El ictus o
infarto cerebral es la segunda causa de muerte en España y la primera en las
mujeres, con unos 120.000 casos anuales, ha informado la asociación Freno al
Ictus.
Conocer los
síntomas del ictus hace la diferencia.
El ictus es un
accidente cerebrovascular que se produce cuando el flujo de sangre a una parte
del cerebro se detiene; es también la primera causa de discapacidad adquirida y
la segunda de demencia.
Datos de la
Sociedad Española de Neurología (SEN) señalan que, del total de casos anuales,
un 50 por ciento quedan con secuelas incapacitantes o fallecen.
El daño
cerebral que produce un ictus depende en gran medida del tiempo que dura el
trastorno y de la zona que se haya visto más afectada.
Saber
identificar los síntomas para acudir cuando antes al hospital puede ayudar a
mejorar significativamente el pronóstico de la enfermedad, señala la asociación
Freno al ictus, y añade: “Cada minuto cuenta, una de las claves para el éxito
en la atención es la rapidez en la detección de los síntomas”.
Los síntomas
del ictus aparecen de forma brusca e inesperada y los más comunes son las
dificultades para hablar o entender, la pérdida repentina de fuerza o
sensibilidad en una parte del cuerpo y la alteración de la simetría facial, así
como los problemas de visión y dolor de cabeza muy intenso.
La gran
mayoría de los pacientes -informa Freno al ictus- suelen presentar una
combinación de varios de estos síntomas y con solo experimentar uno de ellos,
incluso si son reversibles o transitorios, ya es motivo de urgencia.
Hipertensión
arterial, diabetes, niveles de colesterol altos, tabaquismo, obesidad,
problemas de corazón, vida sedentaria y consumo de alcohol, entre otros, son
los factores de riesgo mas frecuentes en un ictus.
La edad es
otro factor de riesgo, ya que la incidencia de esta patología aumenta a partir
de los 60-65 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.
En los últimos
años, señalan los expertos desde hace tiempo, ha aumentado considerablemente la
incidencia de ictus en adultos jóvenes, debido, en gran parte, a los estilos de
vida de la sociedad.
Según la
información facilitada por la citada asociación, el 90 por ciento de los casos
de ictus o infarto cerebral pueden llegar a evitarse con una adecuada
prevención de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable, tanto en
personas que no lo han sufrido nunca como para evitar que se repita.
El hecho de
haber sufrido un ictus aumenta el riesgo de padecer un segundo episodio.
Fuente: EfeSalud