lunes, 20 de diciembre de 2021
Hábitos saludables también en Navidad: Reducir el estrés navideño
La Navidad, no deja de ser un momento de mucha ilusión para los más pequeños (y no tan pequeños) de la casa, pero puede convertirse también en una de las épocas más estresantes para muchas personas, y especialmente este año por las circunstancias actuales: bien por la pérdida de seres queridos, por conflictos familiares no resueltos, por exceso de trabajo en el sector servicios, o la falta del mismo para muchos, por la carga de tareas mal distribuida en casa o por el hecho de no poder reunirte con todos aquellos que quieres... Por todo ello te damos algunos consejos muy básicos para que consigas reducir el estrés y vivir estos días con más serenidad y paz.
·
Planifica con tiempo. El
organizar el número de familiares y/o amigos en las principales comidas y cenas
navideñas es importarte para respetar el número máximo de personas permitido y
tener una Navidad más segura, por ello es recomendable planificarlo con
antelación para evitar conflictos familiares. Es importante tener una actitud
flexible. Recuerda que la tecnología en estos casos puede ayudar para
acercarnos a los que no pueden cenar o comer con nosotros en estas fechas tan
señaladas.
·
Valora lo positivo.
Tenemos que darnos cuenta que pese a la situación que estamos viviendo tenemos
cosas positivas y son en ellas en las que nos deberíamos centrar. ¿Qué cosas
positivas ves a tu alrededor? Aparca las noticias que no favorecen tu estado de
ánimo. No olvides que las medidas restrictivas son para cuidar de otras
personas ayudando a que esta situación se resuelva cuanto antes.
·
Oportunidad. Quizás es un
buen momento para releer tu libro favorito, quitar las pantallas y contar
historias, escribir cartas, cuentos a nuestros seres queridos, aprender a
cocinar, a dibujar, arregla eso que tenías pendiente desde hace tiempo…
·
Comunícate. Hablar con
tus seres queridos es importante y más cuando hay medidas activas de
distanciamiento social que impiden relacionarnos con normalidad. Puede ser un
buen momento para usar nuevas tecnologías de comunicación.
·
¿Y si ayudamos a los demás? Es innegable que la pandemia no ha tenido efecto por igual en todas las
familias y hay gente más necesitada. Son muchos a los que esta situación de
crisis sanitaria les está afectando, por ello vamos a pensar en las personas
más vulnerables ayudando y apoyando la labor del banco de alimentos y comedores
sociales. Cuando ayudamos a los demás obtenemos un doble bienestar: la ayuda
ofrecida y nuestros problemas pasan a segundo plano.
·
Compras navideñas. Realiza las
compras navideñas respetando los aforos, las normas de seguridad, dando una
oportunidad al pequeño comercio y sobre todo planificando tus gastos haciendo
una pequeña lista de compras así evitaremos disgustos innecesarios cuando veas
que pasada la Navidad no consigues llegar a fin de mes y cubrir tus necesidades
y las de tu familia.
· Asertividad y manejo de las emociones. Es posible que no tengas una relación perfecta con todos los miembros de tu familia y con frecuencia, en estas fechas, suelen aflorar conflictos no resueltos. Procura ser asertivo en estos encuentros, expresar tus opiniones y defender tus derechos sin ofender a los demás, ello contribuirá a que haya un clima más amable y todo el mundo se sienta a gusto disfrutando la velada. Recuerda también que el exceso de consumo de alcohol hace que manejes peor tus emociones, por ello trata de evitarlo.
Y SOBRE TODO,
ADÁPTATE A LA SITUACIÓN Y TRATA DE PASÁRTELO BIEN, EN CASA, CON LOS TUYOS, CREA
BUENOS MOMENTOS Y RECUERDOS, INCLUSO, EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS.
viernes, 17 de diciembre de 2021
Hábitos saludables también en Navidad: Actividad
No podemos olvidarnos en estos días de la
actividad física, ya que practicada de manera regular es beneficiosa para
nuestra salud siempre, y tal vez este año sea más necesaria.
Igual que organizas con antelación los menús para
estos días ¿por qué no te anticipas y preparas una actividad física para ti y
para los que vais a compartir tiempo en estas fechas?
