jueves, 28 de enero de 2016

Lombrices Intestinales




¿De qué estamos hablando?
Las lombrices son unos gusanos muy pequeños y finos que se llaman oxiuros. Son muy frecuentes en todo el mundo. Cada año hay millones de niños, sobre todo preescolares y escolares pequeños (de 3-6 años), que las tienen.
No se preocupe si su hijo tiene lombrices. No causan gran daño, solo picor. Su curación es muy fácil y rápida. Tampoco sufra pensando que es algo terrible y que demuestra suciedad y abandono.

¿Cómo se adquiere la infección?
Estos parásitos (oxiuros, enterobius vermiculares o simplemente lombrices) solo afectan a los humanos –no a los animales-. La infección se adquiere al ingerir, sin darse cuenta, los huevos microscópicos de los mismos.

¿Dónde se encuentran los huevos de las lombrices?
En las manos de las personas que están infectadas (casi siempre en las uñas). En todos los objetos que pueda tocar con ellas: por ejemplo, juguetes, toallas, ropas de cama, alimentos, vajilla, vasos, superficie de pupitres, lavabos etc.

Cuando alguien se lleva a la boca los huevos, éstos llegan hasta el intestino delgado donde salen las larvas. Cuando llegan al intestino grueso, se hacen adultos y adquieren la forma que conocemos –blancos, finos, de 4-5 mm-. Uno o dos meses después de la infección, las hembras se reproducen y ponen huevos. El lugar que eligen para hacerlo son los márgenes del ano, casi siempre por la noche. Son muy pegajosos. Se adhieren a la piel de la zona produciendo irritación y un picor muy intenso que obliga al niño a rascarse. De esta forma los huevos pasan a dedos, manos, uñas, pijama, sábanas etc. Se diseminan por todo el hogar, sobre todo dormitorios y baños. Pueden contaminar objetos, alimentos, agua, piscinas, aulas o zonas de recreo. En el medio ambiente, los huevos son capaces de infectar durante dos a tres semanas.

Ni los animales ni las golosinas están implicados en el contagio de las lombrices.

¿Qué síntomas dan? ¿De qué suelen quejarse los niños?
·         Los más frecuentes son el picor o prurito en la región anal. Es más fuerte por la noche. Puede producir irritabilidad, sueño intranquilo, pesadillas e incluso sonambulismo.
·         Suele picar también en el área de los genitales, que se irritan e inflaman por el rascado. Alguna vez también hay sobreinfección de las pequeñas heridas que se hacen con las uñas.
·         En las niñas pueden llegar a la vagina o a la uretra. Da lugar a irritación vaginal con picor, flujo o menos veces, molestias al orinar.
·         Otros síntomas como dolor abdominal, falta de apetito, escasa ganancia de peso, cansancio, anemia, hiperactividad o rechinar de dientes (bruxismo) no son atribuibles a los oxiuros.

En algunas personas, sobre todo adultos, pueden no dar ningún tipo de molestia.

¿Cómo se diagnostican? ¿Cómo puedo estar segura de que mi hijo tiene lombrices?
·         La sospecha se plantea cuando aparece algún síntoma de los que hemos comentado. Hay que estar al tanto en niñas con infecciones genitales de repetición.
·         Los oxiuros pueden ser vistos en la zona perianal. Son pequeños hilos blancos que se mueven, dos o tres horas después de que el niño se haya dormido. A veces también aparecen mezclados con las heces.
·         En caso de que no se puedan ver, pueden buscarse los huevos en el microscopio. La recogida de la zona donde se depositan, se hace a primera hora de la mañana antes del lavado, con un trozo de celo transparente (Test de Graham, recoger muestra tres días).

¿Y el tratamiento? ¿Es largo y difícil? ¿Se resuelve pronto el problema?
El tratamiento es simple y eficaz. Hay varios medicamentos que eliminan a los gusanos adultos con una sola dosis. Pero ninguno destruye los huevos. Estos pueden reinfectar al propio niño y a toda su familia.

Por esta razón se debe repetir una segunda dosis dos semanas después y tratar a todos los convivientes en el hogar.

La idea tan extendida de que las lombrices son muy difíciles de destruir es falsa. Es derivada de las frecuentes reinfecciones por las manos del propio enfermo o sus allegados. Recordad las dos dosis. Tratad a todos y que:
·         Las personas infectadas deben bañarse por las mañanas, con lo que se elimina una gran cantidad de huevos. Cambiar con frecuencia la ropa interior y la de la cama reduce la contaminación y el riesgo de reinfección.
·         Los síntomas de irritación, picor e incluso vulvitis, se alivian con baños de agua templada y una crema suave.

