¿Qué es la
adherencia terapéutica?
Es el grado en que el comportamiento de una
persona al tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario o realizar
cambios del modo de vida (realizar ejercicio, dejar de fumar, etc.) se
corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario.
¿Es frecuente
la falta de adherencia terapéutica?
Ante una situación de mal control de la glucemia
(azúcar), el colesterol o la presión arterial, la primera causa es la falta de
adherencia. Antes de añadir otro fármaco hay que valorar la adherencia al que
se está tomando. La mitad de los pacientes con diabetes presentan falta de
adherencia terapéutica.
¿Cuáles son
las causas de una mala adherencia terapéutica?
Depende de las características del paciente, de
los tratamientos o del número de patologías asociadas. En general, la primera
causa de falta de adherencia es el olvido. Pero también las creencias del
paciente (pensar que toma muchas pastillas), los efectos secundarios de la
medicación, la falta de percibir los beneficios del tratamiento, la falta de
entender los motivos para tomarlos o los problemas económicos (en los fármacos
más caros).
¿Cuáles son
las consecuencias de una mala adherencia terapéutica?
Los tratamientos protegen de las complicaciones,
como la afectación visual, renal, cardiológica, cerebral, o las amputaciones,
que afectarán a la calidad de vida del paciente o incluso a su expectativa de
vida. Al no tomar la medicación, se pierde esa protección.
¿Qué puedo
hacer para mejorar la situación?
·
Toma medidas
para evitar los olvidos; por ejemplo, el uso de pastilleros. Ten siempre
medicación en el trabajo. Usa sistemas personalizados de dosificación
realizados por la farmacia si eres paciente polimedicado.
·
Pide al médico
que simplifique el tratamiento, si es posible. Cuantas menos dosis al día, más
fácil es tener una buena adherencia.
·
Pregunta al
médico sobre los efectos adversos. Hay fármacos que presentan efectos adversos
que no son graves, pero que pueden ser molestos. Desaparecerán en pocos días o
semanas, pero no por eso dejes de tomarlo. Otras veces, con reducir la dosis se
resuelve el problema. Por ejemplo, la metformina puede provocar molestias
intestinales o diarreas, pero habla con tu profesional sanitario sobre ello: no
modifiques la dosis sin consultarlo previamente.
·
Informa al
médico si tienes dificultades económicas. Si un fármaco tiene un copago que es
difícil de asumir, no dejes de tomarlo sin decírselo al médico. Infórmale para
que busque una alternativa más económica.
·
Pregunta al
profesional sanitario qué beneficios aporta un fármaco determinado. Hoy en día
se prescriben fármacos preventivos, que reducen el riesgo de complicaciones,
para los que no se percibe un beneficio directo (por ejemplo, los fármacos para
reducir el colesterol). El profesional sanitario te aclarará los beneficios que
obtendrás de cada fármaco y acordará contigo la continuidad o no del
tratamiento.
Recuerda
que...
·
La mitad de
los pacientes no toman la medicación de forma adecuada.
·
Al no tomar la
medicación se pierde la protección para evitar las complicaciones de la
diabetes.
·
Debes tomar
medidas para evitar los olvidos en la toma de los medicamentos.
·
Antes de dejar
un medicamento, consulta con el médico los problemas que consideras que te llevan a ello.
Fuente: Sociedad española de diabetes
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