Durante el verano, las elevadas temperaturas
pueden causar la dilatación de las venas y muchas veces, problemas
circulatorios. Estos cambios en el sistema vascular pueden manifestarse como
sensación de piernas pesadas, doloridas, hormigueo, hinchazón y celulitis
Nuestro organismo, para funcionar correctamente,
necesita una temperatura corporal estable. Para regular esta temperatura, el
cuerpo produce una vasodilatación (dilatación de las venas) y esto nos ayuda a
perder calor.
Debido a las altas temperaturas del verano, y me
temo que esto va a ser cada año peor, las venas se dilatan más y, por lo tanto,
hay una mayor acumulación de sangre venosa, especialmente en las piernas, por
el efecto añadido de la fuerza de la gravedad, esto es lo que hace que tengamos
más pesadez e hinchazón, entre otros síntomas de la insuficiencia venosa, en
las épocas de calor.
¿Se puede prevenir?
Estas molestias pueden mejorarse siguiendo un
estilo de vida saludable, con ejercicio adecuado, dieta equilibrada,
manteniendo un peso adecuado y con medidas posturales (elevar las piernas, por
encima del nivel del corazón, cuando sea posible) además de activar la bomba
muscular realizando ejercicios de contracción/relajación de la zona del gemelo
o pantorrilla.
Para la prevención es fundamental el uso de
medias de compresión, tanto si tenemos síntomas, como si lo que queremos es
prevenir la aparición de estos cuando, por ejemplo, tenemos un trabajo
sedentario. Tienen una tecnología por la que ejercen una presión gradual desde
el tobillo, donde comprime más, hasta el muslo, favoreciendo el vaciado de
nuestras venas y, por tanto, su drenaje hacia el corazón.
Durante el verano podemos descansar de ellas,
exceptuando aquellas personas con síntomas muy severos o casos avanzados de la
patología. Si queremos usarlas de forma preventiva en verano, es bueno saber
que existen medias específicas para este periodo con efecto frescor e incluso
con puntera abierta para que podamos llevarlas con sandalia y que sean más
agradables también desde el punto de vista estético.
Además, en algunos casos, y siempre que nos lo
indique nuestro médico, habrá que asociar tratamiento farmacológico con
flebotónicos.
¿A quién afectan las piernas cansadas?
Existen diferentes factores de riesgo de padecer
insuficiencia venosa:
·
Hereditarios,
si tus padres o abuelos tienen varices, es muy probable que tú también las
padezcas a lo largo de tu vida.
·
Hormonas
femeninas. En las mujeres, las hormonas femeninas disminuyen la resistencia de
la pared venosa y la hacen más propensa a dilatarse.
·
Embarazo. Los
cambios hormonales, la propia compresión abdominal y la dificultad física para
el drenaje venoso, pueden hacer aparecer o empeorar las varices que ya
teníamos.
·
Trabajo
sedentario. La actividad laboral, trabajar de pie, sentado o sometido a altas
temperaturas durante muchas horas, favorece la aparición de varices.
·
Sobrepeso y
obesidad.
·
La edad, el
50% de las personas mayores de 50 años, tienen algún grado de insuficiencia
venosa.
¿Cómo influyen el sol y el calor en las
varices?
El sol es perjudicial para la piel, el
envejecimiento, etc.; pero al contrario de lo que se cree, no lo es para las
varices. Lo que sí es perjudicial es el calor y a menudo asociamos sol y calor.
Para mejorar los síntomas derivados de la
insuficiencia venosa, existen cremas y medicamentos llamados
"flebotónicos" o "venotónicos", que deberá aconsejarle su
médico.
En cuanto al sol, es cierto que tras algunos
tratamientos como el de la esclerosis, no se debe exponer la zona tratada al
sol porque existe el riesgo de pigmentación.
Síntomas de
alerta
Lo ideal, como todo en medicina, es la
prevención, para disminuir al máximo los factores de riesgo que hemos
mencionado antes y que podemos modificar.
Una vez aparecen las varices, deberemos acudir a
nuestro especialista en angiología y cirugía vascular, que valorará mediante la
exploración física y con un eco-doppler (ecografía específica para el sistema
circulatorio) cuál es el mejor tratamiento para cada caso.
Siempre que aparezca cualquier síntoma sugestivo
de insuficiencia venosa, debemos recurrir al especialista. Cuanto antes
diagnostiquemos e iniciemos el tratamiento, mejor.
No debemos olvidar que se trata de una enfermedad
crónica y que, por tanto, no tiene cura, dependerá de nosotros mismos
enlentecer su evolución.
¿Qué tratamientos existen?
Escleroterapia
Las arañas vasculares o son un signo de
insuficiencia venosa leve que en la mayoría de los casos suele ser solo un
problema estético; pero es absolutamente necesario realizar un buen diagnóstico
mediante un eco Doppler para que su tratamiento sea eficaz y sobre todo
minimizar el riesgo de complicaciones.
Cuando realmente son solo un problema estético (y
no hay otras varices no visibles que puedan requerir cirugía) el tratamiento
indicado como primera elección es la escleroterapia.
La escleroterapia consiste en inyectar un fármaco
en forma de líquido o espuma dentro de la vena que queremos tratar para que la
lesión cierre, de tal manera que el cuerpo la degradará y desaparecerá con el
tiempo.
No debemos olvidar que es un tratamiento lento,
progresivo y que suele necesitar varias sesiones hasta que conseguimos el
resultado deseado.
En algunas ocasiones podemos tratar varices algo
más grandes, las que llamamos reticulares o tronculares, con escleroterapia y,
en estos casos, si los síntomas son debidos a la insuficiencia venosa
mejorarán.
Debo aclarar que NO existe ningún medicamento ni
crema que haga desaparecer ni este tipo de venitas ni ningún otro tipo, estoy
cansada de ver publicidad engañosa tanto en redes sociales como en papel.
La cirugía
En primer lugar, hay que aclarar que los
tratamientos deben ser totalmente individualizados y basados en el estudio
realizado mediante eco-doppler, como ya he comentado. Dicho esto, la mayoría de
las varices se desarrollan porque tenemos una vena llamada safena, cuyas
válvulas no funcionan correctamente y dan lugar a estas dilataciones varicosas.
Cuando tenemos que tratar la vena safena, existe
una clara evidencia de que los tratamientos quirúrgicos poco invasivos mediante
ablación, ya sea endoláser o radiofrecuencia, en los que no necesitamos puntos
de sutura ni ingreso, son los recomendados por las últimas guías
internacionales, tanto europeas como americanas, por tanto, siempre que
dispongamos de ésta tecnología será la primera elección.
Otras técnicas más invasivas, como la
safenectomía, están prácticamente en desuso y las menos invasivas, como el
pegamento o la esclerosis sobre la vena safena tienen también su indicación;
pero no debería ser la primera opción.
¿Qué pasa si no me trato las varices?
Como he dicho con anterioridad, la insuficiencia
venosa es una patología crónica y como tal, tiene tendencia a empeorar a lo
largo de nuestra vida. Las varices no van a desaparecer de ninguna manera, si
no es con el tratamiento adecuado.
Las varices pueden presentar complicaciones que,
aunque son infrecuentes, pueden ser muy molestas e incluso graves. Las
tromboflebitis o trombosis, los cambios en la piel o las úlceras son algunas de
ellas, por eso es importante iniciar el tratamiento adecuado cuanto antes,
porque una vez instaurados estos cambios en la piel serán irreversibles.
Fuente: quironsalud