Con la Navidad
llegan muchas celebraciones familiares, también con amigos o compañeros de
trabajo, y es muy frecuente comer y comer sin ningún tipo de control. Y las
fiestas se prolongan dos semanas hasta la culminación de Reyes.
Salud en Navidad
En Navidad podemos
y debemos cuidar nuestra salud, aunque culturalmente sea un sinónimo de
“excesos”.
Hay excesos en
todo, tanto en compras como en comidas, y eso puede terminar perjudicando
nuestros bolsillos pero sobre todo nuestra salud. Parece que en estas fechas no
tenemos límite y todo vale.
Es tradicional
que en las mesas, durante esta época del año, encontremos alimentos ricos en
grasas y azucares. A esto se añade que son cenas muy copiosas y no solemos
controlar.
Culturalmente
pensamos mejor que sobre a que falte y eso puede suponer un riesgo para las
personas que tienen dificultades de salud como: sobrepeso, obesidad, diabetes;
o que tiene algún riesgo cardiovascular como: hipertensión o hiperlipidemias.
Conviene
recordar que más de la mitad de la población española tiene sobrepeso y hay un
gran porcentaje de personas con hipertensión o diabetes.
Las comidas
copiosas y sin control pueden pasarnos factura. Además la acidez o la
indigestión, los niveles de azúcar, el colesterol y la tensión arterial nos
pueden jugar una mala pasada, sin olvidar el efecto en el peso. Los excesos se
inician en la cesta de la compra.
Invitado perfecto sin hacer desprecios a la
comida
Culturalmente
también pensamos que tenemos que comer todo lo que ponen, para no quedar mal
con la persona que cocina. Estos pequeños trucos lo harán todo más fácil:
·
Comer de todo
pero con control de las cantidades.
·
Procurar comer
despacio para que la sensación de saciedad llegue mejor a nuestro cerebro y así
rebajaremos los excesos.
·
No renunciar a
los dulces navideños pero limitar su consumo a los días más señalados y
tomarlos siempre en pequeñas cantidades.
·
No tener los
dulces en lugares visibles y accesibles fácilmente para evitar que estemos todo
el día picando.
·
Elegir agua
como bebida principal y si se toman otras como refrescos o bebidas alcohólicas,
no abusar de ellas.
·
Controlar con
decisión la ingesta de alcohol.
·
Si la cena va
a ser copiosa, hacer una comida más ligera, pero no caer en el error de
saltarla. Eso hace que lleguemos con voracidad a la celebración.
·
Mantener
nuestra rutina física en Navidad. Es mejor pasar unas navidades activas con la
familia o con amigos.
Buenos anfitriones
Para los días
en los que toca cocinar se aconseja planificar los menús con antelación,
adaptarlos a tu plan de salud y al de tu familia, sin olvidar vuestras
preferencias y las de vuestros invitados.
Consejos a seguir:
·
Cocinar ligero.
·
Utilizar
técnicas como: horneado, salteado, vapor, hervido o plancha.
·
No abusar de
salsas grasas o dulces.
·
Utilizar
alimentos frescos de temporada: verduras y hortalizas.
·
Calcular bien
las cantidades.
·
Poner las
raciones de acuerdo a las preferencias y la edad.
·
Si hacemos
entrantes, que sean ligeros como espárragos, endivias, etc.
·
No abusar de
los embutidos y las frituras.
·
De primer
plato ayuda mucho tener un caldo ligero o un consomé.
·
Hacer platos
como carnes o pescados con acompañamiento de verduras.
·
Las ensaladas
siempre ayudan.
·
Utilizar fruta
fresca para postre.
·
Los dulces en
trozos pequeños y variados.
Reutilizar las sobras
Las sobras
generan un gran impacto en el entorno, por ello se recomienda comprar lo
proporcional a los invitados que vayamos a tener y seguir algunas ideas como:
·
Si has hecho
mucha cantidad, prepararlo para guardarlo en la nevera o congelador. Los
alimentos en la nevera pueden estar 4 días en recipientes aptos para uso
alimentario; en congelador hasta 3 semanas dependiendo del alimento. Los
alimentos más grasos, como el pescado azul, aguantan menos porque se pone
rancia la oxidación de la grasa.
·
Si te sobran
asados de carne de ave, reutilizarlos en: guisos de legumbres, sopas y pasteles
de carne.
·
Con las
verduras se pueden hacer salteados, salsas o purés.
Fuente: Efesalud
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