Durante el periodo navideño se multiplican las
actividades que pueden ser una oportunidad para movernos, un paseo con la
bicicleta, una marcha por el parque, realizar recados y compras, podemos
visitar museos, exposiciones, participar en espectáculos culturales…, pero
siempre con seguridad, con aforos reducidos, llevando mascarilla adecuadamente
ajustada siempre, manteniendo la distancia con los demás, y durante el mínimo
tiempo imprescindible.
¿No sabes por
dónde empezar? Sigue estos
sencillos consejos y verás qué fácil te resulta mantenerte activo:
·
Utiliza las
escaleras en lugar del ascensor.
·
Desplázate a
pie hacia el destino de tu reunión o de vuelta a casa siempre que te sea
posible. Si te desplazas en transporte público, puedes bajarte una parada antes
e ir una parte del trayecto caminando. Durante el periodo navideño se
multiplican las salidas para realizar compras. Una recomendación es que te
organices antes de salir y te desplaces andando siempre que puedas.
·
Busca en tu
ayuntamiento, o en tu distrito, actividades físico deportivas al aire libre.
·
Organiza
paseos en grupo con aquellos a quien veas en estas fechas y aprovecha el paseo
para charlar y ponerte al día, sin olvidar las medidas de prevención de
transmisión del virus.
·
En casa,
comparte las tareas cotidianas y las que necesitas para preparar estos días.
·
Cuando estéis
sentados todos a la mesa, aprovecha cualquier oportunidad para moverte. No es
obligatorio permanecer sentados todo el tiempo.
·
Participa en
juegos activos con tu familia.
Baila, muévete y disfruta de la Navidad. Realizando estas actividades te vas a sentir mejor. La práctica de actividad física fomenta y facilita las relaciones sociales, y además mejoramos nuestra fuerza muscular y flexibilidad. La actividad física favorece la conciliación del sueño y disminuye la ansiedad.
TODO MOVIMIENTO CUENTA PARA SEGUIR CUIDANDO TU SALUD.
TODO SON VENTAJAS.
¡APROVÉCHALAS TAMBIÉN EN ESTAS FECHAS!
jueves, 16 de diciembre de 2021
miércoles, 15 de diciembre de 2021
lunes, 6 de diciembre de 2021
Hábitos saludables también en Navidad: Alimentación
La Navidad de este año al igual que la del pasado, puede que sea algo diferente a lo que nos gustaría, la
situación de crisis sanitaria que estamos atravesando hace que tengamos que
modificar nuestra forma de vivirla, por ello resulta fundamental que no
relajemos las medidas de prevención y precaución frente al coronavirus.
Quizá este año no puedas reunirte con los tuyos
alrededor de la misma mesa, pero se pueden compartir buenos momentos buscando
alternativas, como por ejemplo dar un paseo con tus mayores al aire libre o
utilizar la tecnología para ver a los tuyos. Deja las comidas y las cenas sólo
para tus convivientes habituales y trata de vivir estos días tan especiales de
una manera segura.
Mantener un estilo de vida saludable en Navidad
es posible aún en esta situación de pandemia. Trata de moderar lo que comes y
bebes y aprovecha
el tiempo libre como una oportunidad para mantenerte activo.
Encuentra momentos gratificantes con pequeñas
cosas. Recuerda que hay gestos fáciles e importantes que suman a la hora de
crear un entorno más solidario, sostenible y saludable, gestos como reducir el
desperdicio de alimentos, consumir productos locales y de temporada, apostar
por la pequeña restauración y el mercado y el pequeño comercio de tu barrio.
Te damos algunas sugerencias para que vivas este
tiempo sin descuidar tus hábitos saludables, adaptándote a la situación actual.
Y RECUERDA SEGUIR TODAS LAS RECOMENDACIONES DE
PREVENCIÓN, REDUCE LOS CONTACTOS
Y TRATA DE DISFRUTAR DE UNA NAVIDAD DIFERENTE
PERO SEGURA. ¡HAZLO POR TI Y POR TODOS!
Alimentación en Navidad
Aunque es complicado evitar los excesos y
desequilibrios nutricionales propios de estas fechas navideñas, en las que los
alimentos que se toman suelen ser ricos en grasa, azúcares y sal y se acompañan
de consumo de alcohol, es importante que, en los días posteriores a los
excesos, intentemos equilibrar nuestra dieta intercalando comidas más ligeras
para compensar las copiosas cenas y comidas navideñas.
