Son billones
de bacterias las que componen nuestra flora intestinal. Su papel es vital para
hacer funcionar el organismo de forma óptima pero también existe una estrecha
conexión con el cerebro y las emociones. La dieta a base de alimentos con fibra
y probióticos como el yogur, contribuyen al equilibrio.
Si tenemos
suficiente flora intestinal y qué tipo de microorganismos la componen es algo
que todavía no se puede conocer con una prueba médica en la consulta del
especialista digestivo, aunque según los síntomas sí se pueden diagnosticar
diversas enfermedades que son causa directa de una alteración de estos
microorganismos. Hinchazón, estreñimiento, diarrea, flatulencia… son molestias
que si se cronifican pueden dar la señal de alarma.
La flora ni se gana, ni se pierde de golpe
Nacemos con un
intestino teóricamente estéril y en los
dos primeros años de vida conformamos nuestra flora intestinal. En ello influye
la lactancia materna o artificial, el tipo de parto, la vida en un medio rural
o urbano, que se tomen antibióticos, la raza, la higiene… Y así vamos
construyendo nuestro tipo de flora que iremos equilibrando en nuestro
desarrollo vital en función de la dieta y otros factores externos.
Según
cumplimos años vamos perdiendo flora, no de individuo a individuo sino a lo
largo de generaciones. No vamos perdiendo o ganando flora de golpe.
¿Y por qué se
puede perder flora? Los malos hábitos de vida inciden directamente: abuso de
los antibióticos y laxantes, tóxicos como el tabaco o las drogas, el estrés, la
escasez de actividad física, y, sobre todo, una dieta pobre en fibra y
probióticos y rica en grasas.
La ciencia
investiga la relación de la flora intestinal con algunas enfermedades. Lo que
se constata es la conexión con el sistema inmunológico: desde alergias,
enfermedad inflamatoria intestinal, diarreas hasta cáncer de cólon y obesidad
tienen mucho que ver con el equilibrio de la macrobiota.
En los casos
de diarrea recidivante, producida por abuso de antibióticos, se ha empezado a
utilizar el trasplante de microbiota a través de las heces enriquecidas en
bacterias beneficiosas que se implanta por métodos endoscópicos. Todavía se
trata de un instrumento clínico de carácter experimental que solo ha probado
los efectos beneficiosos en casos concretos.
Mejorar la flora intestinal: Frutas y
verduras todos los días
Tres piezas de
fruta y dos platos de verdura y hortaliza al día son las raciones recomendadas
para una dieta rica en fibra que, además, debe complementarse con legumbres,
cereales integrales y probióticos como los yogures o leche fermentada. Todos
esos alimentos nos proporcionan la fibra que mantiene en equilibrio a los
microorganismos beneficiosos de nuestro intestino y ayudan a mejorar la flora
intestinal.
Sin embargo, el
consumo de fibra de la población española, entre 17 y 21 gramos al día, está
por debajo de los 25 gramos recomendados. Tomamos poca fibra, poca dieta
mediterránea y mucha carne y bollería.
Una dieta
pobre en fibra provoca problemas de tránsito intestinal, molestias digestivas
que acaban afectando a la calidad de vida.
Estos son los
alimentos con alto contenido en fibra que se recomiendan:
·
Verduras:
alcachofas, guisantes, níscalos, judías verdes, coliflor, espinacas, remolacha…
·
Frutas:
aguacate, arándano, frambuesa, limón, mora, plátano, caqui, naranja..
·
Legumbres:
habas, alubias pintas y blancas, soja, lenteja, garbanzo…
·
Cereales:
salvado de trigo, avena, pan integral, muesli, pan de centeno…
·
Frutos secos:
avellana, cacahuete, castaña, pipas de girasol, nuez, anacardo…
·
Fruta
desecada: pasa, ciruela, higo, dátil…
Probióticos, sí o sí
Lo que está
claro es que existen alimentos que contienen probióticos o microorganismos que
ayudan a tener una flora intestinal en buen estado ya que llegan vivos al
colon, “son flora en tránsito”. Están presentes en los yogures y los lácteos
fermentados.
Pero no todos
los probióticos son iguales, ni nos benefician por igual. Los probióticos son
como los antibióticos. Hay probióticos que van bien para el colon irritable
pero no son efectivos para la diarrea o las alergias. Cada probiótico tiene un
efecto para una patología especial, una cantidad adecuada y durante una
duración determinada, por lo que se recomienda tomarlos bajo prescripción
médica.
Lo que sí está
constatado es que las “bífidobacterias”, presentes en algunos yogures, ayudan a
mejorar las defensas y aumentar la salud digestiva.
Consejos para las molestias gástricas
La guía para
cuidar y mejorar la flora intestinal en casos como el estreñimiento, uno de los
factores que denotan desequilibrio en la flora intestinal:
·
Incluir a
diario cinco raciones de frutas, verduras y hortalizas (la fruta entera en
lugar de zumo).
·
Dos lácteos
diarios fermentados con probióticos, como las bifidobacterias.
·
Consumir
legumbres entre 2 y 4 veces por semana.
·
Incluir frutos
secos y semillas.
·
Practicar
actividad física a diario.
·
Escuchar a tu
cuerpo y no dejar pasar el momento de ir al baño.
·
Y lo más
importante: evitar los laxantes sin prescripción médica ya que pueden
acostumbrar al organismo, hacerlo vago y necesitar cada vez mayores dosis.
También se
producen hinchazón y gases: Cuando se consume muy poca fibra en la
alimentación, el tipo de bacterias no son muy beneficiosas y cuando se introduce
la fibra hay personas a las que le provoca flatulencia y es que el intestino no
está del todo adaptado. Hay que introducirla poco a poco para que estas
bacterias puedan ir degradando las fibras e ir modificando la composición de la
flora.
Fuente: EfeSalud