Protege tu piel
En la época estival, es esencial aplicarse crema
solar antes de salir de casa o, al menos, veinte minutos antes de
la exposición al sol, y hacerlo nuevamente si se toman baños, se juega con la
arena o han pasado más de dos horas desde la última aplicación. Es necesario
utilizar una buena protección con capacidad de bloqueo de, al menos 15 FPS en
adultos, 30 FPS en niños y protección contra los rayos UVA y UVB.
Se recomienda no exponerse a los rayos solares
más de lo debido, los primeros días es aconsejable hacerlo poco a poco, y evitar
las horas centrales del día. Los bebés menores de seis meses deben estar a la
sombra.
Asimismo, los expertos inciden en la importancia
de detectar un melanoma a tiempo y, para ello, es esencial que los propios
pacientes vigilen su piel. Para ello aconsejan seguir la regla del ‘A, B,
C, D, E’ que consiste en la auto-exploración de lunares y manchas.
La letra A de asimetría, para aquellas que
no sean homogéneas; la B de bordes irregulares; la C hace alusión al
color; la D de diámetro, para incidir en la conveniencia de vigilar las
lesiones de más de 6 milímetros, y la E de evolución con especial
atención a los que cambian de forma repentina.
Si observa algo de lo indicado, es aconsejable
que acuda a su médico de familia para que determine si es importante.
Estos
sencillos consejos son clave para prevenir lesiones cancerosas y manchas
solares.
Antes de bañarse
Antes de entrar en el agua es aconsejable
respetar las dos horas de digestión para evitar la hidrocución, lo
que se conoce como ‘corte de digestión’. La hidrocución se produce como
consecuencia de bañarse durante el periodo de digestión pero también por la
exposición prolongada al sol antes del baño, tras un esfuerzo físico intenso o
tras una sudoración excesiva.
Por ello, es recomendable no entrar de golpe en
el agua. Antes de comenzar el baño el cuerpo debe ir adaptándose a la
temperatura, para lo cual es conveniente mojarse la nuca y las
extremidades.
Cuando una persona sufre un corte de digestión
puede presentar malestar, sensación de mareo, náuseas y vómitos, sudoración y
palidez. En los casos más graves el pulso se hace más débil y baja la tensión
de forma acusada, incluso llegando a producirse una pérdida de conocimiento. En
estas situaciones es necesario trasladar a la persona a un servicio de
Urgencias o llamar al teléfono de emergencias 112.
En cualquier caso es esencial hidratarse,
por lo que se debe ingerir líquido cada poco tiempo. Con la práctica de
ejercicio o juegos en este entorno también se suda, por lo que el cuerpo pierde
agua.
No entre de golpe en el agua, antes de bañarse es recomendable mojarse
la nuca y las extremidades.
En la piscina
En la piscina, además de seguir las
recomendaciones de los apartados anteriores, es esencial ducharse antes de
ir al agua para eliminar gérmenes y partículas (cremas, pelos,...). Es
recomendable hacerlo también después del baño, pues el agua de las
piscinas está tratada con distintos productos que pueden secar la piel. Además,
de esta forma quitaremos posibles agentes infecciosos que no han sido
eliminados con el cloro.
Para prevenir infecciones en los pies se debe
utilizar zapatillas de goma, tanto en la zona de la piscina como en los
vestuarios y duchas. Es muy importante secarse bien después del baño,
especialmente los espacios entre los dedos de los pies.
Asimismo, se debe evitar tragar agua de
la piscina. Los productos químicos que se utilizan para su mantenimiento pueden
provocar afecciones gástricas.
Para evitar resbalarse y posibles lesiones es
importante no correr por la piscina y zonas mojadas, especialmente por el
borde de la misma. Se deben evitar juegos peligrosos dentro del agua y
bordillos como empujones o aguadillas y advertir a los niños de las zonas de
mayor y menor profundidad para evitar zambullidas peligrosas.
Para prevenir infecciones es aconsejable ducharse antes y después del baño,
así como utilizar zapatillas de goma en la zona de la piscina y en
vestuarios y duchas.
Fuente: SESCAM
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