Recuerda que una alimentación variada,
equilibrada y consumida en las cantidades adecuadas es la mejor forma de
conseguir una dieta saludable. Anota estas sencillas ideas que te ayudarán
estos días en tus comidas y cenas:
·
Planifica con tiempo los
menús y ajusta las cantidades que se van a consumir, de esta forma controlarás
mejor tu peso, ya que no comerás de más y
se reducirá el desperdicio de alimentos.
·
En los menús
prenavideños no deben faltar las verduras, en forma de
ensaladas o cocinadas al vapor o a la plancha. Incorpora en tu dieta alimentos
depurativos como escarola, endibias, espárragos, alcachofa, cardo o borraja;
una buena manera de introducirlos es elaborando entrantes con ellos.
·
Elige sobre
todo fruta de
temporada, la fruta te
aportará más nutrientes y te resultará más ligera que otros postres.
·
Opta por menús menos calóricos, incluyendo platos típicos como la lombarda, y
como segundo plato recurrir a elaboraciones al horno.
·
Elige
preferentemente las carnes magras como el pollo
y el pavo.
·
Escoge cereales integrales: pan, pastas, arroces, repostería casera, etc.
Aportan fibra y nutrientes y nos producen mayor sensación de saciedad.
·
Introduce lácteos como yogur natural y quesos frescos.
·
Hidrátate adecuadamente: toma
agua, agua con limón o una hoja de menta, infusiones o caldos sin demasiada
grasa, mejor que refrescos.
·
Sustituye el
consumo de alcohol por bebidas saludables, o al
menos modera y reduce su consumo.
En estas fiestas, no olvides las precauciones
básicas de conservación de los alimentos para disfrutar de las mismos de manera
segura.
martes, 30 de noviembre de 2021
Déficit y exceso de vitamina A
La Vitamina A ayuda a la formación y al
mantenimiento de los dientes, huesos, mucosas y piel. También se llama retinol
porque produce los pigmentos de la retina del ojo.
La vitamina A ayuda a tener una buena visión,
sobre todo cuando hay poca luz. Es una sustancia importante para la función
reproductora (desarrollo de los espermatozoides y crecimiento de la placenta) y
la lactancia.
Se encuentra en la leche entera y el hígado de
algunos animales en forma de retinol. Los carotenoides son tintes de color
oscuro que se encuentran en los vegetales y que se transforman en una forma de
Vitamina A. Uno de los carotenoides más conocido es el betacaroteno que, además
es un antioxidante.
Por lo tanto la Vitamina A es también un
antioxidante muy potente que sirve para proteger a las células del daño causado
por los radicales libres que contribuyen al desarrollo de ciertas enfermedades
y procesos degenerativos como el envejecimiento.
·
Alimentos
ricos en Vitamina A (retinol): huevos, leche y derivados, carne, hígado y
aceite de hígado de bacalao.
·
El
betacaroteno se encuentra en: zanahorias, melón, calabacín, naranja,
albaricoque, brócoli, espinaca y en la mayoría de hortalizas de hoja verde.
Exceso de Vitamina A
También se llama hipervitaminosis A y es debido a
tener demasiada Vitamina A en el cuerpo. Existen dos tipos de hipervitaminosis
A:
·
Aguda:
provocada por tomas un exceso de Vitamina A en un periodo corto de tiempo
·
Crónica: toma
de un exceso de Vitamina A pero durante un periodo más largo.
Síntomas más
frecuentes son:
·
Reblandecimiento
de los huesos del cráneo (se llama craneotabes en los niños)
·
Osteoporosis
·
Visión borrosa
en los niños
·
Dolor óseo y
entumecimiento
·
Fontanelas muy
grandes en los bebés
·
Disminución
del apetito (anorexia)
·
Mareo,
irritabilidad
·
Náuseas y
vómitos
·
Visión doble
·
Somnolencia y
fatiga
·
Dolor de
cabeza (cefalea)
·
Impotencia en
los varones
·
Cabello y piel
frágiles: pérdida de cabello, piel seca y amarillenta o dermatitis seborreica
·
Hinchazón del
tejido mamario en los hombres (ginecomastia)
·
Aumento del
tamaño del hígado y el bazo (hepatoesplenomegalia)
Tomar demasiada Vitamina A durante el embarazo
puede causar un desarrollo anormal en el feto y malformaciones.
