Llega la
temida vuelta al cole, proceso que, aunque viven padres e hijos cada año, no
deja de ser una situación estresante y un nuevo reto para todos, especialmente
para los pequeños de la casa, ya que pueden presentar diversos trastornos
psíquicos provocados por el estrés como cansancio, apatía, tristeza, ansiedad,
irritabilidad y falta de atención.
Volver al cole
también les supone a los más pequeños un “síndrome postvacacional”, una etapa
transitoria que suele durar una semana, en la que nuestros hijos pueden
presentar diversos trastornos psíquicos provocados por el estrés como
cansancio, apatía, tristeza, ansiedad, irritabilidad y falta de atención.
Uno de los
momentos más difíciles es la vuelta a los madrugones, ya que los ritmos de
vigilia y sueño necesitan un periodo de ajuste a las nuevas rutinas. Por ello,
es importante anticiparnos una semana o diez días antes del comienzo de las
clases adaptando los ritmos al nuevo horario, adelantando cada tres días todas
las acciones (levantarse, desayunar, comer, acostarse, etc.), para realizar una
adaptación progresiva.
Desayuno, mochila y las extraescolares
Hay que
prestar especial atención al desayuno, que ha de ser variado, equilibrado y
capaz de aportarles energía para toda la mañana. Un ejemplo de desayuno sería
una ración de lácteo (leche o yogurt), otra de fruta y una tercera de hidratos
de carbono de absorción lenta (pan, cereales o galletas). Es deseable que el
desayuno se haga sin prisas y en compañía de otro miembro de la familia.
Otro tema que
preocupa a los padres es el excesivo peso de las mochilas escolares, por el
esfuerzo físico que se necesita para transportarla y por su posible relación
con el dolor de espalda y las alteraciones estáticas en la columna vertebral.
Para evitarlo, utiliza mochilas con tirantes anchos y refuerzo en el área
lumbar para una mejor distribución de la carga. También se debe colocar la
mochila pegada a la espalda, en posición vertical y siempre colgada de los dos
tirantes. Y, finalmente, controla la carga: que no debe superar nunca el 10%
del peso del niño.
También los
niños cada vez tienen más programado su tiempo libre por numerosas actividades
extraescolares, algo que debe ser una motivación y divertimento, y no una
obligación o castigo. Es importante elegir las que sean apropiadas para el
grupo de edad del niño y no impedir que tenga tiempo para jugar y descansar,
favoreciendo las relaciones con otros niños, el ejercicio físico o el
aprendizaje.
¿Qué tipo de actividad escolar es más
adecuada para cada edad?
·
Menores
de 4 años: es
suficiente con que los llevemos al parque, que pinten en casa, jueguen y dejen
libre su imaginación.
·
De 4 a 6
años: la danza
para la expresión corporal, la natación que favorece la psicomotricidad, el
dibujo o la música para potenciar su creatividad y la comunicación, les ayudará
a aumentar la confianza en sí mismos.
·
Mayores
de 6 años: son
beneficiosos los deportes en grupo para que aprendan normas, a trabajar en
equipo, al mismo tiempo que favorezcamos la coordinación y la psicomotricidad:
fútbol, ballet, gimnasia rítmica, baloncesto…
Decálogo para ayudar a nuestros hijos en el
proceso de adaptación
1. Adaptarse de forma progresiva al horario escolar una o dos semanas antes del inicio del curso;
establecer la hora de irse a dormir y de levantarse, porque de esta forma
evitaremos que vayan cansados el primer día de clase.
2. Cumplir los horarios incluso
los fines de semana.
3. Aprovechar las vacaciones para instaurar un
hábito tan saludable como es el desayuno en familia, con tiempo
suficiente, fomentando el diálogo y compuesto por lácteos, cereales y fruta. Un
desayuno adecuado contribuye a mejorar el rendimiento físico y mental.
4. Preparar con ellos el material escolar, comprar los libros, forrarlos, preparar el uniforme o la ropa escolar,
la mochila…
5. Ayudarles con el repaso de los deberes, siempre reforzándoles y elogiándoles en sus logros.
6. Hablarles de las cosas positivas que implica
el inicio del nuevo curso, como encontrarse con sus amigos, conocer niños
nuevos, aprender cosas, excursiones…
7. Escucharles, responder a sus preguntas, inquietudes y miedos. Darles confianza y apoyo. Para ellos es un reto
y una nueva situación a la que tienen que enfrentarse.
8. Podemos realizar por las tardes actividades
físicas, en vez de que estén viendo la televisión o jugando en el
ordenador, como ir al parque, montar en bici, patinar… De esta forma liberan el
estrés y eliminan de sus mentes las preocupaciones y miedos.
9. Acompañarles el primer día de colegio, siempre haciendo el momento de la separación nada traumático y corto en
el tiempo. Es importante también el recogerles, siendo puntuales y mostrándonos
alegres, interesándonos por todo lo que nos cuentan.
10.
Nunca trasmitirles nuestra
ansiedad, miedos y pereza a la
hora de tener que volver a nuestros respectivos trabajos.
Y en todo este
proceso, no nos olvidemos de que padres tranquilos implica niños felices.
Fuente: EFESalud
No hay comentarios:
Publicar un comentario