Con motivo de la celebración del día internacional de las personas
mayores, queremos hablar de un tema que afecta a muchos de ellos, ser abuelo.
Los abuelos son un colectivo potencialmente receptor de cuidados, pero al
mismo tiempo, son cuidadores de otras personas dependientes, aunque sea
temporalmente, que son sus nietos.
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Aproximadamente
1 de cada 4 abuelos cuida de sus nietos y dedica una media de siete horas
diarias.
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La SEGG
recuerda que cuidar de los nietos debe ser una actividad placentera para abuelo
y nieto, evitando que se convierta en una carga para la persona mayor, ya que
esta situación puede conllevar, a la larga, problemas de salud a la persona
mayor.
Los abuelos son un punto de apoyo muy importante en el cuidado de los
niños españoles, de hecho, según datos de la Encuesta de Salud,
Envejecimiento y Jubilación de Europa, uno de cada cuatro abuelos españoles
cuida de sus nietos; y dedica una media de siete horas diarias, dos más que la
media europea.
En parte estos datos se deben al importante aumento de la esperanza de
vida: 83 años de media, 85,7 años en el caso de las mujeres y 80,2 años en el
caso de los varones.
Los abuelos cumplen un papel fundamental en la crianza de cualquier
niño. Mediante el contacto con sus abuelos, los niños viven nuevas
experiencias, descubren tradiciones y nuevas aficiones, pero lo más importante
de esta relación con los abuelos es el valor y el respeto derivado del
intercambio entre personas de diferentes generaciones unidas por un vínculo
afectivo.
Los abuelos desempeñan un papel fundamental en la educación de los hijos,
especialmente en lo que se refiere a la transmisión de enseñanzas y valores. Y
esta relación también es beneficiosa para los abuelos, ya que les ayuda a
combatir la soledad, les hace sentir más vivos y útiles, les ayuda a mantener
una buena forma física, les proporciona un mejor rendimiento cognitivo, se sienten
más integrados y es una oportunidad para vivir una “segunda paternidad”.
A pesar de estos beneficios compartidos hay que tener presente que cuidar
de los nietos debe ser “una actividad placentera para abuelo y nieto, evitando
que se convierta en una carga para la persona mayor, ya que esta situación
puede conllevar, a la larga, problemas de estrés, ansiedad o depresión si los
abuelos se ven sobrecargados de actividades y responsabilidades con los nietos
en detrimento de sus propias necesidades”.
Y es que, en la actualidad, la situación económica junto con la
dificultad para conciliar la vida laboral y familiar de los padres hace que los
abuelos españoles dediquen una media de siete horas diarias al cuidado de sus
nietos.
Si bien es cierto que en la mayor parte de los casos, esta actividad se
hace de forma voluntaria y con agrado, también es verdad que, en algunos casos,
las abuelas y abuelos tienen la sensación de realizar una jornada laboral a
tiempo completo y se sienten forzados en unas cargas de cuidados y educación.
Además, hay que tener en cuenta el estado de salud de los abuelos
cuidadores, ya que muchos de ellos padecen dolencias e incluso limitaciones y
se da la curiosa paradoja de la “doble dependencia” ya que, siendo potenciales
receptores de cuidados, a su vez se dedican al cuidado de sus nietos.
Decálogo del “abuelo canguro”
Decálogo del “abuelo canguro”
La SEGG recomienda a los abuelos que, a la hora de asumir la tarea de
cuidar a sus nietos, tengan en cuenta el siguiente decálogo:
1. Haz lo que puedas y no te sobrecargues de
labores. Cuidar de los nietos debe ser una actividad placentera, nunca una
carga o una labor que nos supere.
2. Aprende a decir “No”. Ante tareas en las que no
te veas capaz, o si tienes otros planes o compromisos, no tengas miedo de decir
a tus hijos que “hoy no podrás cuidar de tu nieto”.
3. No descuides tu salud. Conoce dónde están tus
límites y no te olvides de tus revisiones médicas.
4. Establece una buena comunicación. Ante cualquier
problema o si la situación se te va de las manos, háblalo con tu hijo/a. Lo
mejor será establecer unas reglas básicas y que siempre haya una comunicación
fluida entre ambos.
5. Resérvate tu propio espacio y tiempo. Sigue
practicando las actividades que tanto te gustan y disfruta de tus ratos de
ocio.
6. Mantente en buena forma física. Haz ejercicio,
sigue una dieta adecuada y estimula tu mente.
7. No te sientas culpable si no eres capaz de
realizar las tareas como las antes. Debes pensar que ya no tienes ni la
agilidad, ni los años que cuando tú tenías hijos y es lógico que las cosas no
te salgan igual de bien o incluso que no puedas desempeñar alguna tarea, no te
culpes por ello.
8. Intenta realizar actividades con tu nieto que se
adecuen a ti y que os reconforten a los dos. Debes pensar también en ti a la
hora de planificar actividades, por ejemplo, llevar a tu nieto a un parque de
atracciones puede ser demasiado inadecuado y estresante para ti, pero en cambio
un paseo por el parque o unos juegos de mesa pueden resultar estupendos para
pasar una tarde.
9. Pon límites. Estar con el abuelo no significa que
el nieto “haga lo que le dé la gana”. Establece una serie de normas que tu
nieto debe cumplir cuando esté contigo.
10. Disfruta de tu nieto y de los momentos
compartidos con él. Intenta ver el lado positivo de las cosas y saca partido a
las experiencias vividas junto a tu nieto.
Fuente: SEGG