La vuelta al
trabajo después de las vacaciones requiere un periodo de adaptación, por
lo que es normal sentirse cansado, con sueño y falta de concentración durante
las primeras semanas. La llamada depresión posvacacional engloba un
conjunto de síntomas físicos y psicológicos que presentan algunas personas al
reincorporarse al trabajo después del período estival. No se trata de una
enfermedad, sino de un proceso adaptativo, autolimitado y reversible.
Si los
síntomas físicos y psicológicos persisten pasados unos 15 días después de la
incorporación al trabajo, conviene acudir al médico para determinar cómo actuar
en cada caso. En líneas generales y para que la vuelta a la rutina laboral sea más
productiva se recomienda:
·
Mantener una actitud positiva y
proactiva, entendiendo
que cualquier de las molestias mencionadas son normales y pasajeras.
·
Buscar nuevas metas y proyectos así como marcarse nuevos objetivos ya que todo
ello contribuye a estar motivados y tener una buena actitud ante el trabajo.
·
Mantener unos horarios
regulares, tanto durante el día, como en las horas de acostarse y
levantarse. De esta forma, será más fácil adquirir unos hábitos de sueño saludables.
·
Contar con tiempos
de descanso adecuados, ya que la falta de sueño incrementará los síntomas
del síndrome posvacacional.
·
Seguir una
dieta equilibrada para intentar compensar los excesos del verano. La
alimentación debe ser ordenada, rica en frutas, verduras y cereales
-preferentemente integrales- pobre en grasas y azúcares y con proteínas
principalmente magras. Si hay un exceso de peso sería oportuno seguir un plan
especial pautado por un profesional.
·
En relación con
el punto anterior, en septiembre conviene recuperar o iniciar una rutina
deportiva, se aconseja optar por deportes que nos resulten estimulantes.
·
Fuera del
trabajo es también importante reservar tiempo para nosotros mismos y
destinarlo aquellas actividades de ocio que nos gusten y así despejar la mente.
A parte de
estos trucos para afrontar la vuelta al trabajo y que no se resienta la salud
ni el rendimiento laboral, se recomienda hacer descansos dentro de la
oficina. De modo general, se establece un descanso de unos 15 minutos
cuando la jornada diaria continuada exceda de seis horas. Además, cada dos
sería conveniente relajar la vista, estirar un poco la espalda y el cuello y
tomar conciencia de la postura, intentando mantener la espalda recta y una
postura correcta con el teclado. También
se aconseja levantarse para dar un paseo, estirar las piernas y beber agua
para estar hidratados.
Fuente: Cuidateplus
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