Está demostrado que leer por placer influye de
forma positiva en la salud y el bienestar a lo largo de toda la vida. Así pues,
la niñez es el mejor momento para empezar a inculcar este hábito, pues el
cerebro está todavía desarrollándose.
¿Cuáles son los beneficios de la lectura?
·
Aumenta la
agilidad mental. Contribuye a mejorar las capacidades intelectuales y a evitar
su pérdida.
·
Mejora la
capacidad de concentración. Y desarrolla la memoria.
·
Facilita el
aprendizaje y la comprensión.
·
Desarrolla la
imaginación. Ayuda a ordenar las ideas.
·
Nos permite
adquirir conocimientos sobre diferentes temas y épocas de la historia.
·
Enriquece el
lenguaje y amplia el vocabulario. Si sabemos expresarnos mejor, podemos
transmitir con más eficacia nuestras ideas y pensamientos. Y esto facilita las
relaciones sociales y laborales.
·
Es un
magnífico entretenimiento. Nos permite sumergirnos en otros mundos y
personajes, mejorando así nuestra empatía. Es decir, nos enseña a ponernos en
la piel de otros. A entender mejor los sentimientos de los demás, mejorando
también nuestro propio control emocional.
·
Reduce el
nivel de estrés y mejora el estado anímico. Esto contribuye a una evolución
satisfactoria de muchas enfermedades.
·
Leer antes de
dormir o escuchar un cuento, favorece una buena rutina del sueño.
·
Activa el
sistema visual, ya que transformamos signos en palabras y sonidos.
·
Las sociedades
que potencian la lectura suelen ser más evolucionadas, ya que los libros ayudan
a intercambiar ideas y conocimientos.
Está pues, demostrado que son muchos los
beneficios que el hábito de la lectura puede proporcionarnos. Pero, como es
lógico, para lograr esos beneficios es necesaria una continuidad en el tiempo y
el mejor momento para empezar es en la niñez.
¿Cómo fomentar la lectura en la infancia?
·
La lectura
compartida es una de las actividades que más ayudan a que los niños aprendan
rápido a leer. También, mejora el posterior rendimiento escolar y potencia el
hábito lector. Se trata de la lectura en voz alta que un adulto realiza en
compañía de un niño que, generalmente, aún no sabe leer. Para ella se suelen
usar libros con ilustraciones.
·
En muchos
lugares, especialmente en bibliotecas, hay actividades de Cuentacuentos a los
que se puede acudir. Acostumbran a ser muy entretenidos.
·
Coger el
hábito de leer un rato antes de dormir, solos o con un adulto.
·
Elegir libros
adecuados a la edad, gustos y carácter de cada niño. Se trata de facilitar la
lectura por placer, no por obligación.
·
Fomentar la
lectura como un juego. En las fiestas señaladas (cumpleaños, por ejemplo)
regalar libros como si fuesen un juguete más.
·
Participar o
crear un club de lectura con amigos.
·
Iniciar una
colección de libros.
¿Influye la lectura en el futuro de los
niños?
·
Puede
contribuir a estrechar lazos familiares, pues se trata de una actividad que
desde muy pequeños podemos compartir.
·
Estimula el
conocimiento. Despierta deseos de conocer el entorno y la gente que nos rodea.
Quizás descubran mil formas de vivir, mil formas de amar, mil formas de
pensar,... ayudando a que sean más respetuosos y tolerantes.
·
La lectura les
ayudará a modelar y definir sus gustos y sus sueños. Les proporcionará
herramientas para forjar su propia personalidad y visión de la vida.
·
Además, varios
estudios indican que los niños y jóvenes que leen habitualmente tienen un mejor
expediente académico y un mayor éxito profesional en la edad adulta.
¿Qué tipo de lectura es adecuada para cada
niño?
No hay libros "buenos", ni
"malos" en sí mismos. Todos pueden aportar algo a quien los lee. Sin
embargo, en la infancia se debe fomentar la lectura como algo divertido. ¡Que
el niño vea al libro como un amigo!
Para eso, se puede empezar con lecturas fáciles
que tengan ilustraciones llamativas, o bien, libros con diferentes texturas.
Hay multitud de formatos de este tipo, desde libros de tela a sumergibles en
agua. Más adelante pueden resultarles interesantes los libros desplegables o
los interactivos que se pueden manipular.
Mas tarde será el propio niño el que vaya
desarrollando su gusto y se decante por unos libros u otros. Pero los
profesores y padres debemos guiar, aconsejar y supervisar que la lectura
elegida sea adecuada a cada momento. En cualquier caso, no estaría de más que
intentáramos ampliar su abanico de temas y estilos, incluyendo también la
poesía dirigida a niños.
¿Dónde se pueden conseguir los libros?
Los libros pueden comprarse, claro. Pero también
existen otras formas de leer sin desembolsar mucho dinero. Se pueden
intercambiar con amigos, acudir a una biblioteca pública, la biblioteca del
colegio o del instituto, acercarse a un punto de intercambio de libros, buscar
libros de segunda mano en mercadillos,…
Las bibliotecas públicas son especialmente
interesantes. En ellas se suelen organizar muchas actividades dirigidas al
mundo infantil.
En nuestro centro de salud hemos creado un
espacio de intercambio de libros especialmente dedicado a la infancia.
Fuente: AePap