jueves, 11 de diciembre de 2014

Información para la paciente con miomas uterinos I


¿Qué es un mioma?
Se trata de un tumor benigno de tamaño variable originado o partir de los células musculares que forman parte de lo pared del útero (o motriz).

También se conoce con el nombre de Fibroma, leiomioma, fibroide, fibroleiomioma.
Existen varios tipos de miomas según su localización:
     ·         Submucosos: crecen por debajo del revestimiento interno del útero hacia su interior.
     ·         Subserosos: crecen por debajo de la cubierta externa del útero hacia el exterior.
     ·         lntramurales: crecen dentro de la pared muscular del útero.
     ·         Pediculados: presentan un tallo o pedúnculo que lo une con la capa externa o con el interior del útero.


Según sea la localización y el tamaño del mioma, las manifestaciones clínicas serón diferentes, de forma que pueden variar desde no producir ninguna molestia hasta producir síntomas importantes.

¿Cómo se producen los miomas?
Los miomas uterinos son tumores muy frecuentes en las mujeres en edad reproductiva (etapa que va desde la primera menstruación hasta la menopausia) siendo la primera causa de tumor benigno de origen ginecológico.

Aproximadamente el 70% de las mujeres puede presentar un mioma, aunque la mayoría de ellas no tendrá síntomas. Su frecuencia aumenta con la edad especialmente a partir de los 35-40 años.

Se desconoce la causa de los miomas, sin embargo se sabe que su crecimiento está influenciado por las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y gestágenos) ya que normalmente su tamaño crece durante el embarazo y en la etapa reproductiva y disminuye durante la menopausia.

Aunque los miomas uterinos pueden ser únicos, lo más frecuente es que sean múltiples y de diferentes tamaños que puede variar desde pequeños milímetros hasta varios centímetros, llegando incluso a ocupar todo el útero alcanzando un peso importante.

¿Existe algún factor de riesgo para tener miomas?
Existen diversos factores de riesgo que se han relacionado con un aumento en la frecuencia de aparición de los miomas uterinos. Los más destacados son:
·         Raza: Los miomas son más comunes en mujeres de raza negra.
·         Inicio temprano de la menstruación: El hecho de haber tenido la primera regla a una edad temprana favorece la aparición de miomas.
·         Número de hijos: La mujeres sin hijos tienen más riesgo de padecer miomas.
·         Edad: Mayor prevalencia en mujeres mayores de 40 años.
·         Obesidad: Las mujeres obesas tienen más riesgo de presentar miomas debido a que tienen mayor cantidad de estrógenos en sangre.
·         Antecedentes familiares: Algunos miomas parecen tener un componente genético y son más frecuentes entre mujeres con parentesco de primer grado (madres, hermanas...).
·         Vida sedentaria: Se ha visto que el ejercicio, disminuye de forma importante el riesgo de padecer miomas.

¿Cómo saber si tengo un mioma?
Muchos miomas no producen síntomas (son asintomáticos) y son un hallazgo casual durante una exploración ginecológica de rutina o ante otras exploraciones del abdomen.

Aquellos que por el contrario producen síntomas, comúnmente dan lugar a:
·         Alteraciones del sangrado:
o   sangrados irregulares o prolongados.
o   sangrados entre menstruaciones.
o   sangrados excesivos.
·         Molestias a nivel pélvico o en la zona baja del abdomen.
·         Molestias durante las relaciones sexuales.
·         Síntomas de compresión sobre la vejiga:
o   Dificultad para iniciar la micción.
o   Necesidad de orinar frecuentemente.
·         Síntomas de compresión sobre el recto:
o   Estreñimiento.
·         Infertilidad

¿Cómo se diagnostican los miomas?
Generalmente los miomas se diagnostican mediante una correcta historia clínica y una exploración ginecológica mediante tacto vaginal que permite detectar el tamaño, la forma y la consistencia del útero o si el mioma es único o múltiple. El diagnóstico del mioma mediante palpación, es menos preciso en mujeres obesas o en mujeres con miomas muy pequeños.

Además de la historia clínica y de la exploración ginecológica, suelen utilizarse diversas exploraciones complementarias, fundamentalmente de imagen, que permiten ver directa o indirectamente los miomas. Entre ellas destacan:
1.      Ecografía vaginal. Es uno de los métodos más útiles para diagnosticar miomas y consiste en un examen de imagen realizado con ultrasonidos que permite delimitar la localización y el tamaño de los miomas.
2.     Histerosonografía. Es una técnica basada en la ecografía en la que el útero se rellena de suero salino para distenderlo y de esta forma poder ver mejor su interior.
3.     Histeroscopia. Es un examen visual del interior del útero mediante la introducción de una cámara a través de la vagina. Es muy útil para valorar el tamaño y la localización de los miomas.
4.     Histerosalpingografía. Es un examen radiológico que permite ver el útero gracias al uso de u n medio de contraste.
5.     Resonancia Magnética. Es la prueba de imagen más precisa. Suele utilizarse para realizar un estudio a fondo de los miomas antes de la cirugía.


Fuente: Gedeon Richter

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