El tratamiento comprende simplemente la suspensión del consumo excesivo de Vitamina A. La mayoría de casos se recuperan totalmente, aunque, en ocasiones, pueden quedar secuelas: osteoporosis, retraso del desarrollo, daño hepático y renal o cáncer de próstata.
La mejor prevención es llevar una dieta equilibrada.
Déficit de Vitamina A
La deficiencia de vitamina A en nuestro organismo
se debe a un aporte escaso de dicha vitamina en nuestra alimentación.
Los síntomas más frecuentes son:
·
Pérdida visual
·
Ceguera
nocturna
·
Susceptibilidad
a padecer infecciones
El tratamiento consiste en dar Vitamina A hasta revertir el déficit. En algunos casos puede ser bebida.
Consulte siempre con su médico antes de tomar cualquier medicamento.
Fuente: Mapfre Salud
jueves, 25 de noviembre de 2021
viernes, 19 de noviembre de 2021
Hábitos saludables en el trabajo: Bienestar emocional
Nuestro puesto de trabajo es un lugar en el que
pasamos gran parte del día y en él nos socializamos y compartimos espacio con
otras personas, por ello es frecuente y normal que aparezcan conflictos que de
no ser bien gestionados darán lugar a la aparición de problemas físicos y
mentales como depresión y ansiedad.
Diferentes factores tales como exigirse
demasiado, la falta de autonomía, el no sentirse apoyado suficientemente o los
conflictos derivados de la mala definición de roles y responsabilidades, hace
que pueda aparecer el estrés. Ello repercutirá en nuestra manera de sentirnos,
de pensar y de actuar con los demás, tanto en el trabajo como en casa,
provocando un gran malestar.
Sin embargo, existen algunas estrategias que
puedes llevar a cabo para contrarrestar este tipo de situaciones y evitar que
el estrés tenga consecuencias negativas para ti. Aprende a identificar tus
emociones y a gestionarlas para relacionarte mejor con los que te rodean,
practica con frecuencia técnicas de relajación y lleva un estilo de vida
saludable, son algunas de las cosas que pueden ayudarte a reducir dicho
estrés.
Las emociones
¿Qué son?
La emoción es una compleja combinación entre lo que percibes, cómo
reacciona tu cuerpo y lo que te motiva a actuar. Todo ello produce en las
personas un estado psicológico global que puede ser positivo o negativo, de
poca o mucha intensidad y de corta o larga duración y que produce una expresión
gestual que puede ser identificada por las demás personas.
¿Para qué sirven?
Las emociones cumplen la función de adaptarnos a nuestro entorno, no son
buenas ni malas, son señales e información acerca de lo que nos rodea y de
nosotros mismos. Sirven para informarnos sobre lo que necesitamos, nuestras
metas y valores prioritarios, preparándonos e impulsándonos para actuar. Además,
nos invitan a evitar el dolor y a acercarnos a lo positivo. También nos
informan sobre el estado emocional de otro ayudándonos a relacionarnos con los
demás, Informando a su vez a los otros de cómo nos encontramos y de nuestras
intenciones.
Las emociones Básicas, Primarias o Innatas son:
·
Alegría:
Nos ayuda a aproximarnos y relacionarnos con los
demás, creando vínculos con nuestro entorno a la vez que mejora nuestro
autoconcepto. Despierta nuestra empatía y altruismo hacia los demás y aumenta
nuestra sensación de bienestar.
·
Tristeza:
Su expresión sirve para pedir ayuda a los demás,
aproximándose estos a nosotros para arroparnos y darnos su apoyo en un momento
crítico, incrementando la unión entre los miembros de un grupo. Asimismo nos
permite reflexionar sobre la situación actual y que focalicemos la atención en
lo más importante para nosotros en este momento centrándonos en la búsqueda de
soluciones.
·
Ira:
Principalmente tiene la utilidad de protegernos a
nosotros mismos y a lo que es importante para nosotros preparando al organismo
para iniciar y mantener un nivel de activación dirigida a conseguir nuestros
objetivos. Se relaciona con conductas agresivas cuyo propósito es eliminar
aquello que nos impide alcanzarlos, por lo que es importante canalizarla
adecuadamente para que no se convierta en algo perjudicial para nuestra salud,
siendo así importante su control pero no el reprimir su expresión.
