La mosca negra es de menor tamaño que la común, su cuerpo es más alargado y las alas más grandes. Se está extendiendo por la geografía española y hay que tener cuidado porque, aunque de momento no contagia enfermedades, su picadura puede provocar reacciones alérgicas.
La mosca negra, una especie autóctona, va en aumento por la geografía española y es habitual en comunidades autónomas como Aragón, Andalucía, Madrid, Catalunya, Murcia y Valencia. Así que al mosquito tigre y a la avispa asiática se suma una nueva plaga.
Por suerte, la mosca negra no es por ahora
transmisora de enfermedades en España, aunque su mordedura puede ser muy
molesta o provocar, incluso, algún tipo de reacción alérgica, recuerda la
Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
Sin embargo, desde la Asociación Nacional de
Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) remarcan que la mosca negra también
puede acabar transmitiendo enfermedades en nuestro país, como lo hace en otros
como Brasil, Venezuela o en zonas del África subsahariana, donde es portadora
de un parásito que provoca oncocercosis, un trastorno conocido también como
"ceguera de los ríos" y que puede provocar daños en los ojos y en la
piel. El cambio climático y la globalización son dos factores muy potentes para
que esto se produzca.
Síntomas de la picadura de la mosca negra
Las hembras de mosca negra necesitan sangre para
que sus huevos maduren. Y la consiguen mordiendo a personas y también a
animales (perros, gatos, caballos...) con su boca en forma de sierra.
Su saliva contiene sustancias tanto anestésicas
como vasodilatadoras, lo que provoca que, cuando nos muerden, no lo notemos y
extraigan la sangre tranquilamente.
A veces, incluso, podemos no notar los síntomas
de la mordedura hasta horas después.
·
Roncha rojiza. Normalmente
la picadura genera una roncha rojiza con un punto central que puede sangrar un
poco.
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Inflamación, picor y dolor. La zona de alrededor puede inflamarse y picar, y el dolor que genera
puede ser intenso.
El problema fundamental de este insecto es que la
herida que genera es de consideración importante, y puede dar lugar a
infecciones y a reacciones alérgicas muy alarmantes, que en algunos casos
requieren hospitalización.
Qué es la mosca negra
La mosca negra (Simulium spp) es más pequeña y alargada que la habitual: mide entre 3 y 6 mm, y tiene las patas más cortas y las alas más grandes.
Aunque suele vivir cerca de zonas con agua
corriente limpia, como los cauces de los ríos, puede desplazarse hasta 20 km
desde el lugar en el que pone sus huevos. Por eso, en épocas en las que el
número crece exponencialmente, se encuentra también en entornos urbanos.
Por qué hay más mosca negra ahora
Precisamente uno de los motivos que explican que
este tipo de mosca se haya extendido es el calentamiento global: las
temperaturas, cada vez más altas y sostenidas en el tiempo, crean un entorno
ideal para que la mosca negra se reproduzca, favoreciendo que crezcan en
número. Para hacerlo, eligen piedras o vegetación que esté en contacto con una
zona con agua corriente limpia
Qué hacer para evitar que la mosca negra te
pique
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Usa un
repelente con un 45% de concentración de DEET (dietiltoluamida) como mínimo.
Desde la SEMES apuntan que "también podría ser eficaz el citriodiol a
altas concentraciones". Aplícalo sobre la piel (no sobre la ropa) y solo
cuando estés en exteriores. Al volver a casa, limpia muy bien la piel con agua
y jabón. Ten en cuenta que este tipo de repelentes no está recomendado para
menores de 2 años.
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Evita pasear
por zonas cercanas al cauce de un río o a un embalse, sobre todo a primera hora
de la mañana o al atardecer. Si lo haces, usa pantalones largos y camisetas de
manga larga, a ser posible de tonos claros y de un material que no brille.
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Instala
mosquiteras en ventanas y puertas si en el área en la que vives se ha detectado
este tipo de mosca.
Cómo aliviar la picadura de la mosca negra
·
Limpia bien la
zona de la herida con agua y jabón o con algún producto antiséptico (como por
ejemplo la povidona yodada).
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Aplica frío
local (unos cubitos de hielo o una bolsa de verduras congeladas envueltos en un
paño, una bolsa de gel frío...) durante unos minutos para reducir la
inflamación y el dolor.
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Evita rascarte
aunque la herida te pique. Si lo haces, aumenta el riesgo de que se te infecte.
Usar una crema de efecto emoliente puede ayudarte a reducir este síntoma.
Si, pese a tomar estas medidas, el picor, la
inflamación y el dolor siguen siendo intensos, consúltalo con tu médico que
valorará si, en tu caso, puede ser útil tomar antiinflamatorios,
antihistamínicos o corticoides.
Y, por supuesto, si tras la picadura presentas
síntomas de una reacción alérgica grave (se te hincha la cara, te cuesta respirar
o tragar...) acude a urgencias cuanto antes.
Fuente: Sabervivirtve