Como sabemos, las hormonas son las responsables
de los cambios que sufre el organismo de la mujer durante el embarazo, desde
los cambios físicos hasta esa montaña rusa de emociones que podemos llegar a
sentir, donde particularmente destaca la sensibilidad que muchas
experimentamos.
¿Pero cuáles son estas hormonas? Vamos a hablar
de las principales hormonas durante el embarazo, cuáles son y cuál es su papel
durante esta etapa.
Estrógeno
Comenzamos con el estrógeno, que es la hormona
que lo inicia todo pues es la responsable del desarrollo sexual femenino. Es
producida por los ovarios, y durante el embarazo también por la placenta, cuya
función en esta etapa es la de garantizar un desarrollo saludable.
Progesterona
La progesterona es una hormona que se origina en
los ovarios y la placenta. Esta es la hormona encargada de estimular el
engrosamiento de los tejidos que envuelven el útero, preparándolo para la
implantación del óvulo una vez que haya sido fecundado y para que pueda
sostener el crecimiento del feto.
Mas adelante, esta hormona continúa trabajando
durante el embarazo, preparando las mamas para que estén listas para producir
la leche materna con la que alimentaremos a nuestro bebé.
Algunos estudios han encontrado que esta hormona,
en conjunto con otras como la oxitocina que aparece durante el parto, también
está relacionada con la famosa momnesia o amnesia de las madres.
Gonadotropina Coriónica Humana
La segunda en nuestra lista es quizás la hormona
más famosa en esta etapa: la gonadotropina coriónica humana, también conocida como
"la hormona del embarazo". Se le llama así porque solamente se
produce durante el embarazo y es la responsable de mantenerlo.
Esta hormona es segregada por la placenta y
aparece en la sangre y en la orina de las mujeres embarazadas aproximadamente a
partir de los diez días tras la concepción. Por ello se utiliza en las pruebas
de embarazo: si se detecta la presencia de esta hormona es que hay gestación.
Hemos de comentar que la GCH también puede ser
usada clínicamente para inducir la ovulación en los ovarios o la producción de
testosterona en los testículos. Por lo tanto, se utiliza para tratamientos de
fertilidad debido a su semejanza con la Hormona Luteinizante (LH) o
luteoestimulante, con un papel importante en el proceso de la ovulación.
Lactógena
Otra que también es producida por la placenta es la hormona lactógeno
placentario humano, cuya misión principal es modificar el metabolismo de las
mujeres durante el embarazo para facilitar el aporte de energía al feto,
garantizado un adecuado desarrollo del bebé durante el embarazo.
Aunque no se ha definido exactamente cuál es su
relación con la lactancia, esta hormona que aparece en el plasma sanguíneo
desde la tercera semana es la responsable de algunos cambios en el cuerpo de la
mujer, como el aumento del tamaño de las mamas.
Relaxina
Aunque la relaxina es una hormona que se segrega
siempre, en el embarazo alcanza algunos picos. Su función, es la de ayudar al
bebé a desarrollarse y favorecer su salida en el parto, al relajar los
ligamentos de las articulaciones de la pelvis, haciéndolos más elásticos y
permitiendo que se abra más y se ensanche así el canal del parto.
Esta hormona también es la razón por la cual los
pies crecen durante el embarazo, pues al haber más elasticidad en los
ligamentos para que el bebé salga, los arcos de los pies se aplanan ligeramente
con ayuda del aumento de peso, y también, en conjunto con la progesterona es la
razón por la cual muchas mujeres experimentan dolor pélvico en esta etapa.
Oxitocina
Conocida como la "hormona del amor", la
oxitocina tiene una función muy importante al final del embarazo y cuando el
bebé ha nacido: es la responsable de desencadenar las contracciones y también,
favorece la lactancia materna.
Durante el parto, nuestro cuerpo libera oxitocina
en altísimos niveles de manera natural. La secreción de oxitocina se estimula
por la distensión del cérvix, y ayuda a que nuestro útero se contraiga,
favoreciendo la dilatación del cuello uterino, el nacimiento del bebé y
posteriormente la expulsión de la placenta (alumbramiento).
En cuanto a la lactancia, la oxitocina se libera
en respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé, favoreciendo
que la leche fluya a través de los conductos hasta salir por el pezón. Esto es
lo que se conoce como reflejo de eyección.
Este reflejo afecta a los dos pechos a la vez y
por eso es frecuente que cuando estamos dando de mamar de un pecho, el otro
también gotee. Además, la oxitocina se libera en respuesta a otros estímulos,
como al ver o escuchar al bebé. Por ello, algunas madres notan que sus pechos
gotean cuando oyen llorar a su bebé.
Por otro lado, la oxitocina también favorece que
el útero se contraiga y disminuya hemorragia postparto. Estas contracciones
después del parto se llaman entuertos, y favorecen que el útero vuelva a su
tamaño habitual en el proceso de involución uterina tras el parto
Fuente: Bebés y más