jueves, 20 de junio de 2019

Decálogo contra la obesidad


La obesidad es una enfermedad
Hay varias causas que la originan como alteraciones del sueño (dormir pocas horas y sueño de mala calidad), nutricionales (comer mucho, raciones grandes, exceso de grasas y azúcares, picar entre horas y dietas milagro), el sedentarismo (usar siempre el coche, no hacer deporte, estar muchas horas sentados) y el estrés (tensión emocional y ansiedad).

Las soluciones pasan por un sueño reparador (dormir entre 7 y 8 horas y evitar el ruido y la luz nocturna); la alimentación saludable (reducir el consumo de azúcar, el tamaño de las porciones, no picar entre horas y comer fruta y verdura todos los días), la actividad física (subir las escaleras andando, hacer algún deporte, caminar diariamente y ocio activo como bailar…), y relax (no calmar la ansiedad con comida, dormir bien, relajación y vida social).

Desde la sociedad científica se defiende que reconocer la obesidad como una enfermedad, como ya ha hecho EEUU, ayudará a modificar la praxis clínica, a incrementar el nivel de compromiso de los médicos con esta afección y a potenciar la inversión económica y científica para mejorar su prevención y tratamiento.


Decálogo de gastronomía saludable
1.      Utilizar aceite de oliva virgen extra o aceite de girasol alto oleico como grasas culinarias para cocinar. El aceite de oliva virgen extra también para aliños.
2.     Priorizar preparaciones y técnicas culinarias que disminuyan en lo posible el aporte energético y de bajo contenido en grasa.
3.     Uno de cada 2 primeros platos debe incluir verduras, hortalizas o legumbres como base principal.
4.     Uno de cada 2 segundos platos debe ser a base de pescado blanco o azul o bien con carne magra.
5.     Priorizar las verduras, hortalizas y legumbres como guarnición de segundos platos.
6.     La oferta de postres debe incluir siempre fruta fresca de temporada y/o frutos secos.
7.     Los postres lácteos deben incluir la opción baja en grasa (semidesnatados o desnatados).
8.     Priorizar el consumo de agua como bebida habitual. Utilizar unidades individuales si se consume alcohol.
9.     Utilizar alimentos de temporada preferiblemente adecuados a la gastronomía local y productos de proximidad.
10.   Informar de las calorías totales y ofrecer medias raciones.

El plato para prevenir la obesidad
Se recuerda que se deben consumir al menos dos raciones al día de verduras y hortalizas y al menos tres piezas enteras de fruta al día.

También que un mayor consumo de cereales integrales se asocia a un mejor control de peso y que los alimentos ricos en proteínas son los de origen animal, siendo importante variar las fuentes de obtención de este grupo de alimentos (carnes: menos de seis veces a la semana; pescados: mínimo cuatro veces por semana; huevos: de cuatro a seis a la semana; legumbres: de 2 a 3 veces por semana y quesos: raciones pequeñas o quesos frescos o desnatados).

Se recomienda también beber preferiblemente agua (al menos 6 vasos al día) y consumir de 2 a 3 raciones al día de leche y yogur, mejor desnatados o con bajo contenido en grasa.

En cuanto al uso del aceite de oliva, 3 cucharadas soperas al día, y un consumo moderado de frutos secos ya que contribuye a prevenir las enfermedades crónicas sin aumentar el riesgo de obesidad.


Fuente: SEEDO 

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