¿Pueden prevenirse las lombrices? Recomendaciones finales:
Hay una serie de medidas para evitar la repetición e incluso la infección inicial:
·         Lavado de manos, sobre todo después de ir al baño, antes de comer y lo más a menudo posible. Llevar las uñas muy cortitas y limpias (cepillo)
·         Después del tratamiento farmacológico: lavar con agua caliente la ropa de cama y de baño que estuvo en contacto con el niño sin sacudirla antes, para que los huevos no pasen al aire y se depositen en superficies. No hace falta esterilizar juguetes ni demás objetos del colegio o del hogar; no se ha demostrado su eficacia.
·         Usar pijamas cerrados para que no se rasquen y no pasen los huevos a las manos y a las ropas de cama.
·         No hay por qué cambiar la dieta ni las actividades de su hijo si toma las medidas higiénicas recomendadas.

Por el alto grado de reinfección, el control se hace difícil en las guarderías y escuelas. En instituciones -sobre todo cerradas- puede ser efectivo el tratamiento a la vez de todos los componentes y repetirlo a las 2 semanas.

Fuente: AEPaP

viernes, 22 de enero de 2016

Bullying: acoso entre iguales



El acoso en la escuela puede pasar desapercibido para los adultos, y de esta manera prolongar el sufrimiento del niño.

Cuando alguien es perseguido, importunado y molestado de forma repetida se habla de acoso, un tipo de maltrato cada vez más frecuente y grave.

No es un hecho nuevo en nuestra sociedad. Los niños y jóvenes pueden sufrirlo y, de hecho, es especialmente grave cuando ocurre entre pares o iguales en edad, en sus lugares de convivencia como el medio escolar, los lugares de ocio y deporte o el vecindario. En inglés se conoce como bullying.

El acoso vulnera los derechos de la infancia, afecta al bienestar y desatiende de un modo extremo las necesidades de los niños. Es un error pensar que es “algo normal y que puede enseñar a saber defenderse” o que “son cosas de niños”.

La víctima nunca es responsable del acoso aunque haya niños más vulnerables. Tanto el acosado como los acosadores son víctimas del problema y requieren atención psicosocial. Si no se actúa a tiempo puede tener consecuencias tan graves y cercanas como las conductas suicidas e, incluso, el suicidio. En el lugar donde se está produciendo el acoso, el niño tiende a disminuir su participación, va aislándose y acaba afectando a la salud física, emocional y social del niño, de la familia y del grupo.

¿Qué es el acoso-maltrato entre iguales?
El niño acosado puede sufrir maltrato de tipo físico, emocional o abuso sexual. Puede ser directo o indirecto por manipulación del grupo de pares, personal o realizarse por medio de las redes sociales o los teléfonos móviles, lo que es conocido como ciberacoso.

Puede haber varias formas:
·         Agresiones o vejaciones físicas (golpes, peleas, destrozo de material escolar, hurtos).
·         Agresiones verbales (insultos, motes, rumores sobre el niño o sus amigos y familiares).
·         Intimidaciones psicológicas (amenazas para provocar miedo o que haga algo que no quiere o no debe hacer).
·         Aislamiento social (exclusión activa de las actividades grupales o ignorando su presencia).
·         Acoso de tipo racista o por pertenencia a un grupo social o familiar.
·         Acoso sexual directo o a través de las redes sociales.

¿Cuándo debe sospechar que un niño sufre acoso?
·         Si el niño dice que está siendo acosado, hay que creerle y centrarse en el malestar del niño aunque parezca que puede estar influido por la difusión social del acoso.
·         Si presenta heridas o hematomas en cara o abdomen no explicables por sus actividades habituales.
·         Si una chica tiene cambios inesperados en el ciclo menstrual.
·         Si se observan cambios repentinos en el estado de ánimo, como tristeza o ansiedad. Alteraciones de las pautas habituales de comportamiento, trastornos de la conducta alimentaria, alteraciones del sueño, dolor abdominal y dolores de cabeza sin causa aparente, miedos o rechazo a participar en actividades con otros niños (escuela, lugares de juego o deporte) y aislamiento progresivo de los compañeros.

¿Cómo actuar?
·         Lo primero hablar con el niño y trasmitirle que lo que importa a los padres es su bienestar.
·         Hablar con el niño de la necesidad de acudir al pediatra o al médico de familia.
·         Olvidar las “culpabilidades”.
·         Hablar con los responsables de la institución dónde haya ocurrido para informarles de lo que el niño describe.
·         Revisar los correos electrónicos y cuentas de redes sociales que pudiera tener el niño.
·         La decisión de cambiarle de colegio no suele mejorar las cosas. Hay que tener en cuenta que la víctima nunca es culpable.


Fuente: AEP