Casi el 20 %
de los padres no protege a sus hijos adecuadamente del sol y el nivel de
responsabilidad en muchos casos resulta inversamente proporcional al número de
hijos, es decir, a más niños menos atención prestamos a estos cuidados. La
fotoprotección es fundamental en todas las etapas de la vida, pero aún más
cuando hablamos de población infantil y es que el nivel de radiación que
absorbe su piel es hasta tres veces superior al que absorbe la del adulto, con
el daño que ello conlleva.
Además, como
suele decirse, la piel tiene “memoria” y con el paso de los años recordará todo
el daño que le hayamos hecho. En este sentido y en el marco de la campaña que
este verano pone en marcha el Consejo General de Enfermería para ayudar a los
padres a fotoproteger adecuadamente a sus hijos, su presidente, Florentino
Pérez Raya, subraya cómo “piel solo hay una y, por ello, cuidarla es
fundamental para evitar, sobre todo, el cáncer de piel y, dentro de este, el
tan temido melanoma, que si bien representa apenas el 1 % de todos los casos de
cáncer de piel, es el gran responsable de las muertes por esta causa. Y es que
a pesar de las continuadas campañas de sensibilización que se han realizado
frente al daño producido por el sol, el número de casos de cáncer de piel
continúa en ascenso: casi un 40 % más en los últimos cuatro años”.
A los padres
que descuidan la fotoprotección, se añaden dudas o errores frecuentes cuando
hablamos de cómo protegerlos del sol en general y de cómo aplicar adecuadamente
los fotoprotectores en particular. ¿Son todos iguales? ¿Podemos utilizar un
producto para adultos en los niños? ¿Nos protege del sol una camiseta, sobre
todo, si estamos en el agua?
“Ponle crema” con “Factor de Protección
‘enfermera’”
La campaña
“Ponle crema. Manual de Instrucciones para proteger a tus hijos del sol”
pretende, de la mano de las enfermeras/os, profesionales de los cuidados,
ayudar a los padres a resolver estas dudas y contribuir a la protección de los
más pequeños y de la población general.
Precisamente,
como ha explicado el presidente del Consejo General de Enfermería, “con el
objetivo de enfatizar el papel de las enfermeras en el cuidado de la piel y la
prevención de problemas que afectan a este órgano -el más grande, visible y
expuesto- la campaña se acompaña del lema “Factor de protección ‘enfermera”,
equiparando los FPS 50 y 50+ al valor del consejo de las enfermeras para la
población”.
25 consejos
Estos son los
25 consejos de “Ponle Crema. Manual de instrucciones para proteger a tus hijos
del sol”:
Elige el producto más adecuado para tus
hijos
·
Opta siempre
por fotoprotectores 50 o 50+ con una protección equilibrada frente a radiación
UVB y UVA. Para ello, elige productos en los que la palabra UVA aparezca dentro
de un círculo. Los fotoprotectores con un SPF 50+ bloquean el 99% de los rayos
ultravioleta, por encima de ese nivel de fotoprotección, apenas hay
diferencias. Por eso, la Comisión Europea recomienda que a partir de un SPF 50
los productos se etiqueten como 50+.
·
Existen muchas
clases de fotoprotectores, elige siempre para tus hijos aquellos que sean
pediátricos, ya que están especialmente formulados para la piel del niño.
·
No se
recomienda emplear fotoprotectores en bebés de 0 a 6 meses, de hecho, a estas
edades nunca debes exponerles al sol.
·
La
fotoprotección pediátrica va de los 6 meses de edad a los 12 años, a partir de
ahí, los niños deben ser responsables y aplicarse ellos mismos el producto.
Edúcales desde pequeños y da ejemplo. Haz del hábito un juego.
·
Existen muchas
presentaciones de fotoprotectores pediátricos -crema, loción, spray… – elige la
que más se adapte a tu hijo.• En los niños, se emplea el mismo fotoprotector
para el cuerpo y la cara.
·
Antes de la
exposición, prueba el producto en una zona pequeña de la piel para evitar
cualquier tipo de reacción cuando se la extiendas por todo el cuerpo.
Las claves de la aplicación del producto
en el niño
·
Aplica el
fotoprotector 30 minutos antes de la exposición, preferiblemente antes de
vestir al niño para cubrir todo el cuerpo, incluidas aquellas zonas que no van
a estar expuestas directamente al sol. No olvides que la ropa deja pasar los
rayos ultravioleta, sobre todo si es de colores claros y tejidos de poca
calidad. Aplica también en la zona de los empeines, las orejas y párpados,
estos también se queman.
·
El niño debe
estar fotoprotegido siempre que vaya a estar expuesto al sol, no olvides
protegerle cuando vaya al parque, al campamento, cuando estéis en una terraza…
la exposición no tiene lugar solo en la playa o la piscina, como tampoco es
exclusiva del verano, en invierno también hay que fotoprotegerse.
·
Extiende
siempre los fotoprotectores con la mano, también los sprays y aplica una buena
cantidad.
·
Recurre solo a
productos de adultos si te has olvidado el pediátrico, siempre es mejor que
quemarse, pero recuerda que no han sido pensados para ellos y suelen llevar
perfumes y otras sustancias químicas.
·
Los
fotoprotectores con tecnología ‘wet skin’ (piel mojada) son muy útiles si tu
hijo es de los que entra y sale constantemente del agua. Puedes aplicarlos como
producto de elección aunque no se bañen, pero en realidad su gran ventaja es
que pueden aplicarse fácilmente con la piel mojada.
·
Reaplica el
fotoprotector cada dos horas y, si se ha bañado, justo al salir del agua.
·
Después de
cada exposición, hidrata bien su piel. Puedes utilizar una crema hidratante o
un after sun, más refrescante.
¿Quemadura solar? ¡Actúa!
·
Si detectas
que la piel del niño está demasiado roja, no basta con aplicar más
fotoprotector, da por concluido el día de playa, piscina o excursión y ve a un
lugar fresco y protegido.
·
Ducha o baña
al niño con agua fresca, nunca caliente, pero tampoco demasiado fría. No
emplees jabón, ya que podría irritarle la piel. Sécalo con cuidado, ejerciendo
una ligera presión con la toalla, pero sin frotar.
·
Si no es
suficiente, aplica compresas húmedas.
·
Cuando el
calor y la rojez empiecen a remitir, aplica una loción hidratante.• Viste al
niño con prendas de algodón que sean holgadas. Nunca tejidos sintéticos o de
lana.
·
Una quemadura
solar aumenta el riesgo de deshidratación: asegúrate de que ingiere suficientes
líquidos durante los dos o tres días posteriores a la exposición. El agua es
siempre la mejor opción.
·
Si la
quemadura produce dolor, se puede recurrir al ibuprofeno en dosis recomendadas
por tu profesional sanitario, médico o enfermera.
·
Ante una
quemadura de extensión considerable, que presenta ampollas o que produce
molestias (fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, mareos…) acude a tu centro de salud
u hospital para que sea valorado por una enfermera. Nunca rompas las ampollas.
Y nunca olvides que…
·
Además de la
fotoprotección, los niños deben estar a la sombra el mayor tiempo posible y
evitar las horas centrales del día, desde las 12 del mediodía a las 5 de la
tarde.
·
Asegúrate de
que beben abundante agua y utilizan gorras con visera y ropa de algodón.
·
Cuando el sol
sea muy intenso, los niños deben utilizar gafas de sol para proteger sus ojos.
Asegúrate siempre de que estén homologadas.
Puedes
descargarte el Manual de Instrucciones en formato pdf en este enlace.
Fuente: Consejo General de Enfermería
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