·
Miedo:
Es la alarma que nos avisa de aquello que
constituye un riesgo para nuestra vida o bienestar, provocando una activación
en la persona que le ayude a evitar dicha amenaza. Es importante que esta
activación no sea excesiva, pues entonces se producirá una situación de bloqueo
que hará que esta emoción deje de ser beneficiosa para nosotros.
·
Asco:
Principalmente cumple con la función de
protegernos para no ingerir sustancias u objetos peligrosos para nuestro
organismo y evitar el contagio de enfermedades.
·
Sorpresa:
Es la emoción cuya duración es más breve y que
antecede a otras. Nos ayuda a prestar toda nuestra atención a un acontecimiento
novedoso, repentino e inesperado para afrontarlo adecuadamente.
También hay otras emociones como las secundarias:
Celos, culpa,
orgullo, vergüenza, satisfacción, diversión, desprecio…
El estrés
El estrés es un proceso que se origina cuando las
demandas de nuestro entorno superan nuestra capacidad para hacerles frente.
Esto da lugar a cambios en nuestro organismo a nivel biológico y psicológico
que a su vez podrían causar ciertas enfermedades. Las causas que provocan el
estrés no son necesariamente derivadas de situaciones de peligro, dolorosas o
perjudiciales, sino que pueden provenir también de situaciones más rutinarias
que sufrimos a diario como pueden ser los atascos, ruidos de los vecinos o el
tener que ir corriendo para llevar a nuestros hijos a tiempo a sus actividades.
¿Qué
consecuencias tiene?
Cuando padecemos estrés nuestro organismo genera
niveles elevados de una hormona llamada cortisol. Esto puede provocar efectos
beneficiosos, tales como el manejo del dolor agudo, la disminución de la
inflamación, un mejor aprovechamiento de la energía, etc. En situaciones de
emergencia, los cambios que nos provoca el estrés son apropiados para actuar
adecuadamente y poner nuestra vida a salvo. Sin embargo, un estado de estrés
mantenido en el tiempo, puede ser perjudicial para el cerebro ya que puede
causar daños en el hipocampo, que juega un papel importante en la memoria,
afectando al recuerdo de actividades recientes.
Niveles elevados de esta hormona pueden provocar
también problemas digestivos (absorbiendo menos cantidad de minerales y
nutrientes), de sueño (afecta al descanso nocturno favoreciendo el despertar),
aumento de peso (aumenta el apetito y la preferencia por el dulce, se tiende a
acumular grasa), deshidratación de la piel (aparición de arrugas) y cambios en
el estado de ánimo y en el humor.
¿Cómo
combatirlo?
El estrés podemos abordarlo desde diferentes
aspectos:
·
Corporal:
Podemos contrarrestar las reacciones fisiológicas del estrés con técnicas de
relajación mediante la contracción y relajación muscular y el control de la
respiración en un ambiente tranquilo.
Otras técnicas que puedes utilizar son la meditación o el yoga.
·
Pensamiento:
Si somos capaces de controlar nuestros pensamientos ello contribuirá
directamente a modificar nuestras acciones.
·
Comportamiento:
Es muy importante que organices tu tiempo dejando a diario un espacio para el
descanso físico y para realizar alguna actividad que te resulte agradable fuera
del trabajo. Ten en cuenta tus prioridades a la hora de realizar tus
actividades, no te sobrecargues ni exijas demasiado, programando descansos
entre tareas.
¿Cuándo pedir
ayuda a un profesional?
A veces podemos llegar a sentir que el malestar
nos desborda, que nuestra salud se deteriora apareciendo síntomas físicos
(mareos, dolor de cabeza, dolor en el pecho, problemas estomacales), que nos
sentimos más irritables de lo normal o melancólicos, o se empieza a consumir
excesivamente alcohol u otras drogas interfiriendo esto en el ritmo normal de
nuestra vida. Todo ello podría ser señales de una sobrecarga de estrés, por lo
que sería conveniente que un profesional nos guiase y ayudase hacia la
recuperación y el control de nuestro bienestar.