allá de
los consejos para tener una alimentación saludable a pesar de los excesos
navideños, el CGE recuerda la importancia de vigilar todavía más a aquellas
personas que tienen algún tipo de enfermedad y que necesitan unos cuidados
especiales en cuanto a nutrición se refiere. El peligro más grande es excederse
con los azúcares añadidos y más aquellas personas que están al límite de
glucosa en sangre y que, además son sedentarios, y durante la Navidad más.
Fuente: Diario Enfermero